La Junta Cantonal de Protección de Derechos de Quito La Delicia decidió que el Gimnasio Ecuador seguirá cerrado. Luego de dos días de audiencia de prueba —que comenzó en la mañana del martes 22 de junio y terminó en la tarde del 23 de junio— ratificó que el gimnasio no puede funcionar. “Eso quiere decir que sigue cerrado hasta cumplir varios protocolos que garanticen que sea un lugar seguro y el personal haya sido capacitado”, dijo la abogada Mayra Tirira, defensora de las mujeres que habrían sufrido agresiones sexuales en ese establecimiento cuando eran niñas, por parte del profesor Alcides Patiño. 

Otra de las resoluciones de la Junta, dijo Tirira, fue que la Asamblea Nacional deberá crear una Comisión Permanente para que haya una norma para los lugares de actividades extracurriculares (gimnasio, lugares de baile o modelaje, idiomas, pintura u otras actividades), a los que asisten niños, niñas y adolescentes. 

En el primer día de la audiencia de prueba, el 22 de junio, más de una docena de mujeres y hombres vestidos con blusas o pantalones rojos asistieron a las afueras del edificio de la Junta Cantonal de Protección de Derechos La Delicia, en el norte de Quito. Ahí, con carteles que decían “abrir el Gimnasio Ecuador deja a niñas inocentes en manos de un violador”, esperaron la resolución de la audiencia de prueba que se realizó para que el dueño del gimnasio, Alcides Patiño, demuestre que ese lugar ya es seguro para que las niñas vuelvan a entrenar gimnasia olímpica allí. 

Debes Saber

Las personas afuera del edificio de la Junta  sostenían un cartel fucsia con la frase “Seremos las Últimas”, nombre del colectivo de amigos y familiares de las mujeres que acusan a Patiño de haber cometido en su contra las agresiones sexuales. 

Ximena Caiza, la mamá de una de las mujeres que señala al  profesor como su abusador sexual, dijo: “El proceso en la Junta ayuda para que otras chicas también puedan contar su historia y puedan liberarse de esta presión, un sentimiento de culpa que no existe”. 

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El caso del Gimnasio Ecuador 

Alcides Patiño, profesor de gimnasia olímpica en el Gimnasio Ecuador, al norte de Quito, fue denunciado por cinco mujeres que dicen que cuando eran niñas fueron tocadas  en sus partes íntimas en contra de su voluntad. Eso, contar las mujeres, sucedía durante o después de los entrenamientos.  

Sus historias fueron reveladas en la investigación La rutina del terror, publicada el 10 de julio de 2019 en GK.  La investigación también demostró que no existe un control estatal para los lugares educativos privados, como el gimnasio donde habrían ocurrido los tocamientos, u otros espacios donde los niños van durante las vacaciones o después de la escuela, como sesiones de natación, clases de guitarra o de acuarela.

Luego de la publicación de la investigación, la Junta Cantonal de Protección de Derechos La Delicia dictó medidas de protección a favor de las mujeres. La Junta exigió el cierre del gimnasio hasta que haya las condiciones que garanticen “la integridad física, psicológica y sexual de las niñas”,  y ordenó el alejamiento inmediato de Alcides Patiño de todas las niñas y adolescentes que entrenaban en el gimnasio. También pidió que la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) de manera semanal, y por un periodo indeterminado, verifique que se cumpla la suspensión del funcionamiento.

Gimnasio Ecuador

Colectivo Seremos las Últimas. Fotografía de Mayuri Castro para GK.

Otros procesos abiertos

El 21 de junio de 2021 se realizó una audiencia para responder a las medidas de protección que había solicitado Alcides Patiño sobre las disposiciones de  la Junta Cantonal en 2019. Concretamente Patiño argumentó que el  hecho de que el gimnasio siga cerrado, vulnera su derecho al trabajo. La revisión de las medidas la hizo un juez de la Unidad Judicial de Tránsito de Quito, quien las negó. 

Silvia Bonilla, abogada particular de la Junta de Protección de Derechos La Delicia, dijo en un video de Twitter, que el juez resolvió que “no puede pronunciarse porque sería interferir en un nivel de autonomía de la junta y sería desnaturalizar las competencias específicas que tienen las Juntas Cantonales de Protección”.

El abuso sexual también fue denunciado en la Fiscalía y hay dos procesos abiertos. Uno inició por la denuncia de una activista que administraba un grupo de Facebook en el que dos mujeres denunciaron al dueño del gimnasio por presunto abuso sexual. El otro, por una denuncia de una de las presuntas víctimas que dio su testimonio para el reportaje de 2019. Ximena Caiza dice que el proceso ahí va lento sobre todo porque la pandemia no ha permitido que avance. Los procesos siguen en indagación —la instancia en la que la Fiscalía investiga los hechos que podrían ser los elementos de convicción que permitan deducir si hay un delito. 

¿Qué es la audiencia de prueba? 

La Junta Cantonal puede realizar una audiencia de prueba cuando identifica que hay hechos que deben ser probados, en este caso, el Gimnasio Ecuador debía probar que es un espacio seguro para las niñas y niños. En la audiencia, la Junta evalúa las pruebas presentadas por las partes. Las pruebas pueden ser rechazadas si hay duda en la honestidad, imagen, calidad de testimonio o declaración de un niño, niña o adolescente que viole sus derechos. 

Esta audiencia debe realizarse a más tardar dentro de cinco días hábiles luego de la audiencia inicial. La audiencia estaba convocada para el 20 de marzo de 2020, pero por las restricciones de la emergencia sanitaria no se realizó ese día.  Según la Guía de la aplicación para la Junta Cantonal de Derechos, la audiencia de prueba puede tener un solo receso de hasta tres días. 

Antes de la audiencia de prueba, en la Junta se realizó la audiencia de contestación, el 18 de febrero de 2020. Esta se realizó como parte del proceso administrativo que la Junta inició en julio de 2019. Alcides Patiño debía presentar pruebas de que el gimnasio es un espacio seguro para sus alumnas menores de edad, que cuenta con permisos municipales y que tiene profesionales que garanticen los derechos de las alumnas, pero tampoco logró demostrarlo.