San Valentín o el Día del Amor y la Amistad, como también es conocido, se celebra en varios países el 14 de febrero. Es una fecha para demostrar el cariño que se tiene a las personas cercanas.
Esta tradición, como muchas otras, es de origen católico, y se debe a un sacerdote romano del siglo III llamado Valentín. Este sacerdote, en secreto, casaba a las personas jóvenes de la época durante la prohibición impuesta por el gobernador Claudio II, del Imperio Romano, quien creía que los hombres solteros eran mejores soldados que los casados.
En este día las personas acostumbran regalar flores, chocolates, globos, dulces, perfumes, joyas, entre otras cosas, a sus seres queridos. No obstante, muchos de estos regalos son de materiales no reciclables que acaban en los desechos de basura y, en el caso de los globos y otros materiales plásticos, en el mar.
Celebración que deja huellas
Según la página nuestro clima, el costo que tiene únicamente la industria de rosas a nivel mundial, que incrementa para este día, es de aproximadamente, 64,5 mil millones de euros.
El costo ecológico, sin embargo, es mayor, ya que cada flor cortada puede llegar a emitir hasta tres kilos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Además de la contaminación del aire por el CO2 también se contamina la tierra por el uso de plaguicidas y de químicos tóxicos como el bromuro de metilo, que es cinco veces más dañino que el CO2, según un artículo de la página Consumer. El bromuro es usado como fumigante en la agricultura.
También son necesarios 10 litros de agua para que una sola flor alcance su tamaño ideal. Esto ha provocado que en varias regiones los humedales se vean afectados. A esto hay que sumar las altas emisiones de CO2 producido por los medios de transporte, aéreos, terrestres o marítimos que son usados para llevar las rosas de un sitio a otro.
Cristina Cely, activista ambiental, menciona que “fechas especiales como esta son las que generan más desechos sólidos no reciclables”. Muchos de estos terminan en basureros y algunas de las cosas plásticas en el mar.
Últimamente están de moda los peluches dentro de grandes globos con picadillo o pequeñas cosas envueltas en plástico o espuma flex para que no se rompan. Pero muchas veces estos plásticos son de un solo uso y demoran más de 100 años en biodegradarse.
Fresas en palitos plásticos, pasteles dentro de contenedores plásticos, carteles enormes con dedicatoria fomentan la contaminación ambiental. Cely comenta que “sería ideal buscar alternativas de papeles que hayan sido reciclados, como el papel periódico para la envoltura de regalos”.
También destaca la importancia de regalar algo que pueda ser utilizado más de una vez y “darle el significado al regalo que hacemos más que el que compramos«. Alejandra Larrea, estudiante universitaria, se une a este pensamiento y menciona que se trata de “regalos dedicados, más que universales”, en referencia a los regalos comunes que se consiguen en las tiendas.
A continuación, una lista de regalos amigables con el medio ambiente que se pueden entregar este San Valentín:
Regalos materiales
Los regalos hechos a mano siempre son una buena opción; además, usar papel reciclado para envolver las cosas puede resultar incluso divertido. ¿Has imaginado cómo se vería un regalo envuelto en planos arquitectónicos o en tus apuntes de clase o trabajo que ya no usas? Definitivamente va a llamar la atención.
Otras opciones son:
- Consumir de tiendas locales o emprendimientos artesanales
- Algo hecho de madera, como una caja, un baúl, un porta anillos, etc
- Unir retazos de telas de blusas o camisetas que no uses y hacer una cobija o poncho con ellos
- Preparar su comida favorita en casa
- Cajas rellenas con las cosas favoritas de esa persona
- Dibujos, una pequeña caricatura a mano de la persona o un cuadro de los dos (incluso pueden pintarlo juntos y usar materiales biodegradables)
- Evitar comprar globos o cosas pláticas que sirven solo para el momento y terminan en la basura
- Regalar plantas vivas, para que sean cuidadas y vivan mucho más que rosas que pueden vivir una semana y luego terminan en la basura
- No regalar animales como mascota. Son seres vivos que necesitan de mucho cuidado y lamentablemente muchas veces terminan siendo maltratados o abandonados
Regalos intangibles
- Un collage digital de sus mejores momentos con pequeñas leyendas
- Si sabes cantar o te gusta hacerlo, aprende una canción y dedícasela, puede ser aquella que escucharon en un viaje juntos o la que te recuerda a esa persona
- Si eres bueno escribiendo o te gusta hacerlo, puedes plasmar lo que sientes en un poema
- Una lista, en cualquier plataforma de música, de los soundtracks de sus películas favoritas
- Un maratón de películas o una serie que quieren ver juntos
Salir de la zona de confort
- Ir a desayunar, brunchear, almorzar o cenar
- Caminar en el parque y hacer un picnic
- Ir a una reserva natural
- Visitar sitios significativos para ambos
- Ver las estrellas
- Un plan algo fuera de lo común
- Ir a las exposiciones gratuitas de la Casa de la Cultura, Museo de la Ciudad, Jardín Botánico, Centro de Arte, entre otras
Si se usa la creatividad, los regalos de San Valentín pueden transformarse en algo mucho más significativo, durar más tiempo y sobre todo no afectar al medio ambiente.
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