Este es El Respiro, la dosis diaria de noticias buenas para sonreír y olvidarnos —por un rato, al menos— de la emergencia sanitaria.

Tortugas bebé

Ciento cinco tortugas bobas nacieron en la playa de Castillete dentro del Parque Nacional Natural Tayrona en el Caribe de Colombia. 

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Las tortugas —cuyo nombre científico es Caretta caretta— se conocen como “bobas” porque no esquivan a los humanos y cuando suben a tomar sol se quedan flotando sobre el mar, lo que hace que sean fáciles de capturar. También se las conoce como tortugas cabezonas porque el tamaño de su cabeza puede estar entre los 20 y 25 centímetros. Son la única especie del género Caretta dentro de la superfamilia de las tortugas marinas.

De acuerdo al World Wildlife Fund (WWF) y a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las tortugas bobas están en la categoría de vulnerables en su lista de animales en peligro. Es decir, tienen un alto riesgo de extinguirse en su hábitat natural. Además, sufren las amenazas del plástico y el calentamiento global y de la industria turística.

En la actualidad, la mayoría de ellas se encuentran en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, así como en el mar Mediterráneo. En Colombia, tienden a aglomerarse cerca  del área protegida del Parque Tayrona donde existe mayor control sobre la industria turística.

El parque Tayrona es una de las reservas ecológicas más importantes de América del Sur y, al mismo tiempo, un concurrido destino ecoturístico. Según autoridades de Colombia, la anidación y el nacimiento de tortugas en las playas del Parque Nacional Natural Tayrona evidencian el buen estado de conservación de las playas del área protegida.

Contra la tortura

Instagram, Facebook y Twitter prohibirán cualquier contenido que promueva las “terapias de conversión” en sus plataformas. 

 La terapia de conversión es un proceso pseudocientífico que plantea cambiar la orientación sexual o reducir la atracción sexual hacia otras personas del mismo sexo. Las terapias —que se acercan más a la tortura que a un tratamiento médico— están ampliamente desacreditadas por las principales asociaciones médicas, pero son legales en la mayoría de países del mundo, incluyendo Estados Unidos y el Reino Unido.

La decisión de prohibir el contenido se tomó cuando varios usuarios se unieron para pedir que se eliminara una cuenta de Instagram utilizada por Core Issues Trust, un promotor de terapia de conversión con sede en el Reino Unido. Facebook anunció que para evitar ataques discriminatorios contra sus usuarios, ampliará sus políticas de comunidad sobre los discursos de odio e incluirá en ella publicaciones, cuentas y páginas que publiciten o promuevan la práctica de estas mal llamadas terapias tanto para Facebook como Instagram.  

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Un portavoz de Twitter anunció que la red social ya aplica restricciones que prohíben la promoción de terapias de conversión. Sin embargo, dijo que se está trabajando para que el equipo esté más capacitado y así sea más fácil reconocer esta clase de contenidos en sus diferentes formatos. 

La semana pasada, Victor Madrigal-Borloz, un experto independiente de la ONU en protección contra la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, pidió una prohibición global de los esfuerzos para “curar” (léase torturar)  a las personas LGBTI+, argumentando que estas “terapias” infligen dolor y sufrimiento a quienes las experimentan.

En paz con la naturaleza

Un científico conservacionista recluta a exguerrilleros de Colombia en una nueva causa: preservar la biodiversidad de su país. 

Colombia es considerado uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, pero gran parte de su selva y bosques no habían podido ser exploradas por el conflicto armado que asoló al país durante más de medio siglo. 

En 2016, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un acuerdo de paz con el gobierno colombiano, los científicos y ambientalistas vieron una oportunidad para, por fin, estudiar la biodiversidad de las  zonas que por más de 50 años fueron ocupadas por guerrilleros. Desde la firma del acuerdo, investigadores y científicos han encontrado cerca de 100 nuevas especies en estas regiones. 

Jaime Góngora, un genetista de vida silvestre originario de Colombia que trabaja en la Universidad de Sydney, Australia, dice que vio potencial en la conservación del ambiente para darles a los excombatientes un nuevo propósito de vida: cuidar la diversidad. ¿Quién mejor para cuidar estas áreas que quienes han vivido años en ellas y las conocen mejor que nadie?

Peace with Nature es el proyecto de Góngora, quien ahora lidera un grupo de investigadores del Reino Unido, Australia y 10 instituciones colombianas que trabajan con excombatientes para estudiar las plantas y animales nativos de Colombia. 

Desde 2017, el científico colombiano ha regresado a su país natal tres o cuatro veces al año para organizar talleres con más de 100 excombatientes y capacitarlos en habilidades de ciencias de la conservación. El objetivo no es solo cuidar los hábitats naturales sino también darles a los exguerrilleros la oportunidad de tener una carrera profesional. La mayoría de ellos están interesados en la conservación del río. 

Góngora cree que la biodiversidad ofrece una oportunidad para la reconciliación y la recuperación después de un conflicto armado. Dice que los talleres han sido, sobre todo, espacios para un diálogo respetuoso sobre la biodiversidad y la naturaleza. 

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Esto fue El Respiro, las buenas noticias del 14 de julio de 2020. Se publica todos los días a las 8:45 de la noche. Es una dosis de buenas noticias para contrarrestar la ansiedad y preocupación que nos causa la emergencia sanitaria generada por el covid-19 en el Ecuador y América Latina.