Fanny Cevallos tuvo que esperar dos meses para conseguir la vacuna pentavalente para su hija.  En su búsqueda, Fanny fue a dos centros de salud de Quito. “Está agotada a nivel nacional”, le dijeron. La escasez de vacunas en los centros de salud del país fue, según un comunicado del Ministerio de Salud, por las “repercusiones propias de la pandemia” que “impactaron la cadena de producción y distribución de la vacuna pentavalente a nivel global”. Para los expertos, sin embargo, esa no es la razón real. Mientras tanto, al menos decenas de madres como Fanny han estado a la espera de recibir la pentavalente y otras vacunas que están comenzando a escasear en todo el Ecuador. 

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La vacuna pentavalente es esencial para los niños. Es conocida como vacuna 5 en 1 porque tiene una combinación de cinco vacunas para combatir hepatitis, difteria, tétanos, tos ferina y haemophilus influenzae. Según el Esquema Nacional de Vacunación del Ecuador —un calendario para registrar las vacunas de niños, niñas, adolescentes e incluso adultos— la pentavalente debe ser administrada en tres dosis. La primera a los dos meses de edad, la segunda a los cuatro y la tercera a los seis meses. Pero la hija de Fanny Cevallos recibió la dosis que correspondía a sus cuatro meses, dos meses más tarde. Otras madres, no es posible saber cuántas, no pudieron ponerles las vacunas a sus hijos en los tiempos establecidos en el calendario de vacunación.

Mientras tanto el Ministerio de Salud no ha dicho si ya se ha restablecido el abastecimiento de vacunas en el país. Hace más de quince días GK se comunicó con el Ministerio de Salud para saber cuáles fueron las verdaderas razones detrás del desabastecimiento, cuántos han sido los niños que no se han vacunado y si tienen un plan de contingencia para los que no han recibido las dosis. Pero hasta el momento, no ha respondido a ninguno de los pedidos de información. 

Parada fuera de la consulta externa de la Maternidad Isidro Ayora de Quito para hacerle un control a su hija, Fanny Cevallos cuenta que su hija recibió la vacuna pentavalente hace poco más de una semana porque no tenía dinero para comprarla en una institución privada. “No había los medios para conseguir por fuera entonces tuve que esperar”, dice Fanny Cevallos.  

La escasez de la vacuna pentavalente es un mal sostenido. Según la Defensoría del Pueblo, el déficit viene desde diciembre del 2020 y empeoró en los primeros meses de 2021. Lorena Chávez, directora nacional del Mecanismo de Promoción y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo, dice después de que se hicieran públicas denuncias de personas que se quejaban de la escasez de vacunas en los diferentes centros de salud del país, las delegaciones provinciales de la Defensoría empezaron a visitar centros de salud y hospitales en diferentes provincias para comprobarlo.  

En las visitas de la Defensoría del Pueblo, los funcionarios hablaron con cientos de padres y madres de familia, quienes les dijeron que no había vacunas para sus hijos. “Queríamos investigar si era solamente un tema provincial o era un tema nacional y ahí es cuando nos dimos cuenta que era un tema nacional”, dice Chávez. Encontraron que en 21 de 22 provincias visitadas no había pentavalente. Chávez asegura que también había desabastecimiento de otras vacunas como de la polio, la fiebre amarilla y la influenza. “En Esmeraldas, por ejemplo, hay centros de salud que tienen una vacuna pero no tienen otras. Pero en todas (las 22) no hay la pentavalente”, dice. Aunque el MSP no responda sobre esta situación, la Defensoría ha demostrado una incómoda verdad: faltan vacunas en varios centros de salud del país y eso pone en riesgo a demasiados niños y niñas. 

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Andrea* es mamá de un bebé de seis meses y está en busca de otra vacuna: la Antipoliomielítica Bivalente Oral (bOPV). Esta previene el contagio de la polio, una enfermedad que afecta sobre todo a menores de cinco años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede causar una parálisis irreversible —generalmente de las piernas— y “un 5% a 10% de estos casos (los niños) fallecen por parálisis de los músculos respiratorios”. Esta enfermedad no tiene cura pero puede ser prevenida con la vacunación temprana. 

Esa mañana era la segunda vez que Andrea iba a un centro de salud en busca de la vacuna y era también la segunda vez que le decían lo mismo: “Está escasa a nivel nacional”. Hasta ahora la única solución que le han dado es que sea “paciente”. Aunque para ella como para otras madres la paciencia dejó de ser, hace rato, una alternativa porque ya son semanas e incluso meses que no han encontrado las vacunas para sus hijos

La vacuna bOPV debe ser administrada en cuatro dosis: a los dos, cuatro y seis meses, y tiene un refuerzo al año y medio de vida.

En el país no solo escasean la pentavalente y  la bOPV. El doctor Fernando Aguinaga, Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría, dice que también faltan contra el sarampión, la rubéola, la fiebre amarilla, y las paperas. Aguinaga sostiene que de estas no hay una escasez nacional: “en algunos centros de salud ya no tienen vacuna de fiebre amarilla, sarampión; y les mandan a regresar a los niños y a las madres”. 

Las consecuencias de no vacunar a los niños y niñas son terribles: alterarán definitiva y sustancialmente su vida. Aguinaga dice que no ponerse la vacuna quiere decir que los niños están en riesgo de contraer cualquier enfermedad y el problema de esas enfermedades “es que pueden llegar a ser mortales o dejarles lesiones neurológicas muy importantes”. 

Pero los problemas podrían no ser solo individuales, sino sociales. El médico especialista en salud global Esteban Ortiz dice que las vacunas controlan la propagación de enfermedades. “Pero si tú no vacunas a la población y mañana viene un niño de algún sector rural que tiene sarampión, ese niño puede contagiar a muchos otros niños. Algo que no se daría si tienes a toda la población vacunada. Es un riesgo de salud pública que se puede presentar”. El que la mayoría de los niños y niñas estén vacunados produce el efecto de la inmunidad de rebaño. Lo que significa que cuando una porción suficiente de la población es inmune a una enfermedad, también protege a los individuos que no han desarrollado inmunidad. Para Edson Aguilar, vicepresidente de la iniciativa regional Voces Ciudadanas, la vacunación infantil genera más justicia y equidad en todo el mundo. “Es decir, a través de la vacunación pueden estar en igual condiciones de protección frente a una enfermedad un niño que vive en la Amazonía ecuatoriana como un niño que vive en una zona más exclusiva”. 

Según Aguinaga, se debería vacunar al menos al 70% de la población infantil para evitar tener brotes, pandemias o epidemias graves. “Si no se vacuna difteria, tosferina, polio, sarampión o fiebre amarilla estamos en riesgo de tener brotes que podrían ser mortales y fatales para los niños de nuestro país”, dice el Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría. La situación es preocupante:  según la Encuesta sobre el bienestar de los hogares ante la pandemia de Covid-19 en el Ecuador (Enero-2021) de la Pontificia Universidad Católica, en lo que va del 2021 se ha vacunado al 65, 6% de los niños y niñas de 0 a 5 años, cuando entre el 2019 y 2020 se vacunó al 70,9% de esta población. El 14,1% de hogares con niños de esta edad respondió que la razón fue porque “no hay vacunas”.

Los problemas, sin embargo, no solo son de los últimos años. El  estudio Evaluación de la Estrategia Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud dice que “las coberturas de vacunación en Ecuador sufren un descenso paulatino desde el año 2013”. En el documento del 2017 se recomienda con urgencia implementar un plan de contingencia para mejorar coberturas de vacunación a corto plazo y disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades inmunoprevenibles. 

Andrea* dice que de no llegar la vacuna de polio, no le quedará otra alternativa que buscarla en un centro de salud privado, donde podría costar poco más de 60 dólares, una cantidad que no todas las madres pueden costear. Para Andrea* y Fanny Cevallos, comprarlas significaría hacer un gran esfuerzo. “Mi esposo es ayudante de construcción entonces ellos no ganan mucho. Sí nos complicaba bastante, hubiésemos tenido  que dejar de comprar algunas cosas”, dice Fanny Cevallos, afuera del centro de salud, ya más aliviada después de vacunar a su hija con la pentavalente.  

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No hay una explicación válida para la escasez de vacunas para niños en el Ecuador. La justificación del Ministerio de Salud, según el comunicado, es que el déficit es producto de las “repercusiones propias de la pandemia” por lo que “el inventario de este tipo de vacunas en algunos centros de salud a nivel nacional se vio afectado”. Para el doctor Fernando Aguinaga, no es verdad tal desabastecimiento global  que señala el MSP porque a nivel privado sí hay vacunas. “Están desabastecidos aquellos (gobiernos) que no compraron la vacuna”, dice Aguinaga. El médico explica que Ecuador y otros países forman parte del Fondo Rotatorio de Vacunas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) —un mecanismo de cooperación solidaria mediante el cual se compran las vacunas— por lo que no debería haber un déficit. Pero “si tú no abonas a este fondo, no tienes vacunas”, dice Aguinaga. Preguntamos de manera insistente al Ministerio de Salud y al Fondo Rotatorio de la OPS si se había o no hecho este pago pero hasta el cierre de este reportaje no hubo respuestas. 

Lorena Chávez, de la Defensoría del Pueblo, dice que uno de los pedidos que hizo la institución  al Ministerio de Salud (MSP) es que les presente el formulario de solicitud de requerimiento de vacunas por parte del MSP  al Fondo Rotatorio y la constancia del pago de las vacunas. “Queremos saber si pagaron o no… porque yo puedo decir sí solicité pero no pagué”, dice Chávez. Hasta ahora no han recibido respuesta del Ministerio. Chávez asegura que no existe un desabastecimiento mundial. “No es así porque el resto de países sí tiene”, dice Chavez. 

Con eso concuerda Edson Aguilar, quien dice que “no hay un solo país que esté reportando desabastecimiento de vacunas. El problema que está atravesando Ecuador este momento no lo tiene ningún otro país de la región”. Sin embargo, Aguilar explica que es importante saber cuáles son las razones del desabastecimiento y para eso el gobierno ecuatoriano debe transparentar la información. “¿Es porque no se ha adquirido la cantidad suficiente de vacunas?, ¿Es porque hay deudas con el Fondo Rotatorio de la OPS? Si eso fuera así esto es muy peligroso porque los recursos de inmunizaciones tienen que ser recursos protegidos, tienen que ser bloqueados para que no sean usados en otras áreas”, cuestiona el médico

Para Esteban Ortiz el motivo de la escasez es que no se hicieron las gestiones necesarias y tampoco se ha considerado que la población infantil ha aumentado en Ecuador. “Tenemos una población migrante bien importante. Tenemos migrantes que vienen con niños y esos niños también ocupan el sistema público de salud”. Según el Ministerio de Educación solo en el año lectivo 2020-2021 hay 49.967 niños, niñas y jóvenes venezolanos. Pero según Oriz nadie ha hecho cálculos de proyección. “Las autoridades sanitarias muchas veces ni siquiera han hecho cálculos poblacionales demográficos para saber el crecimiento poblacional”, dice el experto. Esto se debería realizar mediante un cálculo del número de niñas y niños que viven en el país, incluida población migrante.  

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Ante la inoperancia del gobierno ecuatoriano, el país vive de la buena voluntad de otros país. El 11 de marzo de 2021 llegaron 95 mil dosis de la bOPV antipolio que el gobierno mexicano donó al ecuatoriano. El embajador de Ecuador en México, Enrique Ponce de León, agradeció la donación en su cuenta de Twitter. La embajada de México, en respuesta a un pedido de información hecho por GK, dijo que la donación se dio tras  el pedido del 15 de febrero de 2021 por parte del entonces Canciller del Ecuador, Luis Gallegos Chiriboga. El Canciller solicitó las vacunas al Gobierno de México “a fin de atender la situación crítica relativa al desabasto de ese fármaco en Ecuador”, según la respuesta de la embajada mexicana a GK.

Hasta el momento, el gobierno mexicano dice que no ha recibido ninguna otra solicitud. GK se contactó con el Ministerio de Salud para saber los motivos de la escasez de vacunas y, sobre todo, para saber si ya se ha restablecido el abastecimiento. Pero hasta el cierre de este reportaje no hubo respuestas.

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Miles de niños no han recibido sus vacunas en el tiempo adecuado y lo que es peor no se conoce con exactitud qué otras vacunas faltan  en los centros de salud. Algo que expone a los niños y niñas contraer cualquier tipo de enfermedades. Mientras tanto, sus madres están en la búsqueda diaria de vacunas en los centros de salud del país. 

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Andrea* es un nombre protegido.