Dos adolescentes regresaron a Ecuador desde Colombia, donde habían sido llevadas como víctimas de trata de personas y explotación laboral. Ayer, 17 de marzo de 2021, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana informó que las dos jóvenes volvieron al país. Hoy se informó que permanecen en una Casa de Acogida en Quito.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana dijo que las dos adolescentes, de las que no especifica la edad pero tendrían menos de 18 años, estuvieron en Mitú, capital del departamento de Vaupés, en la amazonía colombiana.
Según un comunicado del Ministerio, una de las adolescentes vivía en San Pablo de Lago, una parroquia de la provincia norteña de Imbabura a unas tres horas de la frontera entre ambos países. La otra adolescente es de San José de Minas, en la provincia andina de Pichincha. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana dijo que las dos adolescentes fueron sacadas de sus hogares con engaños a sus padres para que permitan a las jóvenes salir del país. El Ministerio no informó si los captores de las adolescentes fueron detenidos o no. En Ecuador, entre enero y junio de 2017, 47 personas fueron rescatadas de la trata. Por el delito, fueron detenidas 32 personas.
El Ministerio supo de este hecho en enero de 2021. En esa fecha, pidió al Consulado del Ecuador en la ciudad colombiana fronteriza Ipiales que protegiera a los dos adolescentes. El Estado colombiano las recibió en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que acoge a niños, niñas y adolescentes cuando están en amenaza o sus derechos han sido vulnerados.
La trata de personas es un grave delito y una preocupación mundial. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la trata deja más de 32 mil millones de dólares por año. Es la actividad más lucrativa luego del tráfico de drogas y armas. En 2018, sus víctimas provenían de 169 nacionalidades y eran explotadas en 172 países.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dice que mujeres y hombres son víctimas de este crimen. Cuando entran son sometidos a este crimen, suelen ser expuestos a violencia sexual, trabajos forzosos, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos, pornografía infantil. También padecen situaciones de trata los solicitantes de asilo, los refugiados y los desplazados internos. María Daniela Escobar, oficial Regional de Integración por la Plataforma Regional de de Respuesta a Venezuela (R4V) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo el 7 de marzo en una entrevista para GK, que las mujeres migrantes venezolanas suelen ser víctimas de este delito..
En la mayoría de los casos, las víctimas son de países pobres y son trasladadas a países ricos. De acuerdo al Reporte Global sobre Trata de Personas 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la pandemia del covid-19 aumentó los casos de trabajo forzado. También aumentó el uso del internet para atrapar víctimas y explotarlas. El desempleo también aumentó este delito, dice la UNODC.
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El Código Orgánico Integral Penal (COIP) dice que la trata de personas es el delito “de captación, transportación, entrega, acogida o recepción de personas dentro del país o desde otros países” con fines de explotación. La sanción por ese delito es de 13 a 16 años de cárcel.