Walter Bustos es ex director del Parque Nacional Galápagos, y también es especialista en Desarrollo Sostenible, en Cambio Climático y Gestión de Recursos Naturales. En esta entrevista habla sobre la pesca de tiburón que se da en Ecuador a pesar de que hay un decreto de 2007 que prohíbe la pesca dirigida de estos animales —y solo permite la incidental. Según Bustos se necesitan decisiones firmes de los gobiernos para cesar la pesca de estos animales que son reguladores de los ecosistemas marinos. 

¿Cuál es la situación de la pesca de tiburón en Ecuador? 

El tiburón no ha sido parte formal de la dieta de los ecuatorianos. La pesca objetivo (no incidental) de tiburón surge por el valor de las aletas de los tiburones en Asia, en Hong Kong, y China particularmente. En Ecuador, antes de ser consumidores de tiburón, desde hace varias décadas nos convertimos en exportadores de aletas de tiburones. En Galápagos, en la Costa Pacífico, se practicaba el aleteo (pescar tiburón, cortarles las aletas y botar el resto del animal al agua) desde hace mucho tiempo, lo que se hizo fue tratar de normar esto considerando que había una pesca incidental. Una pesca que se da cuando, durante tu faena, caía uno o dos tiburones y eso se consideraba incidental y se podía aprovechar las partes del cuerpo. 

Esto se reguló a través de un decreto ejecutivo en 2007. Ese decreto no ha sido modificado, cambiado o eliminado. Lo firmó Rafael Correa y ningún gobierno ha tomado cartas sobre el asunto y este es el estado en el que estamos. Estamos con un decreto ejecutivo que reconoce la captura incidental pero cuando uno va a los puertos, uno observa que ya no hay pesca incidental sino que se transforma en pesca objetivo. Esa es básicamente la situación.

Mencionó que hace varias décadas somos exportadores de aletas de tiburones, ¿quiere decir que estas ventas al exterior se hicieron con permisos? 

No, así como permisos, no había. Era pesca que se embarcaba simplemente como pescado seco, las aletas secas y así se enviaba al Asia. De hecho, a la fecha todavía no hay un buen sistema de control y regulación sobre las bodegas donde se almacena la pesca que se exporta. En junio del año anterior llegó a Hong Kong el mayor cargamento de aletas de tiburón. No hay nada hecho al respecto. 

Entonces, ¿cómo se justifica esa pesca incidental a las autoridades?

No hay autoridades en puerto que estén controlando si es que es o no incidental. Pero el espíritu del decreto era que si dentro de la pesca se encontraba un tiburón se podía utilizar. Lo que no se puede llegar, en teoría, es con un cargamento completo de tiburones. Porque ahí sería pesca objetivo, es decir pescar tiburones porque vendiendo sus aletas, su cuerpo resulta más rentable. La idea del decreto era no sancionar a un pescador por el arte de pesca que utilizó y pescó uno o dos tiburones. 

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¿Hay algún vacío en la ley para que esto suceda? 

Hay varias aristas. El tiburón es una especie protegida por los convenios nacionales y por la norma nacional al ser un país adscrito a los convenios internacionales, por ejemplo a la Cites ( Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre). Estamos obligados a cumplir y hacer cumplir las normas de protección, en este caso los tiburones. 

El otro asunto es que no hay una normativa que sea disuasiva contra la pesca objetivo de tiburones y exportaciones de esas aletas, a lo mucho hay una sanción de tres años de cárcel. 

Lo otro es que, como todo tráfico, no está solo involucrado el sector pesquero sino que es también un problema de aduanas, de la policía ambiental, del mercado, y es también un problema ecológico. Cada vez estamos consumiendo más especies que antes no se consumían porque cada vez hay menos peces que sí consumimos. Es decir, cada vez hay menos atunes por lo tanto digamos que el tiburón se ha vuelto una especie objetivo. 

Hay un problema de educación, de desconocimiento. Sobre todo en todos los países costeros, y Ecuador no es la excepción. Estamos comiendo tiburón blanqueado que entra con otro nombre de tipo de carne, se lo vende así, se lo consume así. 

Hay que saber que la carne de tiburón es mala. Es una carne llena de metales pesados. En Brasil, por ejemplo, se come el cazón que es un plato muy degustado, después de China, Brasil es el segundo consumidor de carne de tiburón más grande del mundo, y la gente no sabe que el cazón es en realidad tiburón. Esto nos está pasando también a nosotros en Ecuador. 

Digamos que es un conjunto de elementos para llegar a la depredación de cualquier especie, en este caso el tiburón. 

¿Cómo llegan los metales pesados a los tiburones?  

El tiburón es una especie tope dentro de la cadena alimenticia, es decir, no hay muchas especies marítimas que coman tiburón. El tiburón es la especie reguladora de las poblaciones de los océanos. Hay tiburones que son carroñeros, cazadores, oportunistas, pero su rol en general es ser los reguladores de la cadena trófica oceánica. 

Ellos son los que se van alimentando de toda la carne que existe en los océanos y se va produciendo un proceso de bioacumulación, es decir el atún que come un pez pequeño ya concentra cantidad de metales pesados que existen en el océano. Toda la parte residual de los químicos que arrojamos al océano, de la basura, de los elementos radiactivos que están en el océano, todo esto se va acumulando en la carne de los peces y el gran bioacumulador termina siendo el tiburón, esa es una carne mala. 

Al consumirlo queda en el hígado y esto ya va provocando enfermedades. 

¿Cuáles son las consecuencias de que se siga capturando tiburones? 

Hay varias consecuencias. Probablemente algunas no las conocemos todavía. Pero lo que sí conocemos es que de no tener un sujeto controlador, habrá un aumento de alguna de las poblaciones marítimas que ocasionan un desastre ecológico. Por ejemplo, si nosotros nos comemos todos los leones de la sabana africana vamos a tener el crecimiento de ciervos, que van a terminar comiéndose la poca vegetación que queda en una zona desértica. Al terminar esa vegetación, todas las especies no van a tener alimento. Lo mismo sucede con el tiburón, que tiene la función de regular las poblaciones, si no hay tiburones se va a disparar la población de alguna de las especies y esto ocasiona desequilibrio oceánico importante y al final si tienes una sola población dominante, imagínate el impacto que se puede generar en los ecosistemas. 

Además habrá un impacto económico sobre la gente que vive de determinada especie de pesca, cuando ya no existan más atunes, por ejemplo. Esto es real, en el Pacífico Norte ya no hay atún azul, se extinguió, y esto ocasiona una presión sobre los atunes del Pacífico Sur, los de aleta amarilla o roja. 

Si ya no hay tiburones carroñeros, toda la carne podrida en el océano va a generar un cambio en el PH del agua del océano también y esto puede ocasionar que el agua del océano se vuelva tóxica. Es decir aquí hay problemas muy serios, bastante graves, muchos de esos no los podemos ni siquiera calcular. 

¿ Se sabe cuántos miles de tiburones se pescan ilegalmente en Ecuador? 

Hay cifras estimadas. Para darte una idea de lo que se encontró por un azar, el cargamento de aletas de tiburón que llegaron a Hong Kong, pertenecían a un estimado de 36 mil tiburones. Las dos bodegas que encontramos del barco chino tenían 6 mil tiburones. Ahí puedes tener una dimensión de lo que está pasando a vista y paciencia de todo el mundo.  Una situación insostenible que requiere medidas urgentes. 

¿Hay cifras de cuánto dinero genera Ecuador por la venta de aletas y de la carne de tiburón? 

Según un análisis que hice, el cargamento del barco chino estaba más o menos en 1.3 millones de dólares, el cargamento valorado en el costo de los platos de la sopa china de aleta de tiburón. El cargamento de aletas de tiburón (incautado en Hong Kong), está por los 4.5 millones de dólares. 

De ese dinero, aquí queda muy poco. El momento en que ingresan a Asia realmente tiene un valor fuerte. Es como el narcotráfico porque se trata de un ilícito, la diferencia es que hay un gobierno (Ecuador) a favor, porque no hay medidas que digan lo contrario. En el narcotráfico, un gramo de cocaína costará 30 dólares, pero ese mismo gramo en Estados Unidos supera los 100. Más o menos esa relación sucede con la carne de tiburón. El valor monetario fuerte está en Asia. 

¿Qué han hecho los gobiernos para frenar la pesca dirigida de tiburón? 

Nada. Nada. Porque es un problema serio, es enfrentarse a un sector muy fuerte como es el pesquero, enfrentarse a una mafia organizada en torno a la exportación ilegal de tiburones o sus partes, enfrentarse a una población que vive de esto. El problema no se lo ve, está en la dermis del océano pero en cambio los datos científicos y los datos técnicos nos dan cuenta del enorme problema que estamos causando. 

¿Qué se ha hecho? Por darte una idea, en el gobierno anterior pasaron seis ministros de ambiente, ahí no iba a pasar absolutamente nada, menos de ocho meses por ministro. No puedes lograr absolutamente nada. 

Suprimieron la Subsecretaría Marino Costera, la institucionalidad marino costera fue suprimida y no hubo mayor reacción. No solo es un problema de Ecuador, es un problema global pero particularmente aquí al tener la segunda flota más grande del pacifico sur es más grave. 

Si nos damos cuenta, el océano ha sido visto como sinónimo de pesca, porque la pesca genera recursos, genera empleo. A lo mucho la gente se acerca al océano por un tema turístico de sol y playa. Pero los océanos deben tener una política distinta, de investigación de ciencia, de tecnología, de cambio climático, de energías renovables, de protección de conservación de áreas protegidas, no es solo pesca. Lamentablemente lo estamos viendo así y me parece que los últimos gobiernos lo han visto así. 

¿La pesca de tiburones sucede en Galápagos y también en las costas del país? 

En Galápagos ya no sucede, ahí sucedía. Gracias a la creación de la Reserva Marina de Galápagos, gracias al apoyo de organizaciones de conservación, gracias al fortalecimiento que se generó de la institucionalidad ambiental en Galápagos, tanto con el Parque Nacional Galápagos y la agencia de seguridad, el sistema de mejoramiento de controles ya no pasa. 

Hay un marco regulatorio muy fuerte, hay una ley especial de conservación de Galápagos. Ahí ya no pasa. Sin embargo, esto ya no es suficiente, era suficiente hace 20 años. Hoy ya tenemos serios problemas porque la reserva marina se fue quedando pequeña para la cantidad de actividades de pesca nacional, regional y ahora internacional con la flota china. 

La reserva marina se está quedando como un oasis dentro de un enorme desierto porque con este nivel de pesca no vamos a poder sostener la estabilidad ecosistémica de un océano. 

Estaríamos dejando una suerte de museo marítimo tal vez con especies gregarias que evitan las cercanías de las islas. Los tiburones son especies transoceánicas. Son especies transzonales, migratorias, son especies que necesitan amplio movimiento marítimo para poder sobrevivir, subsistir, por eso habíamos planteado la ampliación marítima en su momento. 

¿Qué sucede alrededor de la isla y la reserva? 

A partir de la milla 40 que es el límite de la reserva marina ya es Zona Económica Exclusiva (ZEE) y ahí hay faenas de pesca poco controladas y de ahí viene aguas internacionales donde es peor el asunto. 

Efectivamente a partir de la milla 40 fuera del escudo protector de las islas que es corto, yo te puedo decir, que para que tengas una idea, desde San Cristóbal hacia el límite de la reserva marina hay dos horas de navegación en lancha. Desde Floreana al sur de la reserva marina hay dos horas y 20 minutos de navegación, tampoco es tan grande. Hay un mito de que la Reserva Marina de Galápagos es la segunda más grande del mundo. Ya no es. Eso fue hace 20 años o un poco más. Es indispensable una decisión país respecto a esto. 

Para entender el tema te doy algunas razones. Los sistemas de pesca que existían antes ya no son los de ahora que tienen unos sistemas satelitales con los que los bancos de peces no tienen mayor oportunidad de escapar. Ahora es una pesca teledirigida y ya no hay forma de que los bancos de peces escapen. 

Lo otro es que la flota marítima ecuatoriana atunera creció importantemente: el número de barcos, en el tamaño de los barcos, hay distintas artes de pesca esto implica mayor presión sobre la reserva marina. 

No hay una política de subsidios por lo tanto esa actividad pesquera está plenamente subsidiada y esto ocasiona que haya un incentivo hasta cierto punto perverso, no regulado, sobre esta pesca. 

Se hizo famosa la presencia del barco atunero chino en Galápagos pero la mayor cantidad de bancos que se encontraban pescando dentro de la reserva marina han sido ecuatorianos de la flota de Manta. Los ecuatorianos nos hemos convertido en exportadores ilegales de carne de tiburón y de aletas de tiburón.