Aunque las paradas del Metro de Quito parecen terminadas y ya hay vagones en el país que fueron comprados en 2019, este sistema de transporte público que prometía mejorar la movilidad de los quiteños continúa estancado. Para acelerar el funcionamiento de este proyecto que en principio debía estar listo en 2014, Efraín Bastidas, el gerente actual del Metro de Quito, confirmó hoy, 16 de noviembre,  a medios de comunicación que comenzó una reorganización del Metro. 

La organización fue una de las promesas del  nuevo alcalde de Quito, Santiago Guarderas, cuando  se posesionó el 30 de septiembre pasado.

Según Bastidas, hasta el momento, al menos diez personas han sido separadas del proyecto desde que él inició su gestión el 22 de octubre. Según la página web de transparencia del Metro de Quito, tenía en su nómina 131 trabajadores.

El actual gerente reconoció a diario El Universo que cuando él llegó encontró una nómina de 120 personas y que posiblemente estaba inflada y que “en una sesión de directorio en la que yo estuve, el concejal Bernardo Abad dijo que el Metro de Quitó pasó de tener 60 empleados a 120 en pocos meses”.

El gerente del Metro aclaró que la reorganización del metro de Quito se realizará de forma técnica y estructurada y que permanecerán las personas que “ debían estar según el manual de cargos y no por amiguismos“ y que él calcula que la obra necesita alrededor de 60 y 80 personas.

Operación del Metro

En una entrevista con Teleamazonas, la mañana de hoy,  Bastidas  dijo que se está buscando una empresa operadora internacional ferroviaria que dé un soporte en la operación y el mantenimiento ferroviario del metro, después de que la alcaldía de Yunda no definió cómo sería operado el Metro de Quito. 

Bastidas también explicó que “no tenemos un conocimiento ferroviario avanzado y es necesario recurrir a estas empresas que son de carácter público“. Además que ya se ha iniciado el trabajo con un grupo de expertos a quienes se ha llamado “estructurador técnico” que están liderados por los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña.

“Este grupo de expertos debe establecer los  parámetros de la operación, ya que es necesario saber cómo van a ser algunos aspectos”, dijo el gerente, y mencionó los mantenimientos de ciclo corto y largo, preventivos, predictivos, cuántos trenes en horarios pico y valle, cómo va a ser el manejo de la energía, desde qué dirección se lanzan norte o sur, etc.

Según Bastidas, para la contratación de este operador internacional es necesario contar con los parámetros de la contratación. “El estructurador técnico nos va a decir los parámetros, ya que cada metro en el mundo opera de una manera singular, única”. 

Los candidatos para encontrar al nuevo operador están entre el Metro de Barcelona, de Madrid, de París, la Deutche Bank de Alemania, de Hong Kong. Como son empresas públicas es más eficiente el manejo entre empresas públicas, dijo Basatidas.

Sobre la segunda fase del metro, Bastidas explicó que el gobierno nacional debe aclarar si brindará su apoyo para que el Metro llegue hasta La Ofelia, al norte de Quito. Actualmente la ruta solo llega hasta El Labrador, a 6 kilómetros de La Ofelia.

Sobre la tarifa 0, Bastidas dijo que no es posible la ofrecida por la anterior administración.Actualmente, con las operaciones modernas, dijo “los metros no se financian únicamente con el pasaje, sino que obtienen fondos de otras operaciones, como arrendamiento de locales comerciales, publicidad, telecomunicaciones. Por ejemplo, el metro de Santiago se financia el 19% con estos fondos“ dijo el funcionario.