Ayer, 5 de junio, en el Día Mundial del Medioambiente, Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, presentó la política pública sobre el medioambiente. En ella propone aplicar el acuerdo de Escazú, promover el acceso al agua y considerar al desarrollo sostenible como prioridad nacional. Además, se cambió el nombre del Ministerio de Ambiente por Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica. 

Esta es una breve explicación de qué es la transición ecológica. 

Según un boletín del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, una transición ecológica es aplicar mecanismos hacia economías climáticas neutras de una forma equitativa—compensar la emisión de gases de efecto invernadero con proyectos de protección del clima, por ejemplo. El boletín dice que el cambio debe ser hacia un modelo que no solo reduzca la afectación ambiental, sino que impulse procesos regenerativos de los recursos naturales, que puede ser la recuperación de espacios terrestres o fluviales o el control de especies invasoras. El boletín del Ministerio no especifica qué procesos regenerativos realizará.  

En el evento de la presentación de las políticas públicas, Guillermo Lasso dijo que “La transición ecológica no es un impedimento al desarrollo, sino todo lo contrario. Es conocimiento, prosperidad, empleos, salud y sobre todo fuente de una vida mejor. Es transitar hacia formas de producción circulares inagotables y regeneradoras. Es crecer con industrias limpias conectadas a las nuevas tecnologías”. 

La transición ecológica es una “expresión bastante vaga e imprecisa” dice Ernest García, investigador del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de Valencia, en el artículo La transición ecológica: definición y trayectorias complejas. García dice que es un término político, al igual que “desarrollo sostenible, economía circular, transición energética o modernización ecológica”. Desde junio de 2018, en España se ha comenzado a hablar de transición ecológica, con la creación del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que dicta políticas sobre el cuidado del medioambiente. 

García dice que la transición ecológica es un eventual proceso de cambios en los sistemas de producción y consumo. Ese proceso de cambio debe hacerse en las instituciones sociales y políticas y en las formas de vida y los valores de la población. La transición debe llevar de la situación actual, demasiado costosa ambientalmente y llena en consecuencia de riesgos excesivos, a una situación futura ambientalmente sostenible, compatible con la capacidad del planeta.

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La transición ecológica no es una “modificación trivial, automática o rutinaria” dice Ernest García en su artículo. La transición es el cambio más sustancial, una modificación que afecta a un modelo. En este caso la transición ecológica sería pasar a un modelo más ecológico del que ya existe, dice el autor. 

Para Tarsicio Granizo, exministro de ambiente y actual director país para el World Wildlife Fund (WWF)-Ecuador, no está claro de qué se tratará la transición ecológica en el gobierno de Lasso, porque el gobierno no lo ha explicado con precisión. Sin embargo, Granizo dice que la transición ecológica “sería un cambio de modelo de desarrollo hacia un modelo de sostenibilidad, si la idea del gobierno es ir hacia allá me parece excelente”. Granizo dice que ese cambio se podría referir al cambio del modelo extractivistas, un cambio energético, la descarbonización de la economía, utilizar menos combustibles fósiles para el transporte, producir sin deforestación, dejar de depender de los recursos no renovables como la minería y el petróleo, “el gobierno debería explicar un poco mejor  por donde va a ir esta transición”, dice. 

Según Nathalie Arias, asambleísta nacional por el movimiento CREO, organización política oficialista, dice que la transición ecológica es “Conducir al Ecuador hacia el objetivo de ser carbono neutro para el 2050” y “Establecer como prioridad nacional al desarrollo sostenible, para así mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y el cuidado del medio ambiente.”

Walter Bustos, asesor ambiental y exdirector del Parque Nacional Galápagos, explica que el desarrollo sostenible es un conjunto de elementos que van más allá de lo institucional. Bustos dice que el desarrollo sostenible tiene que ver con la biodiversidad, con la protección de océanos, es decir con el cumplimiento de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. 

“Me cuesta un poco entender hacia dónde se van a apuntalar, porque desarrollo sostenible puede ser cualquier cosa”, dice Bustos. Según el experto, en Ecuador la política ambiental es distinta a la condición económica porque en el plan de gobierno de Lasso propone “una apertura completa a la explotación petrolera” y ayer propuso el cuidado del medioambiente como una política pública. 

Ecuador es el primer país en hacer políticas públicas sobre transición ecológica, dijo Lasso. Pero también hay otros países como México y Chile que impulsan la transición. En julio de 2020, el gobierno de México publicó siete transiciones ambientales para garantizar el ambiente sano y el bienestar de las personas, que son alrededor del manejo responsable de la provisión de alimentos, derecho al agua como el rescate de ríos, entre otros. Desde 2016, Chile ha estado trabajando en el diseño de políticas públicas que fomenten la transición ecológica con justicia social, dice la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).