En Galápagos encontraron una tortuga gigante que se creía extinta hace más de 100 años. El Ministerio de Ambiente y Agua lo confirmó. La tortuga que fue encontrada en febrero de 2019 en la isla Fernandina —la tercera isla más grande del archipiélago y donde se encuentra el volcán La Cumbre, uno de los más activos del mundo—. El reptil es de la especie Chelonoidis phantasticus.

En Galápagos viven cerca de 12 de las 15 especies de tortugas gigantes que existen en el mundo. La depredación humana terminó por extinguir a tres de esas: la de Floreana (Chelonoidis elephantopus),  la de Santa Fe (Chelonoidis sp) y la de Pinta (Chelonoidis abingdoni). Según el Parque Nacional Galápagos, las poblaciones de tortugas gigantes fueron devastadas en el siglo XIX por la explotación por balleneros y bucaneros. Además, pudieron haber sido afectadas por las erupciones volcánicas a lo largo de los últimos siglos. Se estima que actualmente en las islas hay 60 mil espécimenes de tortugas gigantes. 

La investigación de la tortuga encontrada en 2019 estuvo a cargo de la Doctora Gisella Caccone y su equipo de genetistas de la Universidad de Yale de Estados Unidos. Para determinar que era de la especie Chelonoidis phantasticus, los científicos compararon el ADN de la tortuga con la de otro espécimen que fue encontrado en 1906 por la Academia de Ciencias de California. Tras la investigación se determinó que pertenece a la especie que se creía extinta. 

Gustavo Manrique, ministro del Ambiente y Agua, dijo que “una vez más” se ratifica la razón de por qué Ecuador es “uno de los países más megadiversos del mundo, una razón más para que los turistas nos elijan como su principal destino natural”. El director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda, dijo que “este descubrimiento sin duda renueva nuestra esperanza de recuperación de esta especie, a fin de evitar un destino similar al del Solitario George”, el último macho e individuo conocido de la especie Chelonoidis abingdoni que murió en junio de 2012. 

Para María Elena Barragán, herpetóloga con 30 años de experiencia en proyectos de conservación de reptiles,  el hallazgo es una buena noticia. Barragán dice que compromete a biólogos, personas de la sociedad civil y gobierno a cuidar las islas. Pero la herpetóloga dice que la conservación de esta especie no es un tema fácil, que se puede manejar en uno o dos días. Barragán dice que lo que se debería hacer ahora es implementar un plan de reproducción, pues estas especies alcanzan su madurez reproductiva entre los 20 y 25 años, edad en la que las especies pueden tener crías. Hasta el momento se desconoce qué edad tiene la tortuga encontrada en la isla Fernandina.  Para Barragán, los procesos para tener las posibles crías “van a ser complejos y costosos”. La herpetologa dice que es probable que se requiera de programas de fertilización artificial para conservarla. Además, según ella, uno de los retos más importantes será cuidar el ecosistema para que el reptil sobreviva en un ambiente limpio y libre de contaminantes.

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Después del hallazgo, guardaparques y científicos de Galapagos Conservancy, a través de la Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI por sus siglas en inglés), tienen planificada una segunda expedición a la isla Fernandina. En el segundo semestre de 2021 visitarán las zonas donde se ha encontrado indicios de la presencia de esta especie de tortuga.

El Doctor James Gibbs, vicepresidente de Ciencia y Conservación de Galapagos Conservancy y experto en tortugas de la Universidad Estatal de Nueva York, dijo que necesitan buscar con urgencia otras tortugas de la misma especie. “Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina”, según Gibbs. El experto dice que el redescubrimiento de esta especie perdida puede haber ocurrido “justo a tiempo” para salvarla. 

Galápagos es uno de los lugares más biodiversos y ha recibido varios reconocimientos por ese motivo. En 1959 fueron declaradas como Parque Nacional. Diecinueve años después, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las declaró Patrimonio Natural de la Humanidad y, en 1985, Reserva de Biósfera. Incluso en 1986 el mar que rodea a las islas Galápagos fue declarado Reserva Marina.