Cientos de escuelas y colegios retomaron las clases presenciales ayer, 7 de junio de 2021. En Ecuador, el regreso a clases será paulatino y voluntario. El retorno a las aulas presenciales ha preocupado a algunos padres por temor al contagio de covid-19. Sin embargo, la evidencia científica demuestra que el riesgo de contagio y la tasa de mortalidad es menor en las personas menores de 19 años. 

Esteban Ortiz, médico investigador, dijo en su cuenta de Twitter que los beneficios de regresar a clases presenciales superan los riesgos. Ortiz acompañó su afirmación con un análisis de los datos de contagio y mortalidad por el virus en los niños, niñas y adolescentes en el país y en el mundo. Según las cifras publicadas por Ortiz, desde marzo de 2020 se han confirmado 29.673 casos de covid-19 entre personas de 5 a 10 años. “La tasa de ataque por 1.000 personas es mucho menor en este grupo etario que en todos los otros”, escribió Ortiz. Los contagios en niños y adolescentes representan el 6% de los contagios totales de covid-19 en el país. En cambio, el grupo de las personas de entre 20 y 40 años concentran el 60% de los casos

Ortiz explica que la tasa de mortalidad también es menor para los más pequeños. En el grupo etario de 5 a 19 años es de 2 por cada 100 mil personas. En los adultos jóvenes esa cifra sube a 33 por cada 100 mil. Mientras que en adultos —de entre 30 y 59 años— es de 375 y en adultos mayores de 1.680 por cada 100 mil personas. 

Esos datos coinciden con el análisis del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) que dice que las personas de entre 18 y 29 años tienen 10 veces más probabilidades de morir que aquellos que tienen entre 5 y 17 años. Esas probabilidades aumentan hasta más de 130 para quienes tienen más de 40.  

Otros países como Francia, Alemania y el Reino Unido ya han regresado progresivamente a las clases presenciales. En el Reino Unido 9 millones de estudiantes regresaron a la escuela en marzo de 2021. Según un estudio publicado por el gobierno el 3 de junio, en esos meses hubo “un incremento muy pequeño” de contagios en casos entre el grupo de 5 a 9 años y en el de 10 a 19 años. 

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Desde que abrieron las escuelas, en el Reino Unido también se ha implementado “un intenso programa de pruebas” para detectar los casos entre los maestros y estudiantes, según el gobierno de este país. El plan del Ministerio de Educación de Ecuador para el regreso a las clases presenciales incluye un “protocolo para el cuidado de higiene”. Tiene lineamientos para mantener el distanciamiento físico, lavado de manos y desinfección de las áreas. Sin embargo, el documento no dice si se harán pruebas para monitorear los contagios entre el personal ni los estudiantes. 

Daniel Simancas, epidemiólogo e investigador de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), dijo en una entrevista con GK que cree que el gobierno “tomó una decisión apresurada” porque no considera datos científicos ni pruebas PCR para detectar el virus. Además, dice que el plan es “muy poco técnico y detallado que nos hace pensar que esto es una novelería más”. 

Esteban Ortiz dice que las pruebas de diagnóstico no se las debe hacer como tamizaje (es decir si no existe ningún síntoma o caso sospechoso). Ortiz dice que se debe hacer un monitoreo de los niños en la escuela que debe estar incluido en el plan piloto de cada institución educativa. También dice que depende de si los padres “están conscientes de la ruta y del mecanismo de acción a tomar de tener alguna molestia relacionada al covid-19”. Ortiz dice que si hay un caso sospechoso, debería ser identificado por el padre antes de enviar a la escuela al niño. El padre debe seguir esa “ruta de emergencia” y saber a qué subcentro de salud o laboratorio llevar a su hijo para que le hagan la prueba. Ortiz dice que si se confirma, se debe poner en cuarentena al curso y tomar las medidas correspondientes ante ese posible contagio. Sin embargo, no recomienda hacer pruebas masivas sin una razón.

Simancas también dijo en la entrevista a GK que al aprobar los protocolos del Ministerio de Educación tampoco se consideraron preguntas básicas como si se va a proveer de mascarillas o alcohol o cómo se han adaptado las aulas para tener la ventilación adecuada de los espacios. Simancas dice que tampoco se ha considerado qué pasa si una persona da positivo al virus que produce el covid-19 y es necesario hacer pruebas de forma masiva al resto de estudiantes. 

Aunque la evidencia demuestra que los contagios y las muertes en los niños son menores que en los adultos, se ha advertido que los niños sí se contagian de covid-19, y se enferman. “Los niños estadísticamente no tienen una enfermedad grave (pero) pueden tenerla”, según el doctor Antony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. Fauci dijo que los niños sí transmiten el virus. Según él, aunque puede que no lo transmitan “a ciertos niveles de forma tan eficiente” como en el caso de las multitudes o en otras actividades que hacen los adultos, son parte de la cadena de transmisión del virus. Sin embargo, Fauci también ha apoyado el regreso progresivo, controlado y seguro a clases presenciales. 

En el país, hay 1.300 instituciones que ya pueden iniciar clases presenciales como parte de un plan piloto de continuidad educativa aprobado por el Ministerio. Pero de esas 1300 no todas cambiarán su modalidad. Algunas, dijo Brown, optarán por mantenerse en educación a distancia. En la Sierra y la Amazonía solo asistirán a clases hasta el 30 de junio, cuando se termina el año escolar en estas regiones. “Creo que un control y un manejo estricto, así como un seguimiento y un levantamiento de datos de estos planes piloto puede ser positivo para el regreso a clases en septiembre (cuando comienza el año lectivo en la Sierra y Amazonía)”, dijo Ortiz en un video publicado ayer en su cuenta de Twitter. Según él, los planes piloto son una oportunidad para obtener datos y “tomar decisiones basadas en evidencia local”. Así, dijo, se podrá tener un manejo más seguro de la pandemia. 

Ortiz recomienda que los padres que no estén seguros de enviar a sus hijos a clases presenciales sigan esta lista del CDC.  Incluye preguntas sobre cuánto saben los padres del plan piloto de la escuela y qué tan satisfechos están con la comunicación que ha tenido la institución. “Eso puede ayudar a tomar la decisión que es voluntaria”, dice Ortiz. El médico dice que la decisión también dependerá de si los padres saben que sus hijos pueden usar mascarilla correctamente y por un largo tiempo, si están conscientes de qué es el covid-19 y si los pequeños tienen la capacidad de seguir instrucciones. “Si no tienes todo eso el padre puede tomar la decisión de no enviarlo a clases y tendrá que continuar aprendiendo en línea”, dice Ortiz.