Ya les he contado que colecciono libros de cocina antiguos y el grandísimo placer que siento al descubrir recetas impresas en papel.  

flecha celesteOTROS HAMACAS

Hace poco, llegó a mis manos un recetario para microondas de finales de la década de 1980 con muchísimas preparaciones que prometen ser sencillas y rápidas. 

— “La comida del futuro”, dice la primera línea del párrafo introductorio para presentar al aparatito que aseguraba revolucionaría la cocina.

Sí que lo hizo. Logró preparar comida en cuestión de minutos: el platillo que más tardaba demoraba 7 minutos, como máximo, en estar listos. Sonaba como un sueño hecho realidad.

No he tenido un microondas desde que dejé de vivir con mi familia y me mudé a una casa pequeñita. Tenía una cocina diminuta donde cada centímetro cuadrado debía rendir al máximo. Por eso, opté por electrodomésticos, más esenciales. 

Me acostumbré rápido a no tener microondas. Admiro, eso sí, que extrañaba no lavar tantas ollas de recalentados.

Pero recuerdo muy bien la emoción de mi familia cuando tuvimos el primer microondas. También vino acompañado con un recetario con varias categorías. Desde entradas hasta postres, se podían preparar banquetes enteros solamente usando el microondas. 

Soufflés, pastelitos, huevos de todos los tipos, carnes al jugo y varios postres empezaron ser constantes en casa. 

Había uno que resultó el favorito del repertorio microondesco: la receta de manzanas horneadas con leche condensada y canela. 

Era el postre clásico de mi papá. No solo por la irresistible combinación de manzana y canela si no porque estaban listas en ¡solo 3 minutos!  ¿Quién no ama un combo ganador?

Comí ese postre tan seguido que tuve que darle una pausa de algunos (bastantes) años. 

Pero reencontrarme con ella en el viejo recetario fue un flashback cargado de nostalgia sabor a canela: hoy vivimos tan acostumbrados a la tecnología en la vida cotidiana que es fácil olvidar que en realidad no lleva tanto tiempo con nosotros. Me gusta recordar que no siempre ha sido así.

Esta receta no es en microondas (sí, porque soy chapada a la antigua) si no en horno, para lograr una mejor textura y crujencia de la piel de las manzanas.  

Son buenas frías o calientes, pero es mejor servirlas tibias y cubiertas con algo cremoso. La canela (mi papá siempre usaba un montón) es opcional.

¡Buen provecho!

Manzanas horneadas

4 porciones / 1 hora

Ingredientes:

4 manzanas rojas grandes 
2 rodajas de limón
1 taza de frutas deshidratadas (pasas, arándanos, ciruelas)
½ taza de frutos secos (opcional)
4 trocitos de jengibre cristalizado (opcional)
3 a 4 cucharaditas de miel
1 cucharada de mantequilla sin sal
1 taza/240 mililitros de sidra o jugo de manzana
 Crema espesa, crema batida o helado, para servir (opcional)
 Canela, para espolvorear (opcional)
  1. Precalienta el horno a 170 grados.
  2. Corta una pequeña tapa de la parte superior de cada manzana. Con un cuchillo para pelar o un descorazonador, quita el corazón de las manzanas, asegurándote de no llegar hasta el fondo. 
  3. Corta aproximadamente 2 cm de cáscara alrededor de la parte superior de las manzanas. Frota las porciones peladas de las manzanas con el limón, exprimiendo un poco de jugo en cada apertura.
  4. Rellena cada manzana con una cantidad igual de frutas deshidratadas, frutos secos  y jengibre, si se usa, presionando ligeramente hacia abajo según sea necesario para empujar los pedacitos en la apertura. 
  5. Vierte 1/2 cucharadita de miel sobre la fruta seca en cada manzana. Corta la mantequilla en 4 pedazos y cubre cada manzana con uno. 
  6. Vuelve a colocar las tapas en las manzanas y transfiérelas a un molde para hornear; vierte la sidra o el jugo y agrega de 1 a 2 cucharaditas de miel. 
  7. Hornea las manzanas, rociándolas de vez en cuando con la sidra y la miel, hasta que puedas pincharlas con una brocheta o con la punta de un cuchillo y no tengan  mucha resistencia, de 50 a 60 minutos.
  8. Déjalas enfriar durante al menos 15 minutos antes de servirlas humedecidas  con crema espesa fría, crema batida o helado y espolvoree con canela. 
  9. Las manzanas están bien templadas a temperatura ambiente. Se mantendrán cubiertas durante 2 días en el refrigerador y se pueden recalentar en un microondas.
31b1ac064fda802d3ebc2e4d689909da?s=96&d=wp User Avatar&r=g
Gabriela Valarezo
ex directora de arte y gourmand oficial de GK. Dirige Quiero Comer, desde donde, cada sábado, cuenta historias sobre una receta (y nos cuenta cómo preparala).

VER MÁS CONTENIDO SIMILAR