Hoy, 15 de junio, Johanna Moreira, asambleísta por la Izquierda Democrática entregó a la Asamblea Nacional el proyecto de ley por la Salud e Higiene Menstrual. Su propósito dijo Moreira, “garantizar que las personas menstruantes tengan una menstruación digna con las condiciones adecuadas”.

Esta es una breve explicación de los aspectos más relevantes de la ley propuesta

¿Qué es la salud e higiene menstrual?

Es la relación de la menstruación con salud y bienestar, la igualdad de género y el ejercicio de los derechos de las mujeres, dice el Manual sobre higiene menstrual de Unicef.  La menstruación es un proceso biológico que empieza a los 12 o 14 años y termina en la menopausia entre los 45 a 55 años. Virginia Gómez de la Torre, directora de la Fundación Desafío que trabaja por los derechos reproductivos de las mujeres, dice que la falta de acceso a la salud e higiene menstrual hace que las niñas o mujeres del campo o que viven en pobreza usen productos de tela, papel que no garantiza su salud.

¿Cuánto gastan las mujeres en promedio en menstruar?

Un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung de Alemania de 2018 dice que en Ecuador las mujeres gastan un promedio de 42 dólares solo en toallas sanitarias al año. “Son uno de los costos directos del periodo”, le dijo a GK la doctora Ana Lucía Martínez, experta en género y desarrollo. 

Ese monto puede variar según el método de higiene escogido —toallas sanitarias, tampones o copas menstruales; una elección que depende de cada persona, su contexto económico, social y cultural. El precio de estos insumos varía dependiendo de su tipo, material, cantidad y marca. 

 Además, hay que sumar el costo de las medicinas para aliviar los dolores causados por los cólicos. 

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La economista Diana Morán le dijo a GK que el impacto económico de menstruar se siente especialmente en las familias pobres en las que hay dos o tres personas que menstrúan. La situación en la que las dificultades socioeconómicas impiden que una persona acceda a los productos que necesita para su ciclo menstrual, se conoce como “pobreza menstrual” y afecta a un problema que afecta a millones de niñas, adolescentes y mujeres en el mundo, según el Banco Mundial.  

¿Qué propone el proyecto de ley?

El proyecto tiene 19 artículos, una disposición transitoria y una disposición final. 

En términos generales, propone que las personas menstruantes puedan hacerlo en forma digna y equitativa en condiciones de higiene y salud —es decir, que tengan los insumos necesarios para atender su período menstrual. 

La ley se aplicará en todo el país y beneficiará a mujeres, niñas, adolescentes y personas menstruantes (las personas transgénero, intersex, personas no binarias).

La propuesta busca instaurar la gratuidad de los productos que se usan en el ciclo menstrual. El artículo 6 dice que en las unidades educativas, las universidades públicas, centros, subcentros de salud, cárceles deberá haber de forma “gratuita y permanente” productos como toallas higiénicas o tampones. 

Un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung de Alemania de 2018 dice que en Ecuador las mujeres gastan un promedio de 42 dólares solo en toallas sanitarias al año, poco más del diez por ciento de un salario mensual (en un país donde la tasa de empleo no pleno es del 25,9% dice el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).

El Ministerio de Salud deberá comprar y dotar de esos productos. Además, el proyecto propone que los productos de higiene menstrual estén dentro del cuadro básico de medicamentos y dispositivos médicos que se compra cada año. 

El cuadro básico de medicamentos es una lista de medicinas consideradas esenciales para la población de un país. “Si están en el cuadro de medicamentos básicos como un insumo esencial eso quiere decir que van a tener un costo mínimo y el Estado debe subsidiar el costo de las toallas sanitarias”, dice Virginia Gómez de la Torre. 

Gómez de la Torre sostiene que también debería haber una campaña de recuperación simbólica de este proceso fisiológico y natural que es la menstruación. La campaña debería estar ligada a la salud y el cuerpo de las mujeres, dice. 

El proyecto tiene 12 finalidades

—Que la menstruación sea un derecho libre y digno. 

—Garantizar la salud e higiene menstrual para contribuir al bienestar de las personas —menstruantes 

—Garantizar el acceso a elementos de gestión menstrual que hayan pasado procesos de calidad que no afecten a las personas. 

—El sistema nacional de educación promueve la educación en salud sexual, salud e higiene menstrual para reducir la deserción escolar o el ausentismo por la falta de medios para la higiene menstrual. 

—Crear programas de acceso a conocimientos e información sobre la menstruación

Trabajar  “en la erradicación de preconceptos y estigmas en relación a la menstruación”. 

—Crear espacios para dar información con evidencia científica sobre la salud e higiene menstrual. 

—Promover el uso de elementos reutilizables y amigables con el ambiente.

—Garantizar el acceso gratuito y equitativo a la salud menstrual y elementos para la menstruación (toallas higiénicas desechables o reutilizables, tampones, copas menstruales, esponjas marinas, ropa interior absorbente u otro producto que se use en el ciclo menstrual) de calidad, en especial para personas que viven en pobreza y pobreza extrema.  

—Que el personal de salud, de educación y de los gobiernos autónomos descentralizados se capaciten sobre este tema. 

—Promover la inversión del Estado en salud e higiene menstrual. 

—Que se realicen estudios y sobre la relación costo-eficiencia de los programas de salud e higiene menstrual. Propone que el Ministerio de Salud Pública recojan datos estadísticos sobre las personas menstruantes, esto para hacer políticas públicas y mejorar las condiciones de vida de ellas en la parte educativa, sanitaria, económica, social y ambiental. 

—Por último, propone que en situaciones de emergencias como terremotos o inundaciones u otras que sean desastres naturales, el Estado entregue kits de con productos para la higiene menstrual para las personas afectadas. 

Moreira dijo que el proyecto está siendo debatido con organizaciones y colectivos de mujeres. La propuesta será analizada por el Consejo de Administración Legislativa (CAL) del que también es parte la asambleísta Moreira. El CAL deberá calificarlo o no para que pase a una comisión para que lo analice y realice el primer informe para el debate en el pleno. 

Virginia Gómez de la Torre dice que la propuesta debe “ser más integral, no debe estar ligada al asistencialismo”. Para Gómez de la Torre se debería también trabajar en quitar el estigma de la menstruación que es discapacitante, que es una enfermedad. “No hablar de la menstruación con las niñas es exponerlas a un impacto psicológico porque ve que está sangrando y no sabe por qué”, le dijo Gómez de la Torre a GK en un reportaje de febrero de 2020. “Piensa que está enferma, piensa que se está muriendo. Hay unas experiencias tremendamente traumáticas en relación a la menstruación que no han sido avisada”, explica. En ese sentido, más allá de la gratuidad de productos, cualquier iniciativa legal sobre salud e higiene menstrual deberá considerar, también, la educación en esta materia.