Hoy, 24 de mayo, Guillermo Lasso Mendoza se posesionó como Presidente Constitucional de la República del Ecuador. La ceremonia de transmisión de mando se dio en un ambiente distinto al habitual como consecuencia de la pandemia del covid-19: abundaban las mascarillas y los asistentes mantenían distancia física, como parte de los los protocolos de bioseguridad ordenados por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE). Otras cosas, sin embargo, no cambiaron. El formal protocolo de la transmisión de mando incluyó el discurso del nuevo presidente y, también, de Guadalupe Llori, presidenta de la Asamblea. 

Llori fue la encargada de abrir  la ceremonia y su discurso recorrió el pasado, reflexionó sobre la democracia, la protesta social (y su criminalización) y ofreció gobernabilidad al presidente Lasso.  Tras dar la bienvenida a los asistentes dijo con tono firme  que hoy era un “día de de celebración histórica, de independencia del Ecuador”, porque “después de más de una década, se respira a libertad y democracia en un cambio de mando” porque en la Asamblea y el Ejecutivo no estarán “lideradas por personas de una misma línea política”, dijo en clara referencia a la sucesión de presidentes de Alianza País, la otrora poderosa organización política liderada por Rafael Correa. Llori dijo que esa diferencia de partidos en las dos cabezas de las funciones estatales reflejan “un país con democracia plena, en el que se convive en la diversidad, se toman decisiones con base a acuerdos sin temor a expresarse”.

Llori dijo que esperaba  una “cultura de reconciliación y respeto mutuo” para “dejar atrás la costumbre de las mayorías y las minorías” porque el trabajo de los 137 asambleístas “es legislar para la vida”. Llori dijo que no “izquierda” ni “derecha” eran malas palabras. “El verdadero peligro estará  en las plabras nefastas y actitudes perversas como la corrupcion, la impunidad,  el autoritarismo, la discriminación y la xenofobia, ·dogmatismo, colonizar  a quien piensa diferente”, dijo la presidente de la Asamblea, que pertenece al partido de raíces indígenas Pachakutik, una de las fuerzas dominantes en el legislativo ecuatoriano.  

Llori dijo que esa cultura de reconciliación se evidenciaba en “un hecho inédito e histórico”: que una  mujer amazónica haya llegado a la presidencia del parlamento diverso y pluralista”. Lograrlo fue  gracias a la “unidad en la diversidad política de la Asamblea” —Llori fue escogida en la reinstalación de la sesión inaugural, después de que la alianza entre el Partido Social Cristiano (PSC), la colación correísta Unión por la Esperanza (UNES) y CREO se rompiera porque el partido de gobierno se abstuvo de votar por el candidato a la asamblea de PSC, Henry Kronfle. En medio de los reclamos de los aliados socialcristianos y correístas, CREO formó una nueva alianza com Pachakutik, la Izquierda Democrática y legisladores independientes (con los que CREO luego formó la Banca de Acuerdo Nacional, BAN). 

Ante esa confrontación, Llori dijo que la Asamblea “no está para avivar pugnas mezquinas con el gobierno nacional sino para liderar y  generar acuerdos por la prosperidad del país”. Llori, una mujer de la provincia amazónica de Orellana, motor petrolero del país, dijo que los “primeros 100 días de gobierno  serán  crear una hoja de ruta para los próximos cuatro años, para legislar, para reactivar la economía, combatir el covid y generar empleo”, y aseguró que los  proyectos de ley que se aprueben deberán garantizar los derechos de los grupos más vulnerables de la sociedad, niños, niñas, mujeres, pueblos, nacionalidades, entre otros. “En Ecuador está en marcha un encuentro por la gobernabilidad, transparencia, democracia, participación ciudadanía», dijo la presidenta del Legislativo. 

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Antes de finalizar su discurso Guadalupe Llori se dirigió al presidente y jefe de Estado y gobierno, Guillermo Lasso. Le dijo que  “la participación de todos los sectores en los debate de política pública permitirán buscar soluciones que no afecten al pueblo o que limiten sus derechos”, y le ofreció las condiciones para la atracción de inversiones, garantizando un Estado de Derecho, diferenciando los poderes y junto a legislación moderna se favorezca la creación de empleo y un salario justo. “Hoy surge la posibilidad real de crear un país nuevo, que reconozca en sus sentido más puro la riqueza de un Estado Plurinacional, que valore la ciudadanía sin dejar de integrarnos con el mundo”, dijo Guadalupe Llori, asambleísta de Pachakutik por la provincia amazónica de Orellana, que fue elegida como presidenta de la Asamblea el 15 de mayo de 2021 , con 71 votos.