Médicos y enfermeras ecuatorianos denuncian que en el Sistema de Salud Pública no hay recursos de protección como mascarillas o guantes y en algunos hospitales tampoco tienen jabón e insumos básicos para prevenir el contagio del Covid-19. Los médicos que denuncian esta situación temen contraer el virus. 

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Los insumos de protección que los trabajadores de la salud necesitan son batas y trajes quirúrgicos descartables, trajes blancos antifluidos, gafas de seguridad, mascarillas y gorros quirúrgicos, mascarillas N95, entre otros. Las mascarillas N95 son herméticas, de un material más duro y por tanto resistentes a los fluidos. Según algunos médicos que pidieron no ser identificados por temor a despidos y represalias, los insumos que hay en hospitales de Quito, Mejía, Guayaquil y Machala son distribuidos al personal más expuesto como aquel que trabaja en emergencias, unidad de cuidados intensivos y neumología. 

Para las demás áreas el acceso a esos insumos incluídos el alcohol, el gel antibacterial está limitado, dicen. “La tensión que nosotros vivimos es bastante fuerte, porque no estamos dotados de los insumos necesarios”, dice un médico que estuvo de turno el 19 de marzo de 2020, en el área de neumología en uno de los hospitales públicos, y agrega que por la falta de recursos tuvo que atender solo protegido con una mascarilla, guantes y el mandil.  

Los médicos tienen temor a las represalias por hacer pública la situación de la falta de insumos en los hospitales. En redes sociales circuló una foto de un comunicado del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), hospital que pertenece a la red del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el comunicado dice “cualquier opinión falsa que se genere por redes sociales y otros medios de comunicación, por parte de funcionarios médicos, administrativos no autorizados o personas externas será remitidos a la Fiscalía General del Estado, para que se investigue el grado de responsabilidad a la que puede conllevar la alteración a la seguridad nacional”. Iván Cevallos, exdirector del HCAM y docente de la Universidad San Francisco de Quito, opina que los comunicados enviados a los trabajadores del hospital son una amenaza directa, “es un atropello a la libertad de expresión”. Cevallos dijo que ha tenido contacto con enfermeras, médicos, personal de limpieza, de lavandería y administrativos del hospital, “todos tienen claro que les falta atención”.  

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En la respuesta a un pedido de información del 20 de marzo, el Ministerio de Salud Pública informó que tiene más de 42 mil batas quirúrgicas, cerca de 10 millones de guantes para examinación y guantes quirúrgicos, un millón de mascarillas quirúrgicas y 44 mil mascarillas N95. Sin  embargo, el Ministerio no especifica si esa cantidad es suficiente para todos los profesionales de salud que trabajan en los hospitales públicos y están atendiendo la emergencia sanitaria.  

En una rueda de prensa virtual del 20 de marzo de 2020, la entonces ministra de Salud, Catalina Andramuño dijo que desde enero de 2020 los hospitales tienen el presupuesto asignado para comprar insumos de protección. “Tiene abastecimiento por tres meses”, dijo. 

Al día siguiente, Andramuño renunció a su cargo. En su carta de renuncia, dijo que el Ministerio se había preparado desde diciembre de 2019 para atender la emergencia, pero “sin recursos es complicado”. Andramuño dijo también que según la información del Coordinador General Administrativo Financiero del Ministerio de Salud hasta ese día no recibía “la asignación presupuestaria de la autoridad competente, para el manejo de la emergencia”. Iván Cevallos dice que Andramuño no presentó un plan de contingencia para enfrentar el covid-19 a tiempo porque “el presupuesto se lo estaban entregando, pero tenía que haber cumplido toda la ejecución presupuestaria previa”, dice. 

En su cuenta de Twitter, el vicepresidente Otto Sonnenholzner dijo que los recursos económicos estarán disponibles para comprar los equipos de protección necesarios para afrontar la crisis y proteger al personal de salud. La tarde del 20 de marzo, el Vicepresidente ordenó por Twitter a la exministra de Salud que verifique que los hospitales tengan los implementos de seguridad necesarios. Tre días antes, en una cadena nacional, Sonnenholzner  dijo “estamos abastecidos, estamos bien”.

El nuevo ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos dijo en su primera rueda de prensa virtual que el Ecuador tiene 121 millones de dólares para enfrentar la emergencia. Ese dinero se invertirá para la compra de insumos médicos y equipos de protección para el personal de salud pública y otras acciones como habilitación de hospitales ambulatorios, dijo Zevallos. 

Según, la Organización Mundial de la Salud (OMS) el equipo de protección personal ayuda a reducir la propagación del covid-19 para los médicos que atienden pacientes con sospecha de contagio o pacientes que tienen el virus. La OMS dice, además, que el equipo de protección debe utilizarse de forma correcta y los médicos deben estar capacitados en eso. 

Sonnenholzner dijo el sábado 14 de marzo, que todos los profesionales de la salud pública y privada deberán aprobar en línea el programa de la Organización Mundial de la Salud para la emergencia del covid-19. Además, dijo que los miembros de salud pública están obligados a atender a todos los pacientes. Los que no cumplan con esa obligación, serán sancionados, dijo, la sanción podría ser impedir que en el futuro trabajen en el sector de la salud. 

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Sin embargo, en un hospital público de Quito la entrega de las gafas, mascarillas o el traje blanco solo es para el personal que toma muestras o está en contacto directo con pacientes. A los demás trabajadores no les entregan los insumos, “dicen que no necesitamos por que no hay contacto”, dijo uno de los profesionales de ese hospital en condición de anonimato. 

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La falta de insumos en el sector de salud no es un problema nuevo, dice Érika Arteaga Cruz de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social —una red global de médicos, y académicos preocupados por la salud pública. “Esto ya sucede cuando los médicos deben atender casos de dengue o enfermedades estacionales”, dice. En febrero de 2020, Arteaga estuvo en el Centro de Salud de El Edén en la provincia amazónica de Orellana, y dice que no había medicamentos desde noviembre de 2019. “Tampoco hay mascarillas o guantes”, dice. 

Los médicos que denuncian y también piden anonimato dicen que las autoridades administrativas por orden verbal del Ministerio de Salud les prohibieron utilizar mascarillas N95. Hay algunos médicos que han usado la misma mascarilla y la misma bata por una semana, dicen, porque “no contamos con el stock suficiente de mascarillas ni prendas de protección”. Para atender los casos directos solo están protegidos por una bata azul, un gorro, una mascarilla normal, además las gafas son reutilizables. La experta en salud pública Doménica Cevallos dice que podría haber infección cruzada si los médicos no tiene el equipamiento de protección, “los médicos van a sus casas y pueden contagiar a sus familias”, dice.  

Cevallos explica que es vital “dar equipamiento a los médicos: la mascarilla, las gafas, la bata, las gorras, y la mascarilla N95 para el personal que tiene contacto con la unidad de cuidados intensivos o infectología”.  La experta dice que hay que evitar el escenario que planteó el vicepresidente Sonnenholzner en una cadena nacional en la que dijo que si los casos empiezan a dispararse “haremos un llamado para que se sumen a la fuerza de salud, a los médicos que estén por graduarse y posiblemente en un caso más extremo a quienes se hayan retirado de la profesión”.  

Xavier Maldonado, médico familiar, dice que en el caso de necesitar más médicos sería un error poner a los médicos jubilados al frente, porque al ser ancianos o en algunos casos hipertensos, son parte del grupo de mayor riesgo de contagiarse del covid-19. Los médicos jubilados están realizando telemedicina en sus casas y los estudiantes de último año de medicina atienden a los pacientes a través de la línea 171, según dijo el 23 de marzo, el Ministro de Telecomunicaciones, Andrés Michelena.  

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Hasta el 26 de marzo de 2020, los médicos que denuncian esta falta de insumos, dicen que la situación sigue igual. “Los médicos y médicas que trabajan en primera línea (en primer nivel captando casos) o los internos e internas que transportan muestras no tienen equipos de protección”, dijo una fuente que pidió anonimato.  Otro dijo “Ojalá que, a raíz de esto, el sistema de salud mundial se fortalezca y el personal médico, enfermeras y auxiliares, seamos reconocidos de una manera adecuada”, dice otro de los médicos que denuncian la falta de insumos y garantías de protección en el sistema de salud del Ecuador.