No se puede ser más sudamericano que esto. Mi bebito fiu fiu, el tema creado por el productor peruano Tito Silva, se convirtió en tendencia en plataformas como Instagram y TikTok y a esta altura del partido lo ha escuchado hasta tu tía abuela que poco sabe de cómo funcionan las redes sociales. ¿Por qué ha pasado esto? Pues porque aquello que fue pensado como una broma, como un juego, ha generado una avalancha de fanatismo que celebra lo ridículo y lo absurdo de la canción.

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También, porque lo que Silva hizo fue unir elementos completamente dispares entre sí, para armar este producto viral. 

¿De dónde surgió la canción?

Esto inició con una polémica política en Perú, que involucró al expresidente peruano Martín Vizcarra y a la excandidata al parlamento por el mismo partido de Vizcarra, Zully Pinchi. Los chats entre Zully Pinchi y Vizcarra revelaban una supuesta relación amorosa extramarital.

En los chats y voicenotes de WhatsApp que se divulgaron en 2020, se leían las conversaciones entre Pinchi y Vizcarra, en las  que Pinchi se referiría a Vizcarra como su “bebito fiu fiu”. Esto, en medio de versos que la propia Pinchi habría publicado ya en 2014 y que para muchos están dedicados al expresidente, aunque ella lo ha negado.

Tras hacerse públicos los chats entre el entonces presidente y Pinchi, en 2020, Vizcarra reaccionó: “Para mí, lo más importante de mi vida, lo más importante, es mi familia. Familia que formé con Maribel, mi esposa, hace 30 años”, dijo en esa época.

Dos años después, Tito Silva tomó el ya clásico Stan, de Eminen —incluido en el disco The Marshall Mathers LP, del año 2000— como la base sobre la cual construir su canción y listo. 

El trabajo de Tito Silva Music —el nombre artístico de este productor que se ha especializado en hacer canciones basadas en fenómenos virales, como el de ¡Eso Tilín!—, fue sacar frases de los chats, la voz del propio Vizcarra y hacer que la cantante Tefi C se encargue de las voces —representando a Pinchi—. Así, una canción, entre genialidad y absurdo lo ha conseguido todo, desde su lanzamiento, a mediados de junio. Tanto que su creador ha decidido bajarla de todas las plataformas existentes.

Los problemas del éxito

Una vez que Bad Bunny cantó un pedazo de la canción y alabó a sus creadores en un live de Instagram que hizo el 2 de julio pasado, se sabe que no hay vuelta atrás. Mi bebito fiu fiu llegó a estar entre las 50 canciones más escuchadas de Spotify y de golpe, desapareció. Sí, ya no se encuentra en ninguna plataforma.

Lo que podemos ver y escuchar es gracias a la gente que se descargó la canción y ha hecho sus propios videos.

https://www.youtube.com/watch?v=25aJjU7VZw4

En un primer momento, ante el éxito que crecía, Tito Silva, de 27 años, aseguraba que no habría problemas con usar de base la canción de Eminen, ya que todo entraba en el terreno de la parodia, que la protegía. Pero esto cambió el jueves 7 de julio, cuando el tema, simplemente desapareció de redes oficiales y de las cuentas en servicios de streaming de Silva.

A través de un video en Instagram, el productor explicó las razones: “…hemos tenido una conversación con las personas que gestionan los derechos de la canción original”, dijo Silva. De acuerdo a él, los responsables de los derechos del tema de Eminem entienden que se trata de una parodia y que tiene una fuerte carga política peruana. “Y eso, me imagino, que puede causarles cierta incomodidad”, dijo.

Tito Silva no ha sido demandado, pero busca evitar cualquier demanda.

Los sonidos de una canción viral

Ha llegado a todos lados. Hasta la cuenta de Twitter de Marvel España ha usado la letra de la canción para promocionar su más reciente película Thor: Love and Thunder.

¿Qué tiene esa canción que la ha hecho explotar tanto? Hay que partir de la tensión que supone esa letra cursilona, ridícula y perfecta colocada sobre una estructura armónica que es melancólica y decididamente tristona. Hay que aclarar, eso sí, que esa parte del estribillo tampoco es original de Eminem. Se trata, en realidad, del sampleo de un fragmento de la canción Thank you, de Dido, de 1998.

Y vaya que es una letra cursi: 

“Caramelo de chocolate /

empápame así /

Como un pionono de vitrina /

enróllame así /

Con azúcar en polvo, endúlzame /

Y es que tú eres mi rey /

Qué lindo eres tú, eres mi bebé /

Mi bebito fiu fiu”

Luego están los versos, esas estrofas en las que tanto la cantante Tefi C como Vizcarra aparecen intercaladamente.. Mientras Vizcarra habla de su esposa Maribel y la define como “la mujer a quien amo y la mujer con la que quiero vivir hasta el último de mis días”; Tefi C, haciendo de Zully Pinchi, canta versos como: “He perdido la cabeza por ti. Ya no soy más la novia fugitiva. Me he vuelto loca de amor. Y te lo repito, para que quede impregnado mi olor en ti”.

Hay un solo de guitarra que marca el clímax de la canción, del que aparecen los momentos de mayor tensión. Al final, el coro se repite hasta que se pierde la emoción. Se sabe que todo va acabar, que esa historia de amor prohibido no va a quedar sino en algo que se desinfla y ya. Y así es cómo un escándalo de un país sudamericano, dos años después, se volvió la canción de moda.

De acuerdo a medios peruanos, Martín Vizcarra habría agradecido el gesto de Tito Silva Music de usar su voz en esta canción que terminó siendo del agrado del público. Sin embargo, ese video ya no está disponible. En marzo pasado, Silva ya había usado otra declaración del expresidente para una canción y Vizcarra se lo había agradecido

Por su parte, Zully Pinchi ha dado varias entrevistas alrededor del éxito del tema y ha dicho que está en diálogos con Tito Silva Music para definir lo que le corresponde por regalías. Pinchi ha asegurado que no busca quedarse con el dinero, sino usarlo con fines solidarios: “que apoyemos a las mamitas de las ollas comunes, que hagamos obras solidarias”, dijo.

Eduardo Varas 100x100
Eduardo Varas
Periodista y escritor. Autor de dos libros de cuentos y de dos novelas. Uno de los 25 secretos mejor guardados de América Latina según la FIL de Guadalajara. En 2021 ganó el premio de novela corta Miguel Donoso Pareja, que entrega la FIL de Guayaquil.

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