No firmes contratos. No compres electrónicos ni nada que tenga partes movibles o engranaje. No te sorprendas si hay problemas con tu correo o si tienes contratiempos cuando estás en tránsito. Y cuidado: es muy probable que se te olvide algo, ya sean tus anteojos o tu teléfono.

Es el consejo que los astrólogos suelen dar cuando el planeta Mercurio está retrógrado, como este año, y durará hasta el 28 de marzo. La frase se ha vuelto una explicación, casi de chivo expiatorio, para las cosas descompuestas.

Los verdaderos científicos sí señalan que cualquier movimiento “retrógrado” de Mercurio no es más que una ilusión óptica. Y disputan enfáticamente la creencia base de la astrología de que el movimiento de los planetas puede influir en lo que sucede en la Tierra. De hecho, los estudios al respecto han demostrado que no hay correlación entre lo que pasa en los planetas y lo que le pasa a la gente.

el planeta mercurio

Imagen cortesía de la El planeta Mercurio se ve muy hermoso, pero no tiene ninguna influencia en nuestra vida. NASA/Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins/Instituto Carnegie de Washington

Los astrólogos y sus legiones de seguidores leales no han sido persuadidos.

Pero dos astrólogos prominentes dijeron que en la cultura popular se exagera el caos que puede causar el movimiento en Mercurio.

Susan Miller, la dirigente del sitio Astrology Zone, dice que los titulares que aconsejan cómo “sobrevivir” el retrógrado son extremos.

“No es una tragedia”, dijo Miller. “Es una molestia”.

Chani Nicholas, quien añade a sus escritos temas políticos y sociales, dijo estar de acuerdo con Miller. “Le ponen demasiado énfasis por lo general”.

Sugieren ser cautos pero no entrar en pánico. Por ejemplo, puede que sí tengas que comprar algún electrónico cuando Mercurio sigue retrógrado y eso está bien.

“Solo guarda el recibo”, aconsejó Nicholas.

Mercurio es el planeta más cercano a la Tierra y tarda solo 88 días en orbitar el Sol, considerablemente menos que los 365 días que demora en hacerlo nuestro planeta.

Rick Fienberg, portavoz de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos, con sede en Washington, sugiere imaginarse a Mercurio como un auto de carreras en el carril de alta velocidad y a la Tierra como un vehículo en un carril algo más apartado en un circuito ovalado. Mercurio va más rápido y además debe viajar una distancia menor.

mapa de Mercurio

Un mapa de Mercurio, hecho con imágenes de la misión Messenger. Imagen de la NASA/Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins/Instituto Carnegie de Washington.

Ahora, en cuanto a su dirección: si los planetas son vistos desde el hemisferio norte, la mayoría de las veces parecen ir de izquierda a derecha en el paisaje estrellado durante un periodo de varias semanas. (Es difícil, además, ver a Mercurio desde aquí; solamente es visible alrededor del amanecer y el atardecer).

Pero tres o cuatro veces cada año sucede una ilusión óptica: parece que Mercurio está yendo al revés. Sucede cuando el planeta pasa entre la Tierra y el Sol para “rebasar” a nuestro planeta. Eso es Mercurio retrógrado y dura unas tres semanas cada vez. La siguiente ocasión empieza el 7 de julio.

“Básicamente nos está sacando vueltas”, dijo Fienberg, de la sociedad astronómica. “Se acerca y nos pasa de largo”.

El efecto visual resultante es parecido al de acelerar para rebasar a otro auto: por un momento parece que ese vehículo va más lento, pero en realidad está manteniendo la misma velocidad.

La popularidad de la astrología se ha disparado en los últimos años, sobre todo entre las comunidades jóvenes, femeninas y queer en la web. Miller ha dicho que su sitio recibió 300 millones de visitas tan solo en el último año. Y comentó que espera que este 2019 haya más visitas por la preocupación por Mercurio retrógrado. (Las búsquedas del término han aumentado considerablemente desde 2013, según datos de Google).

Digamos que es un signo de nuestros tiempos.

“El aumento meteórico de las prácticas de nueva era son algo de moda, pero también una manera en la que los milénials demuestran que el sistema actual no funciona”, escribió Krista Burton en un artículo de opinión de The New York Times del año pasado. “Estamos probando cosas nuevas que en realidad son antiguas; buscamos ver qué haría la vida más significativa, más llevadera”.

Pero la astrología a veces es ridiculizada o vista con desagrado por científicos y no creyentes. Nicholas dijo que ella está muy a favor de la ciencia y sus métodos y que se siente confundida por la reacción tan negativa entre algunas personas respecto a la práctica.

“Es una pérdida de tiempo pasársela odiando a la astrología, porque no vamos por el mundo con la intención de herir a nadie”, dijo.

La Junta Nacional de Ciencia de Estados Unidos, que presenta reportes bianuales al congreso de ese país respecto a las ciencias e ingenierías, incluye en esos informes las actitudes hacia la “seudociencia”. En el reporte más reciente encontró que los jóvenes son menos propensos a rechazar la astrología: el 54 por ciento de los estadounidenses que tienen entre 18 y 25 años opinaron que la astrología “no tiene nada de científico”, mientras que opinaron lo mismo el 53 por ciento de quienes tienen de 25 a 34. El promedio nacional para la encuesta fue un 60 por ciento que considera nada científica a la práctica.

Una encuesta de adultos estadounidenses del Centro de Investigaciones Pew arrojó el año pasado que el 37 por ciento de las mujeres y el 20 por ciento de los hombres creen en la astrología. La cantidad más alta fue entre el grupo etario de 30 a 49 y la segunda más alta para los estadounidenses de 18 a 29.

Claro que muchas personas suelen revisar los horóscopos sin realmente acoger todas las enseñanzas astrológicas. Y usar la frase “Mercurio retrógrado” sí es útil para describir, quizá con tono de broma, por qué algo salió mal.

Miller y Nicholas dijeron que hay aspectos positivos de Mercurio retrógrado y que esta es una buena oportunidad para reflexionar y reagruparse. Nicholas, por ejemplo, comentó que ella aprovechará hasta el 28 de marzo para terminar las revisiones de su libro sobre la astrología, a publicarse en diciembre.

“Lo que sí me ocupa es que la gente tenga acceso a las terapias y prácticas que sean sanadoras para ellos”, dijo Nicholas. “Si la astrología no lo es, genial. Que busquen otra”.


©The New York Times 2019

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Karen Zraick
Reportera y editora en la sección Exprés del New York Times.
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