La pandemia no fue la culpable del desabastecimiento de la vacuna pentavalente en Ecuador, como intentó justificar el Ministerio de Salud Pública (MSP). “La cadena de producción y distribución de la vacuna pentavalente a nivel global” fue impactada por la pandemia, dijo el MSP en un comunicado cuando, a finales de 2020, comenzaron a difundirse las primeras denuncias de desabastecimiento de esta vacuna esencial para menores de 5 años. La razón verdadera detrás de la escasez, que empeoró en los primeros meses de 2021, fue la falta de cumplimiento del gobierno ecuatoriano con el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un mecanismo de cooperación solidaria mediante el cual se compran las vacunas para toda la región.
En un documento al que GK tuvo acceso, el Gobierno pide de manera “muy urgente” que las Misiones Diplomáticas del Ecuador busquen “en calidad de donación o préstamo” dosis de tres vacunas: DTP, pentavalente, y bOPV. La razón de la solicitud a 19 embajadas es que “no se han completado los procesos de pagos al fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”.
El médico salubrista y exfuncionario de la OPS, José Ruales, dice que es muy poco probable que el Fondo deje a un país sin vacunas solo por un incumplimiento de pago. “Hay países que adeudan al fondo, pero no se les deja de dar vacunas, siempre y cuando el país haga el trámite”, dice y explica que los problemas se dan cuando un país no ratifica a tiempo las compras, no hace los pedidos ordenadamente o no planifica de forma adecuada el número de vacunas que necesita.
No están claras las razones por las que Ecuador no recibió vacunas del Fondo. El Ministerio de Salud no ha respondido a nuestros pedidos de información enviados hace más de tres semanas. Lo que sí está claro es que este desabastecimiento puso en riesgo la vida de miles de niños y niñas en el Ecuador quienes no pudieron recibir sus dosis a tiempo. También está claro que parte del desabastecimiento se produjo, según la propia admisión del gobierno, por incumplimientos en pagos.
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Desde diciembre de 2020, cientos de madres de familia denunciaron la escasez de vacunas para sus hijos pequeños. No se encontraban en varios centros de salud del país las vacunas pentavalente —para combatir hepatitis, difteria, tétanos, tos ferina y haemophilus influenzae— y bOPV —que previene el contagio de la polio—, entre otras. Tras las quejas, la Defensoría del Pueblo investigó si el problema era solo en una o algunas provincias, o a nivel nacional.
La sorpresa fue que el desabastecimiento era en todo el país. La directora nacional del Mecanismo de Promoción y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo, Lorena Chávez, dijo que la investigación se hizo en 22 provincias y en 21 no había vacuna pentavalente.
La novedad no fue solo la escasez de pentavalente sino de otras como las vacunas contra la polio, la fiebre amarilla y la influenza. Todas estas forman parte del Esquema Nacional de Vacunación del Ecuador —un calendario para registrar las vacunas de niños, niñas, adolescentes e incluso adultos. La importancia del esquema es que permite prevenir “en diferentes grupos de edad, enfermedades transmisibles por medio de la inmunización de sus habitantes”. Además, la vacunación de niños y adolescentes ha demostrado ser una medida efectiva para reducir la mortalidad y morbilidad infantil en el mundo.
La excusa del Ministerio de Salud ante la falta de estas vacunas fue que las “repercusiones” de la pandemia “impactaron la cadena de producción y distribución de la vacuna pentavalente a nivel global” no es cierta. El doctor Fernando Aguinaga, Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría, dijo que no es verdad tal desabastecimiento global del que habla el MSP porque a nivel privado sí hay vacunas. “Están desabastecidos aquellos (gobiernos) que no compraron la vacuna”, dijo Aguinaga.
Después de que GK publicara el reportaje Escasez de vacunas para niños en Ecuador: no es culpa de la pandemia, tuvimos acceso a la circular MREMH-SAECI-2021-0006-C en la que el gobierno ecuatoriano admite no haber pagado al Fondo Rotatorio la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y pide a sus delegaciones diplomáticas que hagan gestiones para conseguir las vacunas prestadas o donadas.
En la circular, fechada 12 de febrero de 2021, César Augusto Montaño Huerta, subsecretario de asuntos económicos y cooperación internacional, solicita a embajadores de Ecuador en Alemania, Francia, Reino Unido y otras 16 embajadas la donación de vacunas pentavalente, bOPV y DTP, todas esenciales en el primer año de vida de los niños y niñas.
La carta está rotulada como “muy urgente” y titulada “Solicitud de donaciones de vacunas de cuadro básico nacional de inmunizaciones”. Montaño escribe que el 11 de febrero de 2021, el MSP remitió el oficio MSP-MSP-2021-0433-O “mediante el cual informó que existe desabastecimiento crítico de algunas vacunas del esquema regular a nivel nacional”. El pedido, dice la carta, se realiza porque “no se han completado los procesos de pagos al fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”.
Montaño dice en la circular que el MSP solicita a las misiones diplomáticas de Ecuador gestionar 82 mil dosis de vacunas pentavalente, 56 mil de DTP y 95 mil bOPV. La circular enfatiza que las dosis se requieren de “manera emergente como mínimo de 4 semanas”.
El Ministerio de Salud nunca respondió a ninguna de nuestras insistentes solicitudes de explicaciones sobre el desabastecimiento, la deuda que se mantuvo con el Fondo Rotatorio y por qué no se explicaron las razones reales de la escasez. Hasta el cierre de este reportaje, el Ministerio ha preferido el silencio frente a una situación que puso en riesgo la vacunación de niños y niñas en Ecuador.
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En la circular de Montaño, no se menciona a cuánto ascendería la deuda del gobierno con el Fondo Rotatorio de la OPS. Formar parte del Fondo, pero sobre todo pagar y planificar las compras de las vacunas, es una garantía para que millones de niños y niñas de diferentes países de América Latina y el Caribe puedan vacunarse contra enfermedades que pueden ser prevenibles.
El Fondo Rotatorio para la compra de Vacunas de la OPS se creó en 1977 y está conformado por 41 estados miembros de Latinoamérica y el Caribe. Es un mecanismo a través del cual se compra vacunas, jeringas y otros insumos relacionados con los programas de vacunación. Según el médico salubrista y exfuncionario de la OPS, José Ruales, el Fondo actúa como un “agente, que compra (suministros) a nombre de los países” miembros. Esto garantiza que todos los países de la región “puedan tener la dotación suficiente de las vacunas que necesitan para el año completo” y hace que los proveedores de vacunas y otros insumos no tengan que “venderlas a cada país sino que tiene un solo mercado, conformado por 41 países, que es administrado por la OPS”.
Los países más pequeños, como Ecuador, son los que más se benefician del Fondo Rotatorio. El exfuncionario de la OPS explica que no es lo mismo que un país pequeño quiera negociar y comprar un millón de dosis, que otros como México o Brasil negocien o compren 50 millones. “Brasil puede negociar directamente con los laboratorios pero Ecuador no”, dice Ruales. Esto porque si se compran grandes volúmenes es posible negociar el precio, “o hacer que los fabricantes compitan por venderme, bajando los precios”, dice Ruales. “Pero si el volumen es pequeño no tengo poder sobre el mercado y debo comprar al precio que me ofrecen”, explica. El Fondo evita que los países pequeños se vean en la necesidad de comprar vacunas a precios altos o a diferentes farmacéuticas.
Pertenecer al Fondo Rotatorio permite que los países de la región accedan a los mismos productos de alta calidad, al precio más bajo sin “importar el tamaño territorial ni las condiciones económicas del país”. Gracias a mecanismos como este, los países de las Américas pueden proteger a sus poblaciones contra enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, la fiebre amarilla, el rotavirus y el virus del papiloma humano.
Pero para poder acceder a las vacunas, los países tienen que planificar. Un año antes deben saber cuántas van necesitar para el siguiente. Ruales explica que los países tienen que enviar un formulario anual de vacunas y jeringas hasta el 15 de julio del año anterior. La entrega de las dosis de las vacunas se realiza cada trimestre, pero los países deben confirmar cinco meses antes de cada trimestre si van a necesitar determinado número.
Por ejemplo, si las vacunas deben llegar en octubre, los países tienen que confirmar hasta el 30 de mayo, si van a necesitar esa cantidad antes solicitada porque “puede ser que yo necesite cambiar o ya no necesite tantas o necesite aumentar el número de vacunas”, dice Ruales.
Si un país no confirma, es quitado de la programación y queda excluido de la compra que se hace al proveedor de vacunas. Si el país confirma tarde su pedido, “la OPS sale a buscar un proveedor nuevo que tenga disponible las vacunas”, explica Ruales. Pero en esos casos, las vacunas pueden ya tener otro precio o puede ser que no haya en el mercado.
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Los países tienen dos opciones para pagarle al Fondo Rotatorio. La primera es cancelar por adelantado las vacunas, y la segunda es comprar con un crédito del Fondo a 60 días de plazo. Eso quiere decir que los Estados pueden pagarle al Fondo hasta máximo 60 días después de que hayan llegado las vacunas a sus países.
En el caso de Ecuador, la deuda con el Fondo Rotatorio fue uno de los causantes de la escasez de vacunas según la carta firmada por el subsecretario Montaño. Sin embargo, no se conoce a cuánto asciende la deuda del gobierno con la OPS; consultamos al Ministerio de Salud sobre el monto, pero la institución no ha dado respuestas.
El 9 de marzo enviamos una solicitud de información al Fondo Rotatorio de la OPS sobre la deuda del Ecuador, y ante un seguimiento que hicimos hoy, 30 de marzo, la organización nos respondió que actualmente Ecuador no adeuda al Fondo. Dijo también que en 2020 se aprobó para el Ecuador una línea de crédito que alcanzó los 15 millones de dólares. Pero que dicho “monto fue cancelado en febrero del presente año”. Esa fecha coincide con la que el país envió el oficio a varias embajadas pidiendo una donación o préstamo de vacunas, debido a la deuda que en ese momento mantenía con el Fondo Rotatorio. Según la respuesta de la OPS, el pago del monto “permitió financiar el total de la demanda de vacunas e insumos del 2020” y le dejó un saldo para compras del 2021.
Para Ruales, no es usual que el Fondo Rotatorio deje de entregar vacunas a los países por falta de pago. Dice que generalmente los países hablan con el Fondo sobre el problema de pagos y se hacen arreglos. “Salvo que haya un problema de negligencia, mala administración o una crisis económica del país para lo cual generalmente hay otros mecanismos solidarios. Pero no es que ‘si no pagó las vacunas, le vamos a quitar’”, explica el exfuncionario de la OPS . Por eso, la necesidad de que el gobierno del Ecuador diga qué pasó con las vacunas y el Fondo es imperiosa.
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En un pedido de información realizado hoy, 30 de marzo de 2021, al subsecretario Montaño sobre la deuda del Ecuador con el Fondo Rotatorio, él dijo que no podía responder sobre el particular y que contactemos al Ministerio de Salud. Sin embargo, ha pasado casi un mes desde que enviamos el primer pedido al Ministerio, sin recibir respuesta. Sobre la carta, firmada por él, Montaño dijo que son “documentos internos de la Cancillería sobre los cuales no puedo hacer ningún comentario”.
En busca de explicaciones para el desabastecimiento, Lorena Chávez, de la Defensoría del Pueblo, dijo que uno de los pedidos que hizo la institución al Ministerio de Salud fue que les presente el formulario de solicitud de requerimiento de vacunas por parte del Ministerio al Fondo Rotatorio y la constancia del pago de las vacunas. Hasta el 22 de marzo, cuando se publicó el reportaje Escasez de vacunas para niños en Ecuador: no es culpa de la pandemia, el pedido de la Defensoría permanecía sin respuestas.
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Después de que César Augusto Montaño Huerta, subsecretario de asuntos económicos y cooperación internacional, enviara la carta a las delegaciones diplomáticas ecuatoriana solicitando de manera urgente gestionar vacunas, GK se comunicó con las embajadas de varios de esos países en Ecuador para saber si conocían del pedido del gobierno ecuatoriano y si iban a responder sobre la donación.
La embajada de Reino Unido en Ecuador respondió “Conocemos que la Embajada de Ecuador en Londres envió una solicitud al Jefe de Escritorio Ecuador en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo del Reino Unido” y que el pedido ha sido enviado “al Departamento Médico del Ministro de Salud en Reino Unido, el mismo que está siendo considerado”. Otras dos embajadas respondieron nuestra pregunta diciendo que no conocían del pedido. Una de ellas preguntó cómo sabíamos de la solicitud. Luego pidió que enviásemos un correo con las preguntas concretas sobre el pedido de donación de Ecuador. Horas más tarde, una funcionaria llamó por teléfono y dijo que desconocía de tal solicitud.
El pedido de donación de vacunas pentavalente, DTP y bOPV no solo fue a los diplomáticos en los 19 países que aparecen en el documento. También se hizo el mismo pedido a, al menos, las delegaciones de dos países más: México y Argentina. El 5 de marzo de 2021, el gobierno argentino confirmó —en su sitio oficial— el envío de 56.000 unidades de la vacuna DTP (Multidosis) y 82.000 unidades de la vacuna Pentavalente al Ministerio de Salud Pública de Ecuador.
Seis días después, el 11 de marzo de 2021, llegaron 95 mil dosis de la bOPV antipolio que el gobierno mexicano donó al Ecuador. Las dosis enviadas por ambos gobiernos corresponden al mismo número de vacunas solicitadas en la carta de César Augusto Montaño Huerta.
Según un comunicado del gobierno de Argentina, las vacunas pentavalente y DTP fueron enviadas en “calidad de préstamo” por “el desabastecimiento crítico de vacunas que sufre dicho país”. Ecuador deberá devolver esas vacunas una vez que se encuentre en condiciones de hacerlo.
En el caso del gobierno de México, GK hizo un pedido de información a la embajada de este país para conocer las razones detrás de la donación. Según la respuesta, la donación fue por un pedido del entonces Canciller ecuatoriano, Luis Gallegos Chiriboga. El Canciller solicitó las vacunas al Gobierno de México, según la respuesta de la Embajada, “a fin de atender la situación crítica relativa al desabasto de ese fármaco en Ecuador”.
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Hasta el momento, el gobierno ecuatoriano (y concretamente el Ministerio de Salud) no han reconocido una escasez por falta de pago o problemas con la solicitud de vacunas al Fondo Rotatorio. Para las autoridades, el desabastecimiento solo fue y es producto de la pandemia, que se ha convertido en un comodín para justificar la gravísima situación de la vacunación en el país, que pone en riesgo a miles de niñas y niños.
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