Hoy, 5 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena para honrar a las mujeres indígenas del mundo y los retos a los que se enfrentan todos los días. 

Este día fue creado en 1983 en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco, en Bolivia, en honor a Bartolina Sisa, un guerra indígena del pueblo aymara, que se opuso a la dominación española y fue asesinada en 1782, en la Paz, Bolivia. 

Bartolina Sisa era hiladora y estaba casada con el caudillo Túpac Katari. Bartolina Sisa observó las condiciones de sumisión y hostigamiento en las que vivían muchos indígenas. Fue por eso que, junto a Katari, organizó la resistencia indígena de los pueblos andinos contra el yugo español. 

La situación de las mujeres indígenas en el mundo sigue llena de desafíos que las ponen en situaciones de desigualdad. Según ONU Mujeres, agencia de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género, más de 23 millones de mujeres indígenas de América Latina enfrentan persistentes brechas de género y discriminación en cuestiones como acceso a la educación, trabajo, propiedad de la tierra y participación ciudadana. La pandemia de covid-19 ha empeorado e incluso profundizado la situación de las mujeres indígenas. 

Patricia Gualinga, lideresa indígena de la comunidad kichwa de Sarayaku, dice que el Día Internacional de la Mujer Indígena es “un homenaje a miles de mujeres que, como Bartolina Sisa, lucharon y luchan contra la discriminación y los abusos a lo largo de la historia. En esas mujeres perdura la memoria histórica y la lucha contra la exclusión social, económica y cultural”. Patricia Gualinga, una de las lideresas históricas de los pueblos indígenas del mundo, reconoce que muchas indígenas “no saben que tienen un día, aquí tal vez no hagamos marchas por la falta de comunicación, pero sé que en Brasil van a haber marchas super fuertes”, dice Gualinga.

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Para Nemonte Nenquimo, lideresa waorani y ganadora del premio medioambiental Goldman 2020, no es importante celebrar solo un día a las mujeres  indígenas. “Es una lucha que llevamos todos los días por varios años. Nuestra lucha como mujeres es estar siempre en paz”, dice Nenquimo. 

En Ecuador

El rol de la mujer indigena en Ecuador ha sido fundamental en los procesos de lucha social por los derechos de sus pueblos y nacionalidades. Algunas de ellas han sido Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña, ambas activistas indígenas y pioneras en la lucha por los derechos de los indígenas y campesinos. Cacuango y Amaguaña impulsaron la creación de escuelas bilingües, en kichwa y español. Aunque hay importantes figuras de mujeres indígenas, aún queda mucho por hacer. 

Verónica Potes, abogada experta en las relaciones entre los pueblos indígenas y el Estado, dice que Ecuador tiene retos importantes para el ejercicio de los derechos de las mujeres indígenas. “Se sigue discriminando y excluyendo de las oportunidades y servicios, las estadísticas siguen ubicando a las mujeres indígenas en los primeros lugares de violación a sus derechos junto con las mujeres afros”, explica Potes. 

Para Patricia Gualinga, no hay cambios trascendentales para mejorar las condiciones de vida de las mujeres indígenas en Ecuador. Gualinga explica que desde 2018 existe el  Mandato de las Mujeres Amazónicas, un documento en el que las mujeres piden al gobierno se respete el derecho a la autodeterminación, a los territorios, a la seguridad, protección a las mujeres, estructuras organizativas, organizaciones de mujeres. Sin embargo,  nunca hubo ningún seguimiento por parte de ninguna autoridad. 

Gualinga dice que existe una profunda desigualdad en la población indígena, sobre todo cuando se trata de las mujeres. Para la lideresa indígena, esto demuestra la falta de políticas públicas y consciencia social para que se respete el Estado plurinacional. 

Aunque el Día Internacional de la Mujer Indígena es una fecha para honrar a las mujeres indígenas, los gobiernos aún tienen una deuda pendiente con las mujeres y niñas indígenas, que son las principales víctimas violencia, falta de acceso a educación y servicios de salud sexual y reproductiva.