Se supone que el video de “Tía Paola” debería dar risa. Que como se ha viralizado, lo que importa es solo eso: el trend. Pero esta tendencia, que empezó a aparecer en TikTok a fines de 2022 e inicios de 2023, revela cuán racistas somos y cómo no nos damos cuenta que lo somos.
Se trata de un audio que mezcla el ya conocido diálogo de la serie Bob Esponja, para poner en evidencia algo que desesperadamente está fuera de lugar: “Pintamos toda la casa y sin dejar caer una sola gota de pintura que no sea…”. El audio original termina con un “¿qué es eso”, gritado por Bob Esponja, pero este trend reemplaza ese final por la voz de un niño, con el tono acelerado, que dice “Tía Paola”.
Y eso, al menos en Tik Tok, es suficiente para reír.
Ese audio acompaña a una serie de videos que tienen más o menos la misma estructura: la cámara se mueve y primero muestra un grupo de personas o un paisaje para, cuando se llega a la parte del audio que dice “Tía Paola”, mostrar a una persona afrodescendiente, un juguete de color negro, una vestimenta negra y hasta un animal negro o con manchas negras. Como si se tratara de revelar eso que “sobra” en el video.
Sí, el “Tía Paola” desemboca en un momento breve de racismo.
Lo negro como objeto de burla.
Esta idea toma fuerza por el video del audio original de “Tía Paola” que circuló y se viralizó en diciembre de 2021, en el que sale el pequeño afrocolombiano Yanfri Díaz Quiñonez avisándole a su tía, llamada Paola, que uno de sus primos con los que estaba nadando en una piscina inflable había dicho una “mala palabra”. Por alguna razón, un año después, se usa este audio editado.
Días antes, también en diciembre de 2021, Yanfri se había convertido en una pequeña celebridad en Colombia por su ternura al hablar y desenvolverse, gracias a un video que subió su tío a redes sociales, en el que se ve al pequeño niño, de no más de tres años, caminando y diciendo, con una voz de quien aún está aprendiendo a hablar con oraciones largas, “que camina como caminan los hombres”.
@drxzho YANFRI HACIENDO LO SUYO🥶 #paratipage #fypage #hasmeviral #enparati #lentejas #foryou #bxzyca #flypシ #yanfrigood #xd ♬ sonido original – DRXZHO
Y sí, Yanfri es afrodescendiente y hay algo violento en agarrar el audio de uno de sus videos, alterar el sonido —hasta volverlo agudo, como de una ardilla— y colocarlo en videos que sirven para poner en evidencia, en son de burla, objetos y toda la fauna posible que haga referencia a gente negra.
@mely_alee Tía Paolaaaaaa #viral #foryou #tiapaola🤣 ♬ sonido original – Luigi Cevallos
@jordanotf1 Qué pasó con la señorita miel #viraltiktok #matilde #musical #netflix #señoritamiel #tiapaola🤣 #tiapaola ♬ sonido original – Luigi Cevallos
@kirake20293 #tiapaola #tiapaola🤣 ♬ sonido original – frog_.
@lizneycantillo #tiapaola🤣 ##eltigre ♬ sonido original – Luigi Cevallos
Cuando el #humor no es lo que es
Los videos que se comparten con el audio de “Tía Paola” llevan la palabra #humor como una de sus etiquetas. Porque para quienes hacen esos videos, esa parece ser la categoría. Sin embargo, resulta al menos curioso que intencionalmente, al final de los videos, se coloque algo negro en el momento en que algo “está mal” o no corresponde. ¿De qué manera se podría entender este trabajo de edición? ¿Podría un video con ese audio ser dañino?
Para Génesis Anangonó, mujer afrodescendiente y docente de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, el uso del audio y los videos que se han hecho con él tienen que ver completamente con el racismo.
“Mientras son niños blancos los que crean contenido no hay ningún inconveniente; pero si se trata de una persona racializada y más un niño, en un contexto rural —en el caso de Yanfri, que vive en el departamento del Chocó—, es motivo de ridiculización y siempre tiende a hacerse desde esa lógica. Siempre que lo pensamos, lo negro está asociado a lo grotesco, a lo ridículo”, explica Anagonó.
Quizás no todos tienen por qué entenderlo. En este ejercicio de ridiculización hay que tomar en cuenta que una vez que estos videos se empezaron a viralizar y a aparecer en los timelines de los usuarios de plataformas como TikTok, resultaba complicado entender el contexto detrás. Algunas personas que lo compartieron no entendían de qué se trataba, y una vez que la expresión “Tía Paola” se volvió tendencia, pasaron un par de días hasta que varios usuarios empezaron a explicar de dónde había salido el audio y su carga negativa.
Anangonó está consciente de este tipo de humor que está creado “en base a la violencia, a la ridiculización, para justificar la exposición de maneras negativas y peyorativas de las poblaciones afrodescendientes, indígenas y de personas de las diversidades sexogenéricas”.
Sin embargo, reconoce que criticar este contenido está también asociado con otras críticas, las del exceso de corrección política. “Por este potencial de viralizar estas ideas (con estos videos) seguimos naturalizando y encarnizado estas situaciones. Y quienes critican este tipo de humor son acosados en redes, donde se les dice hipersensibles y acomplejados”.
Este humor, que se sostiene en un racismo tan interiorizado que incluso no se lo reconoce — “a veces ni por la misma gente negra o afrodescendiente”, dice Anangonó—, tiene sus problemas adicionales. Porque mientras haya gente capaz de procesarlo y entender el tipo de contenido que es, habrá otra que no, porque no tiene el conocimiento ni las herramientas para hacerlo.
“Habrá niños en las escuelas que no entenderán o no podrán gestionar lo que está pasando con esos videos en TikTok, aparentemente inofensivos. El racismo, por muy chiquito que le quisiéramos ver tiene consecuencias en la salud mental de las personas negras”, explica Génesis Anangonó. No sería raro encontrar que a niños y niñas afro les empiecen a decir “Tía Paola”.
Pero ese no es el único problema.
En realidad, no hay nada de humor en esos videos. Con estos tiktoks no podemos reírnos de una situación graciosa, de un absurdo o de alguien que se cae. No hay nada de eso. Solo existe un deseo de ridiculizar a la gente afrodescendiente. ¿Ese es un objetivo que tenga sentido? Definitivamente no. Tomar el audio de un niño negro, transformar cómo suena y querer convertirlo en un chiste que no tiene nada de gracioso es una acción que nos obliga a pensar en lo que se comparte y en lo que se pone en evidencia en redes.
Esa es una obligación para todo usuario y usuaria. Consumir con conciencia.
No se trata de no equivocarse, sino de, al menos, reflexionar ante todas las cosas que van sucediendo en redes sociales y que se cuelan en nuestro timeline. Hasta de aquellas que nos hacen reír y nos parecen inofensivas, porque hasta en aquello que creemos que no hace daño puede existir un peso que no sabemos que llevamos sobre nuestras espaldas.
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