Este reportaje es parte de la alianza entre GK y Mongabay Latam


Cuando comenzó el estado de emergencia sanitaria en Ecuador por el covid-19, el 3 de marzo de 2020,  la Confederación de  Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie)  tomó medidas estrictas para evitar el contagio de la enfermedad en sus comunidades. Todas las nacionalidades decidieron prohibir la entrada y salida de personas, suspender actividades turísticas, cancelar reuniones y quedarse en sus territorios. Pero es probable que las medidas no hayan sido suficientes para evitar que la enfermedad afecte a estas poblaciones donde el acceso al agua potable es mínimo, la contaminación de los ríos es un problema latente, hay cuadros de desnutrición y falta de acceso a insumos de higiene para prevenir el virus.   

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El 17 de abril, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos conformada por organizaciones nacionales como la Fundación Pachamama, Fundación Alejandro Labaka e internacionales como Amazon Watch, Amazon Frontlines y Land is Life, reportaron que en la Nacionalidad Siekopai, en la provincia amazónica de Sucumbíos, falleció un anciano con diagnóstico probable de covid-19 y que alrededor de 20 personas estarían con síntomas del virus. 

La Nacionalidad Waorani denunció que un proveedor de la Empresa Petrolera Repsol —que trabaja en la provincia de Orellana, cerca de su territorio— fue confirmado con covid-19 y otro trabajador posiblemente tendría la enfermedad. Además, el pueblo Shuar Arutam, ubicado en Morona Santiago, ha vuelto a exigir la protección del gobierno al registrar la muerte de un hombre que tuvo contacto con personas de su comunidad que viajaron a una convención minera a Canadá en marzo de 2020, un grupo de indígenas se sienten enfermos y exigen que se evite la rotación de los militares en la zona porque los consideran un factor de riesgo para el contagio de covid-19.  

Las distintas nacionalidades indígenas están alerta por el posible avance de la pandemia en sus comunidades y exigen apoyo del gobierno en salud, provisión de alimentos e insumos de higiene y protección: guantes, mascarillas, jabón, gel antibacterial o alcohol. Hasta hoy el gobierno no ha hablado sobre la situación de los indígenas en la pandemia. 

Murió un Siekopai con diagnóstico probable de covid-19 

En un comunicado difundido en redes sociales el 17 de abril, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos informó que desde comienzos del mes, alrededor de 20 personas tienen fiebre, dolor de cabeza, dolor corporal y dificultad respiratoria; síntomas asociados al covid-19. Humberto Piaguage, líder siekopai, dice que el 14 de abril murió un anciano que también tenía los mismos síntomas. 

María Espinoza, Defensora de los Derechos Humanos de Amazon Frontlines, asegura que luego de emitir la alerta, equipos del Ministerio de Salud (MSP) de los cantones Cuyabeno y Shushufindi —ambos en la provincia de Sucumbíos— revisaron a algunas de las personas que tienen síntomas, pero no a todas, aclara Espinoza. 

Según dice, los médicos que visitaron a los pobladores siekopai dijeron que los síntomas no tienen relación con covid-19, sino que se trataba de sintomatología asociada a problemas de amígdalas o de neumonía bacteriana. Luego de la revisión médica, no se tomaron pruebas para detectar el covid-19 “por la consideración técnica que la sintomatología no correspondía y la segunda razón porque no hay acceso, hay un déficit en el stock de pruebas”, dice Espinoza.  Hasta el 23 de abril en Ecuador se habían procesado 34 420 pruebas, es decir, 1971 pruebas por cada millón de habitación. 

“Como población Siekopai estamos atemorizados psicológicamente y por tal razón se lanzó la alerta a las autoridades encargadas a intervenir de forma inmediata”, dice Piaguage. 

María Espinoza dice que, a criterio del Ministerio de Salud, el anciano que murió días atrás no tenía  síntomas de covid-19, pero tomó una muestra al hijo del anciano siekopai que vivía con él  para detectar la enfermedad, “pero aún no hay resultados, por eso no es posible saber nada al respecto”, agrega Espinoza. La nacionalidad Siekopai está conformada por cerca de 700 personas, por eso el contagio de covid-19 representa un factor muy alto de desaparición para este pueblo indígena ancestral. 

Espinoza cree que en caso de que la pandemia llegue a territorios indígenas se creará un escenario muy frágil. Según comenta, el sistema de salud en estas zonas está totalmente precarizado o a veces es inexistente, muchas veces ni siquiera hay puestos de salud cercanos y las comunidades no tienen dinero en este momento. Además se vive un desabastecimiento de  alimentos. 

posibles contagios de covid-19 en indígenas

Las poblaciones indígenas tienen un desabastecimiento de alimentos en el aislamiento social. Foto: Valentina Tuchie

Los pueblos indígenas ya han sido afectados por otras enfermedades. Según los Siekopai, hace más de 100 años la tosferina causó el fallecimiento de muchas personas. Sus memorias indican que eran más de 30 mil personas y ahora quedan menos de mil. 

Por ese temor, 40 siekopai se refugiaron en su territorio ancestral conocido como Lagartococha. Entre las personas trasladadas a ese territorio están los ancianos más vulnerables de contagiarse de la pandemia. En una publicación de redes sociales, el presidente de los Siekopai, Justino Piaguage dice: “Estamos muy cerca del  COVID-19. La intención es estar totalmente aislados. Esto nos hace pensar en los siglos anteriores; escapar, sobre todo, a ese sitio de mucha importancia cultural para nosotros y sitio estratégico”.  

Un caso de covid-19 cerca de los waorani

Timoteo Huamoni se enteró el domingo 19 de abril que un trabajador vinculado a la empresa petrolera Repsol Ecuador S.A, operadora de los bloques 16 y 67 dentro del territorio waorani, tiene covid-19 y hay otro empleado con síntomas a quién no le han confirmado el diagnóstico. Huamoni es líder del grupo del Comité de Gestión de Emergencias para las comunidades waorani del Yasuní, en la provincia amazónica de Orellana. Rápidamente alertó a organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos sobre la existencia del caso confirmado. La nacionalidad waorani vive entre las provincias de Napo, Pastaza y Orellana.

Las dos personas son trabajadores indirectos de la empresa, dice Huamoni. Según lo que sabe el líder, la compañía tiene estricto control para el ingreso y salida de las personas del bloque 16 y realiza chequeos médicos en los que detectaron a la persona contagiada y a la persona con diagnóstico probable, “pero no son waorani”, dice.  En una carta dirigida a tres líderes indígenas el 19 de abril de 2020, la petrolera Repsol Ecuador S.A dice que suspende las actividades de transporte comunitario porque comenzarán un proceso de cuarentena.  

Extraoficialmente una persona que trabaja con Repsol Ecuador S.A confirmó a Mongabay Latam que un empleado de una compañía subcontratista çresultó contagiado de covid-19 y que la persona había sido diagnosticada con el virus antes de entrar al campamento. Además,  vía telefónica esta fuente recalca que ningún trabajador de Repsol Ecuador S.A tiene el virus. “Ninguna persona que tenga el virus puede entrar a la explotación, porque Repsol protege fundamentalmente a la población waorani”, dice. 

Gilberto Nenquimo, presidente de la Nacionalidad waorani del Ecuador (Nawe), dice que la persona con covid-19 estuvo en Pompeya, un poblado a 32 kilómetros de la primera comunidad waorani. “Creemos que tuvo contacto con waoranis en la entrega de provisiones” dice Nenquimo.  

A Nenquimo le preocupa que en  las comunidades haya alguien con la enfermedad, en especial porque, dice, es difícil que los indígenas usen mascarilla o guantes con el argumento de que no pueden respirar con la mascarilla o están incómodos usando los guantes. “Falta concientización y faltan insumos para evitar el contagio”. El líder waorani asegura que estos insumos no han llegado a las comunidades indígenas. A lo que sí han accedido, dice, es a materiales de comunicación e instrucciones de higiene traducidas en su lengua. 

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), realizó un documento con indicaciones para prevenir el COVID-19 en las comunidades indígenas. El 21 de abril, la Conaie informó que la Organización Mundial y la Organización Panamericana de la Salud (OMS) y (OPS) revisaron y aprobaron el documento. 

Nemonte Nenquimo, lideresa indígena waorani, dice que la empresa Repsol tiene la responsabilidad de prevenir posibles contagios. “Para evitar la posible propagación del virus la Nawe decidió que no pueden ingresar a los territorios waorani los trabajadores u obreros de la empresa”. Según Nemonte Nenquimo, los trabajadores están ingresando a los campamentos cada 15 días y considera que esto es un peligro de contagio. 

posibles contagios de covid-19 en indígenas

Los líderes indígenas mantienen informadas a sus comunidades sobre el COVID-19 Foto: Amazon Frontlines

El 21 de abril la Confederación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae)  y la Nawe emitieron una carta dirigida al gobierno y a las autoridades de salud para solicitar que se realice un protocolo especial para la protección de las comunidades indígenas waorani y los pueblos en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane, que habitan cerca del bloque petrolero 16. Hasta ahora el gobierno no ha respondido sobre ese pedido. 

Pueblo Shuar Arutam insiste en posibles casos de covid-19 

El Pueblo Shuar Arutam (PSHA), asentado en la provincia de Morona Santiago, informó que el 10 de abril de 2020 murió el padre de una de las personas que viajó a Canadá en los primeros días de marzo a una convención minera. Días antes, el PSHA reportó que la madre de otra de las personas que estuvieron en la convención minera, falleció. Josefina Tunki, presidenta del Pueblo Shuar Arutam, dijo que han recibido atención médica del Ministerio de Salud y que el grupo de personas que estuvo en Canadá “supuestamente está bien”, dice. 

Según un documento publicado por los indígenas, también hay más personas que se sienten enfermas. Los shuar Arutam también se quejan por la rotación de militares en el cantón Tiwintza pues “provocaría un alto riesgo de contagio de covid-19”. Las comunidades indígenas de Morona Santiago mostraron su preocupación desde el 6 de abril de 2020 cuando se detectó que un militar tenía el virus. “La constante rotación de personal ajeno a las regiones donde se desarrollan esas actividades constituye un factor de alto riesgo de propagación y peligro para todas las comunidades locales, indígenas o no”, dice el comunicado público. 

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“La mayoría de pueblos indígenas están sometidos a procesos de discriminación, de falta de garantía para el goce de derechos de la salud o al saneamiento”, dice María Espinoza. Los antecedentes de desnutrición y enfermedades respiratorias agudas hacen que, si el virus llega, las consecuencias puedan ser mucho más drásticas para ellos, dice la defensora de derechos humanos.

Este reportaje fue publicado originalmente en Mongabay Latam