En agosto de 2017, el buque chino Fu Yuan Yu Leng 999 fue detenido mientras cruzaba la Reserva Marina de Galápagos sin autorización. El barco contenía 7639 tiburones, de los cuales 432 eran fetos. También se encontraron 537 bolsas con aletas de tiburón y 2114 peces.

Luego del operativo, considerado el más emblemático en tráfico de especies marinas y pesca ilegal, los miembros de la tripulación fueron encarcelados por el delito de tenencia y transporte de especies protegidas, se confiscó el buque y se estableció una multa de 6,1 millones de dólares por concepto de reparación integral de los daños ocasionados al ecosistema marino de Galápagos.

El día de la detención, un grupo de científicos subió a bordo del barco chino para contar, pesar y medir cada uno de los tiburones que se encontraban al interior del buque, pero también para conseguir muestras de tejido de los animales y luego determinar con seguridad a qué especies correspondían.

frigoríficos

Autoridades informaron que en frigoríficos se hallaron especies protegidas, como tiburón Martillo y tiburón Silky (sedoso). Fotografía de la Dirección de Parque Nacional Galápagos.

Los científicos analizaron morfológicamente a 929 tiburones, es decir, al 12 % de la carga porque “era imposible hacer la identificación de los más de 7600 especímenes”, dice la bióloga Elisa Bonaccorso y de cada uno de ellos obtuvieron también trozos de piel y carne para hacer la identificación genética en el laboratorio.

Este último paso era crucial porque “todos los tiburones estaban sin aletas, muchos sin cabeza y son justamente esas partes del cuerpo las que permiten diferenciar una especie de otra”, cuenta Bonaccorso, quien es la autora principal de la investigación científica que el pasado 22 de julio entregó finalmente los resultados de un estudio que determinó con precisión qué animales llevaba a bordo el barco chino.

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Lo que encontraron

De las 12 especies de tiburones encontradas al interior del carguero chino, nueve están en la Lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y ocho están protegidas también por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).

De todas ellas, el tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) era el más abundante. El 28 % de la carga correspondía a esta especie vulnerable según la UICN y que “ha sido reportada como la segunda especie más abundante en los mercados de Hong Kong y Guangzhou en China, los centros minoristas de aletas de tiburón más grandes del mundo”, asegura la investigación.

Tiburones juveniles

Tiburones juveniles encontrados en las bodegas del Fu Yuan Yu Leng. Fotografía de la Dirección de Parque Nacional Galápagos

La segunda especie más abundante, correspondiente al 20 % de la carga, fue el tiburón punta blanca oceánico (Carcharhinus longimanus) que se encuentra En Peligro Crítico. Luego vino el turno del tiburón martillo (Sphyrna lewini) también en Peligro Crítico; el zorro pelágico (Alopias pelagicus) En Peligro y el tiburón azul (Prionace glauca) Casi Amenazado.

Pero, además, el análisis morfológico permitió identificar un dato clave para dimensionar el real impacto que tuvo este caso de pesca ilegal en las poblaciones de especies amenazadas de extinción. “Cuatro especies —el zorro pelágico, el tiburón sedoso, el tiburón oceánico de punta blanca y el tiburón azul— mostraron una mayor proporción de individuos inmaduros que maduros”, señala la publicación. “Eso es muy significativo porque si los individuos no se han llegado a reproducir, no han dejado sus crías en la siguiente generación, eso afecta la conservación de las poblaciones”, explica Bonaccorso.

De esas cuatro especies, el caso más crítico es el del punta blanca oceánico que se encuentra en Peligro Crítico, ya que el 96 % —casi todos los individuos— eran juveniles. Es decir, no alcanzaron a dejar en el mar una descendencia que pudiera contribuir a la recuperación de la especie.

¿Dónde fueron pescados los tiburones?

El Fu Yuan Yu Leng 999 no es un barco pesquero, sino un carguero o reefer que recibe en el mar la carga de muchos buques para llevarla a puerto. Esa actividad, conocida como transbordo, permite a los barcos pesqueros vaciar sus bodegas y continuar pescando durante mucho tiempo sin volver a tierra firme. Según la FAOel transbordo es la mayor causa de pesca ilegal, de la pesca no declarada o de la no reglamentada, ya que en las bodegas de los reefers se mezcla la pesca de numerosos barcos impidiendo que los recursos que fueron pescados ilegalmente puedan ser rastreados.

A los pocos días del decomiso, la plataforma de monitoreo satelital Global Fishing Watch (GFW) aportó nuevos datos al caso, gracias a los algoritmos que permiten identificar cuándo ocurre un transbordo en alta mar y qué barcos están participando. Lo que descubrieron es que seis días antes de cruzar la reserva marina ecuatoriana, el Fu Yuan Yu Leng 999 se reunió con cuatro barcos de bandera china, dedicados a la pesca de atún, a unas 1700 millas al oeste de Galápagos.

Además, que cuando el Fu Yuan Yu Leng 999 recolectó la carga de otros barcos, según refiere el análisis de GFW mencionado en el estudio, el reefer desconectó su sistema satelital para no ser detectado realizando esa actividad y al terminar la faena lo volvió a conectar.

La razón por la que el carguero chino debía ocultarse es porque el lugar donde posiblemente se dio el transbordo, según los especialistas de GFW, está al interior del área que es regulada por la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), el organismo encargado de administrar la pesquería de atún en aguas internacionales. Si bien los cuatro barcos chinos que le traspasaron la pesca al carguero están registrados en la CIAT, el Fu Yuan Yu Leng 999, en cambio, no lo está, “lo que significa que cualquier transbordo que hubiera realizado era ilegal”, dice el informe.

La investigación publicada en Science Report entrega nuevos antecedentes sobre cómo fueron pescados los tiburones que iban a bordo del carguero chino.

Pescados ilegalmente

Aunque no hay evidencia de que los tiburones hayan sido capturados al interior de la reserva marina de Galápagos, estos animales son especies migratorias que viajan constantemente de una zona a otra, explica Bonaccorso, por lo que “ya sabíamos que probablemente los tiburones del Fu Yuan Yu Leng 999 hayan estado en algún momento de su vida en la reserva marina”, agrega la experta. El análisis genético confirma esta hipótesis porque de las 12 especies, “11 es posible encontrarlas dentro de la Reserva Marina de Galápagos”, asegura la investigación.

Especies marinas

Especies marinas congeladas en bodegas de barco pesquero industrial chino Fu Yuan Yu Leng 999. Fotografía de la Dirección de Parque Nacional Galápagos

Pero, además, el estudio arrojó otro importante dato. Una de las especies de tiburón que estaba en el barco, el tiburón gris de arrecife (Carcharhinus amblyrhynchos), “es una especie más asociada a islas. No se encuentra en el mar abierto”, dice Bonaccorso. A partir de ese dato “nosotros inferimos que algunos de estos barcos (que abastecieron al Fu Yuan Yu Leng 999) sí entraron a otras zonas económicas exclusivas cercanas o hicieron transbordo desde otros barcos que estaban pescando dentro de zonas económicas exclusivas”, dice la experta.

Por otro lado, puesto que el Fu Yuan Yu Leng 999 es un carguero y no un barco pesquero, “era difícil saber con qué artes de pesca fueron capturados los tiburones”, explica Bonaccorso. Sin embargo, Álex Hearn, uno de los autores del estudio y experto en pesquerías, concluyó que “los sedosos y los oceánicos de punta blanca probablemente fueron pescados con redes de cerco, ya que sus tamaños corresponden a aquellos que suelen caer cuando se utiliza ese arte de pesca”, explica el experto.

Lo relevante de esa información es que “existen resoluciones (de la Comisión Interamericana del Atún Tropical) que prohíben la retención de tiburones sedosos si es que son capturados con estas artes”, dice Hearn. “Por lo tanto, nuestros datos, que sugieren la pesca de una alta proporción de tiburones sedosos con redes de cerco, apuntan a otra violación más de la CIAT por parte de la tripulación Fu Yuan Yu Leng 999”.

Pero eso no es todo. En 2011, la CIAT prohibió la retención, transbordo, desembarque, almacenamiento o venta del tiburón oceánico de punta blanca debido a su frágil estado de conservación. “Por lo tanto, nuestro hallazgo de 188 tiburones oceánicos de punta blanca implica que la tripulación del Fu Yuan Yu Leng 999 estaba violando la prohibición de la CIAT, de la cual China es signataria”, señala la investigación.

“Estos datos ejemplifican cómo la operación de las flotas pesqueras internacionales puede estar obstaculizando los esfuerzos de otros miembros de la CIAT para proteger las especies de tiburones”, agrega el estudio. Bonaccorso destaca, además, que no todas las bodegas del barco estaban llenas, sino que, por el contrario, el carguero tenía aún capacidad para almacenar más de 30 mil tiburones adicionales a los 7600 que llevaba. “Esto es solo un caso de los muchísimos casos de barcos que no los atrapamos porque no cometen el error de cruzar a través de la reserva marina, pero debe ser muy común en la operación de estas pesqueras internacionales”, recalca la experta.

Los resultados científicos llegan justo en el momento en que las flotas chinas se aproximan nuevamente a los límites de la ZEE de Galápagos para pescar pota o calamar gigante y cuando se discuten acuerdos importantes para intentar controlar la pesca en aguas internacionales o alta mar.

Aunque se basa en un solo caso, la captura de tiburones informada en el estudio en Science Report “ejemplifica las operaciones industriales en curso que probablemente están agotando las poblaciones de tiburones en la región a gran escala”, dice la investigación. Asimismo añade que “una mejor gobernanza de las pesquerías en alta mar y su cumplimiento de los tratados internacionales será fundamental para preservar los recursos marinos biológicos y económicos de los países en desarrollo en el Pacífico tropical oriental y los mares tropicales en general”.