Un frágil sistema de salud es la herencia que recibirá el nuevo gobierno. Ecuador está entre los países peor evaluados respecto a su sistema de salud. Pero la llegada de la pandemia del covid-19, no hizo más que profundizar los problemas del sistema de salud ecuatoriano. Las propuestas de los candidatos en temas de salud serán decisivas para reanimar al débil sistema de salud ecuatoriano. 

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Ecuador es uno de los países con mayor número de fallecidos por covid-19 por cada 100. 000 habitantes. Hasta el sábado 10 de enero, se registraron 14.177 fallecidos por covid- entre confirmados y probables fallecidos. La vacuna contra el covid-19 se muestra como una esperanza para reducir ese número. De ahí que entre las principales propuestas de campaña esté la distribución de la vacuna contra el covid-19. 

Varios de los 16 candidatos a la presidencia repiten una misma propuesta: el acceso gratuito a la vacuna para toda la población. Pero, ¿qué tan viable es lograr una vacunación masiva en Ecuador?. Para Ruth Jimbo, master en economía de la salud y profesora de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el proceso de vacunación tomará tiempo. “No deberían solo ofrecer vacunas cuando sabemos que el acceso va a estar todavía limitado” porque en la primera fase no todos serán vacunados, dice Jimbo. Según la experta, los planes también deberían incluir propuestas que prioricen el autocuidado para prevenir más contagios del covid-19 como el uso de mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social . 

Apenas uno de los 16 candidatos presidenciales contempla en su plan de trabajo un programa de prevención.  Cesar Montufar, de la Alianza Honestidad, menciona en su plan de trabajo la “ejecución de programas de promoción de salud y prevención del Covid 19”. El resto de propuestas cifran sus esperanzas en la lucha contra el covid-19 solo en la vacuna, sin contemplar mecanismos de prevención considerando, además, que apenas 25 mil personas se vacunarán durante la primera etapa, eso representa el 0.14% de la población ecuatoriana. Una cifra muy por debajo del 55% necesario para que los contagios empiecen a frenar. La importancia de una propuesta de autocuidado resulta esencial en un contexto como el actual en el que expertos dicen que la pandemia podría durar años hasta eradicarse. Para Jimbo, es vital que mientras llegue la vacuna a toda la población “se deba reforzar planes comunicacionales y control para que la gente use mascarilla, se lave las manos y tenga distanciamiento”. 

Pero el siguiente Presidente de la República no sólo deberá administrar la vacuna sino también heredará el plan de vacunación de este gobierno. Por lo que una de sus funciones, quizás la más inmediata,  será evaluar el plan de vacunación ideado por el morenismo. El nuevo gobierno, dice la experta, deberá “evaluar que la tecnología sanitaria seleccionada está cumpliendo los objetivos planteados”, es decir que, por ejemplo, haya disponibles congeladores adecuados para las vacunas, que la cadena de frío se mantenga y que los tiempos de conservación no superen los establecidos . Otro de los puntos que deberían considerar los candidatos en sus propuestas, pero que nadie lo ha hecho, es el acceso a más pruebas para detectar el covid-19. Jimbo explica que cada vez el país hace menos pruebas por lo que es necesario un acceso “mucho más equitativo, accesible, porque es una prueba cara y no disponible”. Incluso después de haber iniciado la fase de vacunación es necesario continuar con la detección de pacientes positivos para evitar un incremento de contagios.  Los planes tendrán que contemplar no solo la vacunación masiva sino también tendrán que unir todas esas estrategias para poder combatir la pandemia. 

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Durante la pandemia, los centros de atención primaria del Ministerio de Salud tuvieron que atender miles de  casos sospechosos de covid-19. La estrategia se centró en evitar que las personas contagiadas se complicasen y llegasen en estado grave a los hospitales. Si bien la idea no era mala, su principal y más grave error fue delegarles esta tarea sin entregarles los recursos necesarios para que pudieran cumplir esa tarea. Algo que no hizo más que agudizar un sistema de atención primaria que ya estaba en crisis. 

El colapso de los centros de salud durante la pandemia es apenas una muestra de los problemas del sistema de salud y del sistema de atención primaria- encargado de la atención, promoción y prevención de enfermedades. El sistema de atención primaria es el primer contacto de los pacientes con los médicos. Pero en Ecuador el sistema de atención primaria es, por lo menos, deficiente. En las principales provincias del país como Guayas y Pichincha —cuyas capitales son, respectivamente, Guayaquil y Quito— hay apenas un centro de salud por cada 20 mil y 17 mil habitantes, respectivamente.  

Los planes de campaña de los 16 candidatos a la presidencia del Ecuador repiten frases como fortalecer el sistema de atención primaria. Organizaciones políticas como CREO, Alianza País, Avanza y otros dicen que aumentarán la contratación del personal y de especialistas en los centros de atención primaria. Para la doctora especializada en medicina familiar, Sofia Cañadas, proponer el aumento de especialistas es muy general porque puede ser cualquier cosa: aumento de las contrataciones por centro, aumento de especialistas en atención primaria. Se requiere más detalle para saber exactamente a qué se refiere la propuesta y poder evaluarla de acuerdo a las necesidades. 

Para Cañadas, se debería tomar en cuenta cuántos médicos especialistas se necesita. Aunque para saber eso, explica, es necesario que Ecuador cuente con un observatorio de recursos humanos en salud que censa el número de personal en este sector. Países como Argentina o Chile cuentan con un observatorio de recursos humanos donde cada año se detalla cuántos médicos se forman, cuántos trabajan en cirugía, oncológica, ginecología por nivel de atención. Eso permite tomar decisiones que se sostienen en evidencia, crear políticas públicas preventivas y ofrecer soluciones efectivas.  

Pero eso es algo que el país no tiene. La mala noticia es que el único candidato que incluye esto en su plan de gobierno es, nuevamente, César Montufar.En su propuesta está la “ejecución de una política de recursos humanos en el sector salud. Realización de un censo de médicos por especialidad; enfermeras, para médicos y otros”. Pero el aumento de médicos en el sistema de atención primaria no es lo único enfoque que se debería considerar.

 También es necesario asignar los recursos e inversión en la preparación médica.  Y lo que es más, la inversión en la atención primaria disminuye los costos. “Atender a un paciente en el hospital que en atención primaria es tres veces más caro”, dice Cañadas. 

La doctora Cañadas explica que en el país la atención a la población se concentra solo en los hospitales y no en los centros de atención primaria. Cuando lo que promueve la atención primaria es prevenir enfermedades y evitar llegar a los hospitales. Pero, explica que en la atención primaria no hay los recursos suficientes para atender patologías frecuentes. Datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) indican que en el año 2019 las principales causas de muertes son las enfermedades al corazón y la diabetes. Problemas que, según Cañadas, “que matan más que incluso de la pandemia” y que podrían evitar con buen sistema de atención primaria. 

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La llegada de la pandemia del covid-19 también complicó la salud de las personas que viven con enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Incluso en el estudio titulado Mantenimiento de servicios esenciales para personas que viven con enfermedades no transmisibles durante COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se explica que el impacto de la pandemia ha hecho que las personas que viven con enfermedades crónicas no transmisibles- que incluyen las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes – “ha incluido interrupciones en el acceso a los servicios de salud en un momento crítico”. Lo que podría empeorar, aún más, el estado de salud de las personas. 

El tratamiento de las ECNT  en el contexto de la pandemia es uno de los focos que los candidatos deberán atender. Pero ninguno contempla en sus planes de campaña el tratamiento de estas enfermedades en medio de la covid-19. Tan solo uno de los candidatos menciona, y de forma escueta, a las enfermedades crónicas. El plan de gobierno del candidato por CREO, Guillermo Lasso, dice que habrá “tratamientos e insumos médicos para pacientes con capacidades especiales y enfermedades crónicas o catastróficas”. Además, se comprometen a realizar una revisión de los casos de pacientes que padezcan esas enfermedades y que puedan ser registrados a través de un nuevo censo y registro de los mismos. 

La investigadora médica y experta en promoción de la salud, Irene Torres, afirma que el problema de las enfermedades crónicas no transmisibles es la falta de capacidad diagnóstica y la precariedad del sistema de atención primaria. Torres explica que es imposible determinar o tratar las ECNT si “no tienen personal, no tienen insumos, no tenemos la capacidad para tamizar y para determinar muy tempranamente quien está en riesgo y poder abordar a tiempo”. Pero eso no es todo lo que los candidatos deben considerar. 

Es crucial la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles a través de otras medidas. Como la creación de espacios de recreación, eliminar el consumo de la comida chatarra y promover el ejercicio. Para Torres los candidatos deben considerar políticas públicas de control de las corporaciones alimentarias como prohibir que en las cajas de los supermercados se ofrezcan productos azucarados. Luego, dice, los centro de salud deben promover mejores estilos de vida. En pocas palabras: un plan de promoción y prevención. Algo que ninguno de los candidatos contempla en sus planes. 

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Los problemas en el sistema de salud no es lo único que deberá afrontar el siguiente gobierno. La pandemia del covid-19 también traerá consigo problemas de salud mental en las personas. Steven Taylor, autor de The Psychology of Pandemics y profesor de psiquiatría en la Universidad de Columbia Británica, afirma que «para una desafortunada minoría de personas, quizás del 10 al 15%, la vida no volverá a la normalidad», por al impacto de la pandemia en su bienestar mental. A pesar de esta situación, apenas uno de los 16 candidatos menciona en su plan de gobierno la atención de la salud mental. 

El candidato a la presidencia por la Izquierda Democrática, Xavier Hervas, es el único que considera en su plan de gobierno la salud mental. Este escenario no es una sorpresa para Irene Torres, experta en promoción de la salud. Para Torres“en el Ecuador la salud mental es la última rueda del coche” a pesar de que hay evidencia, dice la experta, de que los aislamientos han creado problemas de salud mental. Según el servicio de emergencias ECU 911 desde que empezó la emergencia sanitaria a mediados de marzo hasta el 3 de noviembre, se reportaron 220 suicidios. Mientras que en todo el 2019 se reportaron 302 suicidios. 

Los problemas de salud mental también afectarán a quienes ya sufren de enfermedades o trastornos mentales. Un estudio de la revista de medicina The Lancet dice que las personas con trastornos depresivos, de ansiedad u obsesivo-compulsivos están experimentando un impacto perjudicial en su salud mental debido a la pandemia de COVID-19

En su plan de gobierno Hervás propone “implementar centros de atención integral con énfasis en salud mental, a lo largo del país, con profesionales sensibles y capacitados”. Además de la creación de programas institucionales enfocados en proteger la salud mental de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. 

Para Sofía Cañadas esa falta de interés en salud mental es evidente en el mismo sistema de atención primaria, a pesar de que una de las preguntas primordiales debería ser “cuántos psicólogos se necesita por centro”, dice Cañadas. A eso se suma que no existe una estrategia nacional para tratar problemas de salud mental y eso complica aún más la situación. 

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Todas las propuestas de gobierno de los 16 candidatos a la presidencia del Ecuador, en el ámbito de la salud,  mencionan generalidades como “universalidad de la salud pública”, “consolidar el sistema nacional de salud pública”o “salud integral”;  todo está plagado de vaguedades y sin explicaciones concretas sobre cómo lo lograrían. Incluso, candidatos como Guillemo Lasso plantean “una zona franca de salud”, sin especificar si es que sería un territorio determinado ubicado en una zona específica del país, dónde se ubicaría, cuáles serían las condiciones para la inversión, si es que tendrían exenciones tributarias, entre otros detalles fundamentales que permitirían analizar con mayores elementos esta propuesta.. Irene Torres dice que la inversión privada en el país existe y es muy alta y que en Ecuador esa inversión ha crecido con mayor rapidez que en cualquier otro país de la región”. Lasso ha propuesto también —aunque en su plan de gobierno no consta—  entregar la administración de los hospitales públicos a la empresa privada; algo similar a lo que plantea Pedro Freile.

Toda las propuestas de los candidatos en temas de salud deberían considerar la pandemia del covid-19, pero muchos de ellos entienden los problemas de salud en el país como un hecho aislado y meramente reactivo. Que exista apenas un candidato que aborde temas de salud mental o prevención de enfermedades crónicas no transmisibles no hace más que demostrar el desconocimiento de la realidad del sistema de salud que, más allá de la pandemia, afecta profundamente la vida de los ecuatorianos y el poco interés en entregar propuestas que cambien de raíz el sistema.