Ayer, 14 de abril, once camiones fueron detenidos por traficar ilegalmente madera de balsa en el cantón Tiwintza, en la provincia amazónica de Morono Santiago, limítrofe con Perú. 

Según un boletín del Ministerio de Ambiente y Agua (MAAE) de hoy, los vehículos fueron detenidos con 383,77 metros cúbicos de madera de balsa, procedente de Perú. Sus destinos eran las provincias costeras de Guayas, Manabí y Esmeraldas. El operativo fue realizado por personal del MAAE, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Según el boletín del Ministerio, los conductores no presentaron los documentos para justificar la importación de la madera. Los once camiones —no especificaron cuántas personas iban en cada uno— fueron trasladados hasta las oficinas del MAAE de Morona Santiago donde permanecen retenidos. 

Según Santiago Yandún, director Zonal 6 del Ministerio del Ambiente y Agua, “durante la pandemia por el covid-19, el tráfico ilegal de madera ha aumentado”. Además, dijo que aplicarán las sanciones correspondientes. Según el Ministerio de Ambiente este es un incumplimiento con el artículo 135 del Código Orgánico del Ambiente. En este artículo se prohíbe la exportación de madera sin sus certificados de origen, control de calidad, conformidades fitosanitarias y protocolos de bioseguridad del país de procedencia.

El Decano de la Facultade de Derechos de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), Mario Melo, explica que traficar madera sin los documentos podría encuadrarse en la conducta descrita en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que sanciona el tráfico de vida silvestre con pena de prisión de entre uno y tres años. Solo en 2020, en Morona Santiago, se retuvieron más 96 metros cúbicos de madera (unas 13 volquetas comunes) por no contar con los permisos correspondientes. De esa cantidad, cerca de 72 metros cúbicos eran de madera de balsa.

Aunque la balsa no es una especie en peligro de extinción, su uso comercial es legal siempre y cuando se cumpla con los permisos de rigor, como el certificado de que el origen de la madera es legal. La balsa es un árbol que tiene un crecimiento rápido: puede alcanzar hasta 30 metros de altura entre los cuatro y cinco años después de haber sido plantada. Crece en zonas donde ha habido inundaciones de ríos o deslaves de tierra. Esta especie es muy importante porque permite mitigar los efectos de las inundaciones producidas por crecidas de ríos. 

En 2021 las exportaciones de balsa en el Ecuador marcarán un récord, según la Cámara Marítima del Ecuador. El 2020 ya fue un año excelente para esta materia prima: en el primer semestre de ese año superó a todos los envíos del 2019. El motivo de este incremento es porque China está demandando más balsa ecuatoriana para construir las hélices de las turbinas de los molinos de energía eólica. La balsa es ideal para producir ese implemento por su resistencia y poco peso. 

Otro de los territorios que también han sido afectados por la tala de balsa es el territorio achuar en las provincias amazónicas de Orellana, Napo y Pastaza. Solo en los últimos meses de 2020 se cortaron 20 mil árboles de balsa cerca de comunidades que viven en las riberas río Copataza.