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Elizabeth Cabezas nos recibe en la planta baja de su oficina particular —no la de asambleísta. Está ubicada en un moderno edificio en el centro norte de Quito. Llega con dos hombres, uno joven que se encarga de manejar su relación con los medios y otro, con el pelo un poco canoso. Antes de que empiece las preguntas, inicia ella.

Te agradezco por el espacio. Tú habías comentado con una de las secretarias que tú intentaste tener una reunión previa con Michelle (una antigua colaboradora suya, encargada durante su período como Presidenta de la Asamblea, de coordinar entrevistas con medios). Lastimosamente parece que hay una errónea valoración o no priorización de los temas y es mi obligación, primero ponerte al tanto de varias datos informativos que yo creo que van ayudaron muchísimo a equilibrar la nota.

Se refiere al artículo publicado la semana que Cabezas dejó la Presidencia de la Asamblea, Se fue Elizabeth Cabezas, la presidenta que solo fue noticia en el escándalo. Antes de publicarlo, intentamos varias veces obtener una entrevista con la legisladora, pero no obtuvimos respuesta. Cuando el artículo se publicó, nos llegó un pedido de su despacho, solicitando derecho a la réplica. Propusimos hacerlo con esta entrevista y ella aceptó.

Me parece que de hecho la nota tiene un sesgo muy negativo de la gestión. Y me parece que eso no hace una justa evaluación de todo lo que representaron los quince meses que yo presidí la Asamblea Nacional. Y me parece que, en ese sentido, es importante que tú cuentes con información de primera mano. Yo he pedido, obviamente, mi derecho a aclarar ciertos temas que tú habías comentado allí y que realmente pueden dejar una muy mala imagen de lo que ha sido un balance, más bien bastante positivo, de la Asamblea, cuando tú enfocas con un titular de que la presidenta de la Asamblea se va en la mitad de escándalos y de situaciones negativas. Entonces yo creo que eso sí induce de una manera poco favorable para valorar una gestión que realmente ha tenido logros, y creo que esos logros no son de la Presidenta de la Asamblea sino de una institución, a la cual yo la representé y que me parece que hay que rescatar.

Antes de que continúe, usted habla de una valoración positiva, ¿quién hace la valoración positiva?

Bueno, la valoración positiva creo que se da en función de los resultados, más que de quién la hace, porque en el momento en que tú analizas quién la hace, puedes tener subjetividades que no necesariamente son dadas en función de los resultados. Entonces no es una valoración que le hago yo, no es una valoración que la haces tú, sino una valoración que se hace en función de los resultados. Entonces me parece que eso es importante también comentarlo, para que sea más bien sean los lectores, los que puedan valorar positiva o negativamente la gestión que se hace.

Claro, ¿pero los resultados son con base en qué?

A ver los resultados son con base en una planificación que se hizo en la Asamblea Nacional. Acuérdate que cuando yo asumí la Asamblea Nacional asumí en la mitad de una crisis institucional dada por la destitución del Presidente de la Asamblea en función de un escándalo mediático que fue justamente la filtración de un audio con el exfiscal, en ese momento, fiscal en funciones, Carlos Baca Mancheno. Yo asumo como una ruptura clara del movimiento que era mayoría cuando asumimos y cuando Pepe (se refiere a José Serrano) asumió la presidencia de la Asamblea Nacional.

Entonces hay una ruptura del movimiento, hay un cambio de su presidente y la situación, obviamente, no era la mejor situación de paz y de consolidación. Eso yo tuve que ir construyendo en el camino. Yo asumo la Presidencia de la Asamblea Nacional, el 14 de marzo, a los pocos días se dio la crisis de la frontera, luego de que en esos días intermedios, antes de que se dé el secuestro de los tres periodistas hubo ya todo un ataque y detonaciones en San Lorenzo y se establece ya una situación de emergencia en esa zona.

Yo tengo que asumir el tema de la situación de los periodistas y esto fue el 26 de marzo, en medio incluso de una vacancia legislativa que ya estaba programada, no la había programado yo. En ese periodo de vacancia yo convoqué a las bancadas, suscribimos un documento de acuerdo para el manejo de una crisis que realmente fue una crisis muy fuerte y que detonó en un penoso desenlace que fue justamente el fallecimiento de los tres periodistas. Al 24 de abril, es decir, cuarenta días después de haber asumido yo la presidencia de la Asamblea, yo planteé una agenda legislativa, no a la bancada de Alianza País solamente, sino a las distintas bancadas. Y eso nos permitió, en el camino de estos quince meses, ir avanzando en el tratamiento de una serie de leyes, que ya estaban procesándose, pero que, a muchas de ellas, nosotros dimos prioridad en función de las demandas de los ciudadanos. Obviamente, jamás uno logra cumplir con las expectativas que se tienen y las situaciones que se dieron dentro la Asamblea durante su coyuntura y su planificación, que fueron tan complejas que hasta me impidió avanzar con la velocidad que hubiera podido establecer y que, en un momento dado, pensé que era posible hacer.

Tuvimos que afrontar las crisis y, digo todo esto, un poco para poner en contexto el ambiente de la Asamblea Nacional que tú lo conoces perfectamente. Tuvimos que afrontar estos temas de la coyuntura de los famosos diezmos, tuvimos que avanzar en el tema de los juicios políticos, las destituciones de algunos asambleístas, la salida de la Vicepresidenta de la República, el levantamiento del tema de la inmunidad que fue planteado por la Corte Nacional de Justicia para el tratamiento del caso de Rafael Correa. O sea, una serie de temas extremadamente difíciles y conflictivos que, obviamente, nos pusieron a mí en el ojo del huracán, como primera figura de la Asamblea y como quien lideró esos procesos hacia adelante. Entonces, me parece que sin dejar de ver los problemas, yo no puedo dejar de ver las cosas positivas también que se han hecho.

¿Usted está satisfecha con su gestión?

A ver, yo más que satisfecha creo que se avanzó mucho. Yo creo que la satisfacción es un estado de la persona cuando llegas a un clímax total, pero, lastimosamente, en la Asamblea tú jamás vas a estar satisfecho porque siempre vas a tener puntos en contra y puntos a favor. Pero creo que se avanzó bastante y los resultados están en este documento que me voy a permitir darte para que tú lo leas si es que tienes el tiempo y el deseo de hacerlo.

¿Qué faltó? A ver, yo creo que faltó poder consolidar una etapa en la que se empodere a todos los asambleístas de que los problemas que se tienen deben ser tratados de manera responsable internamente en el cuerpo colegiado.

¿Qué significa eso?

Significa que más allá de la escandalización hacia afuera tú tienes que plantear soluciones reales hacia dentro.

¿Y eso no pasa?

Y eso en la práctica no te pasa. Entonces, tú puedes salir a decir muchas cosas importantes, pero si eso no se traduce en la construcción de un documento, de una propuesta que la plantees en blanco y negro, con letras, con números y con un camino; eso queda solamente en un discurso. Entonces, a mí me parece que lo que nos está faltando es que, más allá de las buenas ideas que podemos tener todos los asambleístas, logremos concretar, en aportes reales, a quien preside la Asamblea Nacional. Yo puedo tener muchas críticas y muchos cuestionamientos con respecto de quien preside la Asamblea. Pero, realmente, no constituyo un solo aporte y no constituyo una solución al problema, si yo no soy capaz de elaborar una ley que diga “abc, señor este es mi aporte para que el empleo, que tanto necesita el país, se pueda convertir en realidad”. Entonces, yo creo que esas cosas todavía nos faltan.

Entonces, corríjame si me equivoco. Lo que estoy entendiendo es que hay muchos asambleístas que hacen declaraciones, pero al momento de presentar proyectos o soluciones, no presentan.

A mí me parece que nos falta mucho condumio todavía, que todavía el discurso es eso: un enunciado que no se concreta por la falta de acción de muchísimo de quienes son los enunciantes de esa situación y eso es fácil ver. Tú te metes en la página de la Asamblea Nacional, nosotros en eso hemos trabajado bastante, hay cuántas leyes ha presentado cada unos de los asambleístas; en qué ámbitos están esas leyes y yo creo que la análisis de la Asamblea Nacional tiene que ser un análisis mucho más riguroso porque si no, te digo, no es Elizabeth Cabezas la afectada; es la Asamblea, la institucionalidad y es el país. Y a mí sí me da pena ver cómo cada quien que pasa por la Presidencia de la Asamblea Nacional jamás recibe un solo ápice de balance favorable, más allá de quién sea la persona. Entonces, yo creo que esto es un tema en el que tenemos que entender que es una institución que representa los ecuatorianos; que pulverizarla no es la solución al conflicto. Yo creo que la solución es trabajar entre todos, entender la lógica en la que opera y tratar de rescatar las cosas que han sido favorables; ponerle, yo diría, correctivos a los temas desfavorables, pero siempre darle el beneficio de la duda a quién asume esos nuevos liderazgos.

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Una entrevista a la expresidenta de la Asamblea Elizabeth Cabezas sobre su gestión y los escándalos durante su período. Fotografía de Valentina Tuchie para GK.

Pero es una institución que está súper desprestigiada. Está en los niveles más bajos de aceptación, por algo debe ser eso. Desde su perspectiva y un poco haciendo mea culpa, ¿qué es lo que ha pasado dentro la Asamblea como institución para que esto ocurra, que esté en ese punto de descrédito?

Si tú ves en página de cualquier país del mundo un balance comparativo de las asambleas, lastimosamente, todas las asambleas, congresos y parlamentos del mundo tienen un nivel muy bajo de aceptación ciudadana. ¿Razones? Primera razón, es el seno político de todos los países; es el sitio en donde se visibilizan todos los conflictos. Y tercero, obviamente, cada uno de los políticos tiende a descalificar, y eso es un tema que yo creo que tenemos que trabajar muchísimo, el trabajo de los otros asambleístas de los otros bancadas porque es el escenario de confrontación política por excelencia. Entonces eso te arrastra porque nadie hace una diferenciación entre un asambleísta que dio un buen discurso y el asambleísta que dio un mal discurso, sino que, en general, la ciudadanía tiende a calificar a la institucionalidad de la Asamblea como una organización descalificada, además, ahora, llena de conflictos de corrupción que, obviamente, eso solo te pone en contra. Entonces yo sí quisiera y aspiro, como ecuatoriana, que algún día un Presidente de la Asamblea tenga una valoración positiva y que la institución como tal logré salir de estos huecos en los que siempre hemos estado.

Pero, por ejemplo, estas cosas como el audio filtrado en que usted usa las palabras que no voy a repetir y que generan escolios entre las bancadas. Puedo, hasta comprender, que puede ser una conversación privada en la que me sorprenda de todas maneras que se usen esos términos, pero una vez que salen a la luz ¿no cree que en lugar de abonar a los que usted está planteando, hace lo contrario y termina siendo un poco contradictorio?

Sí, a ver, pero te digo claramente, ese audio fue manipulado. Las palabras que se dicen allí no son las conversaciones que yo mantuve. Y eso yo lo dije. La conversación cotidiana con la ministra Romo, claro que se tiene. Pero los términos como se vieron allí no son los términos de ese audio, ese audio fue filtrado y manipulado.

¿Era un audio de otra cosa que se puso allí?

Las imágenes no corresponden a los momentos que se dieron las cosas.

No, las imágenes es otra cosa, estamos hablando del audio.

Son temas que tú no puedes dar cien por ciento de credibilidad a cosas que saben que no son fidedignas. Entonces a mí, y de hecho yo hice esas declaraciones, dije, la conversación es una conversación legítima, es una conversación cotidiana, pero no traté de decir que la cotidianidad era en las malas palabras ni nada. Entonces, todo fue manipulado y yo creo que allí es donde nosotros tenemos que tener la claridad: hay un afán de manipulación, de deslegitimación de todas las personas y de todos los hechos que podemos hacer y eso es bastante peligroso. Entonces, darle cabida y centrar la atención en eso, en lugar de decir las cosas que se han hecho y centrar la atención en los escándalos, más allá de que, obviamente, son necesarios de hacer, yo creo que hay que poner los límites a cada uno de ustedes.

¿Y de dónde viene ese intento que usted menciona de manipular, de tergiversar, incluso de afectar su imagen, retomando sus palabras?

Yo he dicho permanentemente, desde el primer día en que yo me posesioné, hubo una campaña de deslegitimación importante porque yo era parte de la organización de Alianza PAÍS y, simplemente, hubo una recia oposición a quienes decidimos no seguir o no tapar las cosas que se estaban destapando. Tú no puedes convertirte en cómplice y encubridor de hechos que no conocías y de acciones que a todas luces son censurables. Entonces en el momento en que estos temas se transparentan, el momento en que uno toma posiciones que son personales, pero que son además coherentes con la acción de uno tenido durante todos estos años, tú no puedes simplemente seguir siendo parte de defender cosas que no compartes. Hubo esta ruptura importante, donde todo el grupo Revolución Ciudadana, que se mantiene ahora en esta bancada, se lanzó en ataques permanentes contra todos, pero con más importancia para quienes teníamos posiciones visibles.  Al haber asumido yo la presidencia de la Asamblea, obviamente, me convertí en ese presa importante de todos esos ataques.

Entonces, yo entiendo que esto es normal en esas circunstancias. O sea cuando tú llegas a la cabeza de institución, te haces visible y por lo tanto todas las flechas te están apuntando. Pero ese tema yo lo traté de manejar de la mejor forma posible, nada de todos los insultos, de los agravios, de las de cosas que ellos trataron de promocionar son reales, cada uno sabe lo que ha hecho en su vida, y cada uno actúa con su conciencia, y, simplemente, esos temas se fueron dilatando. Entonces, empezaron a ver estas cosas y, de hecho a Ronny Aleaga, yo le tengo puesto una denuncia en la Fiscalía y ese tema se está tramitando porque hubo una filtración de comunicación. Esa expresión que a ustedes, a todos, les ha parecido que es tan pecaminosa jamás fue dicha en el pleno. Vaya pregúntele usted a los 135 asambleístas.

No, pero era evidente que eso no se iba a escuchar allí.

No, no, no, es evidente eso, mija. El problema es que eso no se dijo. De hecho, cuando hacen el audio, el tema de las malas palabras, lo único que fue claro es el “joder”.

«Joder» es una expresión cotidiana y si usted me dice que nunca la ha dicho, voy a poner en duda toda la conversación, porque son palabras que usamos todos los días.

Usted habló en un momento de espionaje. ¿De dónde cree usted que eso viene? De lo que conversamos, puedo entender que usted cree que esta campaña viene del ala correista por haberse alineado con el morenismo.

A ver María Sol, tú eres una mujer informada porque haces periodismo y estás viendo y monitoreando, permanentemente, redes porque, además, ustedes tienen su fuerte en lo que son los medios digitales. Mira quiénes son los que insultan en las redes sociales, son los trolls. Y ustedes ya les tiene identificados. O sea uno sabe cuáles son los trolls de Correa. Eso sabes tú mejor que yo. Yo debo estar totalmente desinformada, pero si yo agarro y miro diez páginas GK, Juanito, Pepito, yo puedo saber que es un grupo. Están usando las mismas fuentes para los mismos ataques. Entonces, sí es importante porque no es una definición que yo le estoy dando, es una evidencia que existe del uso de redes sociales que, permanentemente, está atacando no solamente a mí como actora política sino a otros actores.

Comprendo, pero estamos hablando de otro nivel, o sea si hablamos de espionaje dentro de la Asamblea Nacional ya estamos mucho más allá de los trolls.

A ver, es que el tema de los espionajes yo lo he puesto como denuncia a la Fiscalía porque, de hecho, eso es un proceso que tiene que ser investigado. Entonces yo parto de que existe un espionaje porque si a ti se te filtra una conversación que tú no la hiciste pública, que no la mantuviste en los términos que están ahí, es obvio que alguien te ha espiado.¿O puedo yo tener una sospecha distinta? Esa es la pregunta. O sea qué pensarías tú, si tú tienes una conversación con un amigo y de repente eso se sale a la luz, además, tergiversada y puesto de la manera que a otro le puede convenir. Tú sospechas un espionaje, porque no hay una forma distinta de que eso se haya filtrado.

La conversación con la Ministra Romo demuestra la importancia de la gestión de la Ministra Romo dentro de la Asamblea. ¿Ella ayuda a gestionar votos y este tipos de cosas dentro de la Asamblea?

Más que ayudar a gestionar votos, ella tiene una responsabilidad que es la gestión política y la gestión política es la interacción con las otras bancadas y con las otras organizaciones que, de hecho, se evidenció ahora en el acuerdo que se dio para la elección del nuevo Presidente. Entonces no es un tema pecaminoso, no es un tema salido de las funciones que ella hace ni que yo como Presidente en su momento las debí ejercer. Se han evidenciado ahora, en base a un acuerdo legislativo que ella lideró para llevar a la presidencia a quien ahora la preside.

Elizabeth Cabezas se refiere a César Litardo, quien logró ser elegido como Presidente de la Asamblea tras la salida de Cabezas.

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«Y a mí sí me da pena ver cómo cada quien que pasa por la Presidencia de la Asamblea Nacional jamás recibe un solo ápice de balance favorable» dice Elizabeth. Fotografía de Valentina Tuchie para GK.

O sea, ¿sí es algo común que esto pase con un Ministro de Estado?

Es que no es cualquier ministro, no es cualquier ministro. Es la Ministra de Gobierno. Es común porque no es la primera vez que esto pasa, le puedes preguntar a cualquier Presidente de la Asamblea y te va a decir que tienes que coordinar cosas con la persona encargada de la Secretaría de la Política que ahora cambió de nombre.

Otro tema que usted menciona es la ruptura y los ataques que, usted dice, recibió a partir de que decide aliarse con el ala morenista cuando hay esta ruptura entre el expresidente Correa y el presidente Moreno. Usted trabajó en los despachos, si no estoy mal, de Jorge Glas y de Rafael Correa. ¿En qué momento es que usted decide irse con el otro lado?

A ver, primero te aclaro en donde trabajé. No trabajé en el despacho de Rafael Correa, yo fui la coordinadora territorial en las avanzadas de la gestión de la Presidencia de la República. Yo no he estado físicamente sentada en el despacho de él. Entonces creo que hay que también decirlo con claridad para no sugerir, a través de las palabras, cosas que muchos han querido hacer. Físicamente estaba en otro edificio.

¿Pero no es un cargo de confianza?

No de confianza, es un área de gestión territorial.

¿Pero no era un cargo de libre remoción, de los que son llamados cargos de confianza?

Bueno, no necesariamente porque tú tienes cargos de libre remoción, pero que no necesariamente están haciendo cosas dentro del ámbito del despacho cerrado.

Claro, comprendo que pueda no estar en el despacho, pero ¿sí son de confianza?

Si tú quieres verlo así, sí porque yo era de libre remoción, de hecho yo entré ahí y estuve un año y pico, donde salí a apoyar, supuestamente, la gestión territorial del vicepresidente.

¿En ese momento era Jorge Glas?

En ese momento era Jorge Glas, claro, yo trabajé allí creo que un año y ya salí para la candidatura a la Asamblea Nacional entonces son dos vínculos que, obviamente, me han querido atar, pero eso no me convierte a mí ni en cómplice ni cobrador de nadie, porque si tú no conoces las cosas que se están haciendo y tú estás dedicada a tu trabajo, a tu tarea, a tus responsabilidades, estás en eso. Entonces, esas han sido las tareas que yo tuve. Y en esa línea pues, obviamente, yo fui designada asambleísta y en el momento que fui designada asambleísta empezaron a evidenciarse y publicarse ciertas informaciones, que, obviamente, uno tenía que tener una posición al respecto y mi posición fue clara y la evidencié en muchas entrevistas que tú las puedes ver en el YouTube y en las redes, y los canales.

Claro es a raíz de que hay esta ruptura y que empiezan a salir ciertos escándalos de corrupción, empieza el proceso judicial del exvicepresidente, que en ese momento todavía era vicepresidente. ¿Allí es cuando usted decide separarse, cuando estas cosas empiezan a salir a la luz o cuándo?

El momento en que yo asumí la Asamblea Nacional como asambleísta, lo que sí tenía claro es que yo tenía trabajar por los ecuatorianos. No atada a nadie ni a ningún tema en particular y a raíz de eso fue que se dieron todos estos hechos, entonces, yo creo que las posiciones fueron claras y en ese sentido fueron además públicas.

Pero no me responde cuándo decidió alinearse con el morenismo.

No es que hubo una ruptura y no fue un momento, fueron una serie de circunstancias que llevaron a un grupo de personas a tomar posiciones. A ver, o vas a defender los casos de corrupción que se están conociendo o simplemente planteas la necesidad que estos temas tienen que ser evidenciados, tienen que ser investigados y tienen que ser aclarados. Y creo que la lógica y el sentido común te lleva a que, cualquier persona racional, tiene que ir por la línea de que las cosas se tienen que investigar. Entonces, yo creo que esa fue la motivación más importante que nos llevó a 44 asambleístas a ponernos en esa línea. No ha sido una posición personal ni única.

Claro, pero le pregunto a usted en qué momento, personalmente, decidió alinearse con uno u otro lado. En su pedido de réplica usted también dice que durante su gestión usted decidió mantener la estructura de las comisiones y del CAL a pesar de que esa estructura “avizoraba conflictos por la radicalización de las posturas contrarias”. ¿A qué se refiere con esta radicalización?

Primero, dos antecedentes, la Ley Orgánica de la Función Legislativa establece solamente dos tiempos para cambios de presidentes de comisión. Al inicio del periodo eliges presidente, vicepresidente y eliges representantes de comisiones; y también a la mitad del periodo. Habían muchas vocerías, que sugerían en ese momento, que hagamos cambios de los presidentes de las comisiones. El momento en que se estableció la Asamblea Nacional con Pepe Serrano como presidente, se hace una distribución que a todas luces favoreció las presidencias de comisiones al grupo que luego se queda en el Revolución Ciudadana. Tenías la presidencia de Régimen Económico con Pabel Muñoz; la de Justicia con Marcela Aguiñaga; la de Seguridad con Doris Soliz, la de Educación con Augusto Espinosa, de los que recuerdo. Se dieron dos bajas por incomprensiones, malos manejos, cualquiera que haya sido la razón. En la comisión de Seguridad pasó de ser Doris Solís a ser Esther Cuesta y a Augusto Espinosa lo reemplazó Silvia Salgado. Las otras comisiones se mantuvieron allí. El momento que yo asumo no era el tiempo que legalmente la ley me permitía para hacer el cambio de las comisiones y a más del interés que podría haber existido de algunos de hacer los cambios, yo pensé, porque además la ley no le permitía, que no era el momento porque legalmente tampoco se lo podía hacer. Entonces yo decidí mantenerlo así a pesar de que ya sabíamos que había esta ruptura y que, obviamente, la relación con esos asambleístas no era la mejor. Sin embargo de eso y porque la presidencia no puede ponerse en disputas partidistas, yo asumí con la mayor amplitud y tuvo una buena relación en el tema laboral tanto con la comisión de Fiscalización cuanto con la comisión de Régimen Económico.

Ambas correistas.

En manos correistas, pero ya en el ámbito del desempeño tú tienes que superar la bronca. O sea, definitivamente, esos temas quedan para el tema partidista. Entonces manejamos así hasta hora que, definitivamente, ya la Ley te obliga a que hagas una renovación de las comisiones. Ahora en las comisiones, por ejemplo de Justicia, tuvimos muchos temas que si nos hubieran gustado que se avancen con mayor rapidez.

¿Por ejemplo?

El Código Orgánico Integral Penal, COIP, por ejemplo. Ese también es uno de los códigos que día a día se siguen mandando una cantidad de propuestas para la reforma. Es un documento bien extenso y la materia que trata es una materia súper delicada, de incremento de penas, de drogas, de niñez, el aborto, etcétera. Entonces es uno de los códigos más complejo y que inclusive, en un momento determinado, llegamos como a hacer un pacto de decir, a ver procesemos todo lo que llega hasta noviembre para tratar de sacar, por lo menos uno de los documentos y uno de los libros hasta una fecha determinada. Pero realmente ya las condiciones y las circunstancias se fueron complicando y penosamente ese tema no se ha logrado todavía terminar.

¿Qué tan han complicada es la gestión ya de los partidos y de las posturas políticas dentro de la Asamblea? Como presidenta, ¿cómo pudo ver esa situación?

Sí, es complejo, pero yo creo que esa es una de las virtudes del proceso que yo lideré. A pesar de las dificultades que tuvimos y de los problemas que tuvimos que afrontar, nosotros nos manejamos con respeto, con consensos, con un diálogo permanente y para muchas de las decisiones, yo diría que varias veces, de las más relevantes, siempre nos reunimos con las bancadas para que se haga una decisión global. Para el tema de decisiones administrativas todo aprobó el CAL. No son decisiones administrativas individuales de quien preside la Asamblea Nacional. Ahí yo evidenciaría una fortaleza que fue manejar con diálogo, con consenso, lo cual no era común porque acuérdate que veníamos de 10 años en donde tienes una bancada de 100 en la que ya no les paras bola a los 37 restantes y haces lo que tú quieres. Ahora no era ese el escenario. Teníamos bancadas divididas y por eso la dificultad, incluso en este momento de concretar todo lo que son las designaciones en las distintas comisiones porque no es fácil. Definitivamente hay intereses de lados de movimientos políticos, de los partidos de tener el control de ciertas comisiones, de impulsar algunos temas dentro de ellos y por eso se dificultado tanto este tema. Entonces yo creo que es una de las fortalezas, por ejemplo, que tú podrías ponerlas como un tema global en el manejo más allá de los temas puntuales que obviamente pueden generar y que pueden ser motivo de crítica y de cuestionamiento.

Pero esta fragmentación también obliga, ¿no? Si quien lidera la Asamblea no lo hace, estamos complicados si ya no hay los 100…

Pero no siempre las personalidades de las personas te ayudan en esos procesos y yo creo que eso sí fue una virtud mía. O sea, yo tengo una capacidad de llegar con la gente, de establecer relaciones que no me generaron distanciamiento. Entonces ayudó. Entonces yo creo que esa fue una buena fortaleza. Posiblemente tú me puedes decir, sí, todo el mundo lo puede hacer, tal vez sí. Y ojalá que eso siempre se sea así, te digo porque eso ayuda.  Entonces mientras sea positivo para el país, obviamente, es bueno.

Otro tema que quería tocar aprovechando que ya estamos en conversaciones es el juicio político a María Fernanda Espinosa, que finalmente no progresó. Usted estuvo ausente en la votación. ¿Por qué?

Porque yo soy vicepresidenta de ParlAmericas. Tuve un agenda en Canadá yo estuve fuera del país hasta el día jueves. Llegué en la noche. Y yo eso ya tenía planeado hace rato no sabía que el 5 de junio iban a tratar el tema.

María Fernanda Espinosa ha hablado en varias entrevistas de la necesidad de juntar un amplio frente progresista para ser un contra peso a una eventual candidatura fuerte y de derecha. ¿Cómo ve usted eso? ¿Usted todavía se define como una persona progresista de izquierda? ¿Cree que es posible todavía hacer una alianza entre todas las izquierdas pequeñas o sea centro izquierdas que están en la Asamblea y en el panorama político del país?

Voy a empezar comentando que dentro de la organización de Alianza PAÍS había varios grupos y varias posturas, unos de más radicalización y otros de menor nivel de radicalización. Yo siempre me he considerado una persona más bien progresista sí, pero centrada. Yo creo que las posiciones radicales ni para un lado ni para el otro te llevan a ninguna parte. Definitivamente yo soy bien pragmática y de hecho eso se evidencia en todas las gestiones y en todo los temas que yo he hecho. Entonces, yo creo que más allá del discurso que es importante, tienes que tener una posición pragmática de realidad y hacer cosas porque eso es lo único que te va a dar posicionamiento con la ciudadanía y con el accionar que la gente es lo que estás aspirando. Me parece que sí es importante que haya una posición de izquierda como alternativa para el país. Porque hay muchas personas que se identifican más con esa. Me parece que ser progresista ya da margen, que no tiene que ser una posición de radicalización de izquierda, que la gente la sataniza. Y eso te permitiría aglutinar a muchos grupos que están ubicados en una línea más de centro, de centro inclusive de centro mirando lo necesario que es el pragmatismo versus la discusión ideológica. Ser pragmático, llevar adelante las cosas yo creo que eso es una fortaleza del Alcalde de Guayaquil, por ejemplo, que él ha sido muy práctico, más allá de que lo encasillen en un grupo o en otro.

Cabezas se refiere al socialcristiano Jaime Nebot, quien gobernó la ciudad de Guayaquil por 19 años. En las elecciones de 2019, lo reemplazó Cynthia Viteri.

Pero sí es claramente una tendencia de derecha.

Es una tendencia más que de derecha yo creo que de apertura, por ejemplo, el tema privado, de apertura al tema de concesiones que ahora el presidente Moreno lo está planteando como una opción. Ante un Estado que dejó de ser, yo diría, lo suficientemente fuerte económicamente hablando, que podría sustentar muchísimas de las inversiones que hacíamos. Ahora es necesario ver, regresar a mirar y ver con muchísima más necesidad que el sector privado tiene que apuntarse y en esa línea también el gobierno tiene que estar abierto aceptar eso, cosa que no pasaba anteriormente, porque el estado se sentía suficientemente solvente como para solucionar los problemas económicos y no importaba si los otros aportaban o no. Yo creo que ahora la necesidad económica nos obliga a mirar distinto, incluso el futuro y el panorama que se viene. Necesitamos sumar los esfuerzos de todos.

De todas maneras sí va a haber dos tendencias marcadas en las próximas elecciones.

Yo creo que debería haber incluso por sanidad. O sea, me parece que sí es importante darle al país alternativas para que los ecuatorianos puedan escoger entre esas alternativas cuáles son las que más se identifican con sus demandas y sus necesidades.

¿Y es posible aglutinar candidaturas progresistas, o de izquierda o como quiera llamarlas como un contrapeso, una posibilidad incluso de que sea el propio Jaime Nebot hacia la derecha? ¿Es posible después de toda esta fragmentación que ha habido en este partido que dominó durante 10 años el escenario político de izquierda?

Es que yo creo esa tiene que ser el gran reto que tengan los ecuatorianos. O sea, yo creo que si salimos de un partido que ha sido único por decirlo de alguna manera en la línea de la fuerza que tuvo, existieron otros partidos de izquierda, pero con una presentación mínima, a eso me refiero. Es importantísimo tratar de aglutinar y creo que ya hay una muestra de ello con lo que se dio ahora en las elecciones locales. De hecho las figuras que ganaron en muchas provincias, no necesariamente fueron ni patriarcas del sector, ni abanderados de partidos políticos clásicos. Tenemos el caso mismo en el mismo socialcristianismo lo que pasó en Machala, lo que pasó en Tungurahua, lo que pasó en varias otras que no recuerdo, pero creo que son las más importantes pero hubo: Tungurahua y Ambato por ejemplo, Luis Fernando que es un hombre además que yo le tengo mucho respeto y consideración. Hombre inteligente, íntegro, muy trabajador y todo lo demás. Una pena que no haya ganado. Pero fíjese usted el mensaje que hay detrás de eso y el tema de Machala. Los dos señores Falquez que abanderaron un partido que parecería dominante dentro de Machala que era el socialcristianismo y no lograron las representaciones de ninguna de las dos posiciones. Entonces yo creo que ese mensaje que tenemos ahora y esa lectura que hay que hacerla con más detalle para ser mucho más precisos, nos permite a nosotros ver que el panorama para el 2021 tiene que ser distinto y ojalá que no sea tan polarizado, yo creo que hay que trabajar para ofrecerle al país menos números de candidatos, pero que aglutinen mejores tendencias y propuestas que realmente satisfagan.

¿Y eso se puede?

Yo creo que sí, o sea, si es que hay un liderazgo que convoque y que plantee racionalmente temas, yo creo que logras convocar. Yo creo que uno de los temas por ejemplo importantes y que yo siempre lo digo cuando tú sientas con las personas hablar y explicas los motivos, explicas las razones, explicas cuáles son los objetivos, la gente se suma porque la gente lo que espera es alguien que le marque un camino e ir sumando en ese camino ideas y tendencias. Entonces a mí sí me parece que se puede lograr y me parece que es un trabajo que hay que empezar a hacer pronto para no llegar con sorpresas al final y buscar que el 2021 realmente nos marque un camino muy claro para el país, en función de todos estos problemas transitorios que se han venido dando durante estos cuatro años que han sido súper graves, pero que marque ya un cambio de ruta.

¿Y usted cómo ve su futuro político? Hablando de 2021

Bueno, yo tengo dos años todavía para ser asambleísta. Yo voy a trabajar regresando nuevamente a territorio con las bases creo que ahora hay un desconsuelo total de la gente y con toda razón cuando se conocen tantos escándalos, tantos problemas en los que están sumergidos mucha gente y en esa línea me parece que hay que empezar, justamente, lo que usted dice; conversar cuáles son las expectativas de los ciudadanos, que es lo que la gente está esperando para el 2021. Y yo creo que hay que trabajar de abajo hacia arriba. Yo creo que hay que recoger muchísimo el sentir popular, la gente está muy, muy decepcionada de lo que son las fuerzas políticas, de las figuras políticas que somos representativas y creo que hay que trabajar en eso para rescatar también el tema político que no puede ser visto como una oportunidad de muchos oportunistas para ser lo que no han podido ser un sus vidas privadas. Mucha gente toma la opción política porque cree que es el camino más fácil de enriquecerse, de hacerse conocido, de hacerse famoso, sin mayor suerte de trabajo de por medio. Yo creo que hay que rescatar eso, hay una trayectoria de vida de muchas personas que hemos estado en esta opción este momento. Yo soy política desde el año 2000, diecinueve años, antes fui gerente de banco durante 20 años trabajé en la Banco Pacifico, en La Previsora. Entonces, es importante que uno no busque la política como el afán de enriquecimiento, sino como un afán de servicio. Después de haber hecho una carrera en otros ámbitos y conocer otros espacios. Yo soy muy vinculada al sector privado porque era gerente de crédito conozco muchos empresarios, conozco mucha gente. Entonces, eso le permite valorar, que no es un tema de venir a la política para hacer lo que uno nunca hizo durante su vida privada. Entonces, yo sí creo que hay que ubicar a la gente también en eso, de que hay personas rescatables, personas decentes, que no pueden ser mezclados en el mismo saco como una sarta de corruptos que es lo que ahora lastimosamente está concebido el tema político y eso es bien dañino para todos.

Hablando de las candidaturas del 2021, ¿usted se ha planteado otro periodo dentro de la Asamblea Nacional, la presidencia? ¿A dónde mira?

A ver. Yo creo que hay que ver, mira tú que cuando yo decidí el tema de participación en la Asamblea Nacional yo era la cuarta candidata de cinco en el sur. Casi ninguna posibilidad de ganar porque la situación era bien compleja. Sin embargo, yo me caracterizo por hacer unas campañas bien territoriales, bastante intensas y todo y los resultados fueron buenos, fueron favorables y nos ayudó. Este momento cuando yo me planteé en la Asamblea yo jamás me planteé la presidencia de la Asamblea. Entonces yo creo que a veces las cosas te llegan por circunstancias pero también te llegan por el camino que tú vas haciendo en eso. Entonces prepararte siempre es importante porque tienes que marcarte retos, marcarte situaciones importantes, los quince meses como Presidenta de la Asamblea a mí me han dado, yo diría, una fortaleza, un conocimiento, una experiencia que es muy importante en mi vida personal y profesional y yo creo que eso me ayuda muchísimo para cualquier reto nuevo que yo tenga que asumir. Todavía no te puedo decir cuáles van a ser los escenarios, pero, obviamente, yo tengo legalmente las posibilidades de poderme reelegir, habrá que ver cómo se presentan las alternativas y las opciones, y pues, obviamente, seguir en el servicio todavía como digo yo todavía tengo edad antes de jubilarme así que todavía puedo trabajar mucho por el país.

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Elizabeth Cabezas habla de su futuro político para el año 2021. Fotografía de Valentina Tuchie para GK.

¿Qué errores cree usted que cometió durante su presidencia en la Asamblea?

A ver, errores yo creo que algunos. Primero confiar en la buena fe de muchos políticos que pensé que podían aportar positivamente a la Asamblea Nacional y que no lo hicieron y que más bien trabajaron en un ámbito de caotizar. Eso porque yo de principio soy una mujer de buena fe y creo que las personas actúan bien, hasta que te demuestra lo contrario. Entonces en el ámbito político lastimosamente la confianza es fundamental, pero también pierdes la confianza rápidamente a la primera acción que haces en contra. Entonces yo creo que partí de un principio de confianza, que luego se fue cambiando porque las evidencias y las acciones de algunos, me dieron muestras claras de que no podía confiar al ciento por ciento. Creo que en la gestión, en el tema de la gestión comunicacional, por ejemplo, que ahí me hiciste un cuestionamiento sobre la última acción, yo creo que debía haber sido más agresiva en temas de publicidad y de difusión de las acciones de la Asamblea Nacional que fueron muy poco conocidas y que incluso eso muchas veces los otros miembros de las bancadas me decían: «tienes que pautar en medios, tienes que hacer más publicidad porque nadie sabe lo que hemos hecho, mire el inmenso trabajo que tenemos”. Pero son temas que implican compromisos económicos y recursos, que no siempre eran favorables. Ahora este año ha sido muy complejo para la Asamblea porque es un año complejo para el país. Yo tuve que bajar el presupuesto casi en seis millones de dólares tratando de marcar prioridades, hice una gestión de austeridad súper importante, bajé de hecho los sueldos a los asambleístas, que casi me matan todos. El cinco por ciento a todos, del diez por ciento al Presidente de la Asamblea porque así tocaba por la escala, hicimos una suerte de reducción de personal cuando yo entré qué eso me olvidé de comentarte de trescientas personas que estaban con contratos y sin partidas presupuestarias, eso también generó una bronca interna. Entonces, yo tuve que tomar ciertas medidas difíciles, pero garantizando la estabilidad institucional. Más allá de que me quieran o me odien. Entonces, yo creo que a ratos es bueno en el ámbito administrativo pero, tal vez, políticamente no es lo más adecuado. Capaz que si ellos dejaba los trescientos tenían trescientos que me estaban amando y adorando, pero era irresponsable con el país. Entonces, yo creo que hay ciertas cosas que, ciertas medidas que son muy lógicas y muy necesarias en los ámbitos administrativos, pero que posiblemente no te dan réditos políticos. No sé si de eso arrepentirme, te digo la verdad. Porque creo que hice lo responsable con el país y con la Asamblea.

Pero su error es ese finalmente, ser muy confiada.

Ser confiada es el uno, procesar las cosas en las que yo creo sin una evaluación del impacto político, que es este caso por ejemplo de la salida de gente, de las reducciones de salarios y todo, porque no son medidas que a la gente le gustan, pero que son necesarias administrativamente hablando. Entonces, yo creo que hay ciertas decisiones. Y tal vez el error fue no hacer una difusión masiva y agresiva desde el inicio tal vez de las acciones de la Asamblea para posesionar el inmenso trabajo que se ha hecho. Que es desconocido.

¿Y usted cree que estos últimos escándalos que hubo un poco antes de las elecciones en la que usted incluso pensaba que podría reelegirse como Presidenta en la Asamblea afectaron su imagen en el tema de los contratos de publicidad a una de las funcionarias de su despacho?

A ver te voy a decir eso. A ver, se posesionó de que esta chica era una asesora mía. Esta chica había trabajado en comunicación pero no fue asesora de presidencia. Entonces creo que hay una gran diferencia.

¿No trabajó en el despacho de presidencia?

Jamás, ella fue asesora o coordinadora en la área de comunicación no era en mi despacho. Y eso me parece que fue también muy manejado con el afán de hacer daño. Te digo la verdad, porque inclusive le escuche a una asambleísta que decía: «cómo es posible que a última ahora”. Tú contratas con el Estado y sabes que los procesos de contratación no son en ocho días como ellos pretendieron posesionar. Este proceso de contratación primero estaban dentro de un plan operativo anual que te aprueba el CAL donde se aprueba el presupuesto, donde se aprueban las acciones que vas a hacer, donde se aprueba el rubro de comunicación, el rubro de acciones y todo lo demás. Que fue aprobado en septiembre del año pasado. Las acciones empiezan en enero y tienen un proceso, mientras convocas, mientras traen, mientras revisas, mientras adjudican. Cuando salió el tema yo ni sabía que ese tema estaba todavía pendiente o que estaba por salir en esos días. Y de hecho, yo lo que sí pedí y eso si vale la pena que tú lo pongas, que si es que hay el mínimo, la mínima idea de duda sobre el tema, que ese tema se suspenda y lo mandé a suspender y que entre a la controlaría y hagan una investigación. Porque yo lo que no voy a permitir es que alguien se permita sugerir o dudar de la transparencia con la que yo he manejado los temas en la Asamblea Nacional. O sea, eso sí te digo yo soy una mujer que me puede rebuscar de la cabeza a los pies, y eso hicieron durante todo este año, y no van a encontrar absolutamente nada ilegal.

Pero, ¿cree que estas cosas le afectaban en esta posibilidad de volver la presidencia de la Asamblea?

Pero mi vida, no solamente que me afectaron. Buscaron afectarme haciendo escándalo de cualquier cosa. Entonces, obvio que además había un interés de alguien de evitar que yo sea reelecta, porque además yo procesé las cosas que ningún otro Presidente de la Asamblea hubiera procesado en el año que terminó. Hubieran hecho maravillas para no dar paso a las fiscalizaciones, no dar paso a las destituciones de las vicepresidentes, no dar paso a un montón de cosas. Y yo afronté el tema y esos temas fluyeron dentro de la Asamblea. Entonces esa presidencia con decisión que era la que yo tuve, era incómoda para mucha gente que veía ya o que posiblemente ya sabía todo lo que se venía.

¿Y a quién le interesó entonces finalmente esto? ¿Usted tiene claro quién o de dónde vinieron?

Hay muchos intereses políticos, yo creo que hay inclusive como ya se ha evidenciado un interés alrededor del ejecutivo de ir bloqueando todos los temas de primero esta deslegitimación de Alianza PAIS con todos esos escándalos. No solamente que está ahí sobre tapetes si no que de esto también se tiene que sacar muchísimas lecciones de todos los malos manejos que se han dado. Yo creo que hay gente alrededor del ejecutivo que tiene intereses también y que posiblemente quieren ellos… acuérdese usted que salieron dos candidatos; ya uno de un ala de Santiago Cuesta, el otro de la línea de la Ministra Romo. Entonces habían intereses.

¿Dentro del gobierno para que usted no esté, quiere decir?

Sí, yo creo que sí, yo creo que sí.

¿Dentro su propio partido?

Más que de mi propio partido, dentro de Carondelet.

¿Usted es de PAÍS?

Yo soy de PAÍS pero no necesariamente la gente que está alrededor del presidente es de PAÍS. Entonces si es que este rato y tal vez esto no para la entrevista pero, pero sí como una reflexión para nosotros.

Todo está dentro la entrevista.

No, no, sí pero te digo hay alrededor del presidente una suerte de actores que no se pertenecen al movimiento Alianza PAÍS. Muchos de ellos incluso que no son ni siquiera políticos. Entonces no sabemos cuáles son las motivaciones que ellos puedan tener para apoyar a uno u otra persona más allá de tratar de deslegitimar o de descalificar a una persona que venía realizando la tarea. Sin embargo, yo siempre lo dije yo sabía que era electa para un año y pico que fue mi elección. Yo soy de las personas que jamás me aferro a nada y más bien prefiero dar un paso al costado si eso alivia las funciones y evita los conflictos. Yo me pude haber aferrado al tema yo tenía la posibilidad de votos también dentro de la Asamblea Nacional, pero yo tomé la decisión porque creo que eso es lo responsable de dejar libertad y de que se haga un refrescamiento en la línea de que si eso va a ayudar a la Asamblea, enhorabuena por los ecuatorianos. Ojalá de los resultados. Yo creo que de aquí tenemos que sentarnos en un año nuevamente o en poco tiempo para ir valorando realmente cómo va la gestión y cómo se van dando los temas de alrededor.

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Elizabeth Cabezas habla de los desafíos de dirigir la Asamblea, la ruptura de Alianza PAÍS, su relación con Lenín Moreno y su futuro político. Fotografía de Valentina Tuchie para GK.

Ya que usted menciona este tema del círculo presidencial, ¿qué debería preocupar a los ciudadanos alrededor de este círculo que mucho se ha hablado? Que hay muchos roces al interno, que hay muchos grupos de poder, disputando espacios. ¿Cuál es la preocupación que se debería tener desde este grupo presidencial?

A ver. Yo creo que la preocupación que debemos tener es que estos grupos desliguen totalmente sus afanes personalistas o sus intereses personales y se sumen a empujar las prioridades que sabemos que el país tiene. Yo creo que puede haber allí alrededor de el círculo del presidente incluso cálculos políticos para el 2021. Que pueden ser lapidarios en un momento determinado porque si tú estás actuando en cálculo político de lo que estás haciendo ahora, posiblemente dejes de hacer muchas cosas que ahora sí son necesarias de hacer. Entonces yo sí creo que es importante y más bien yo espero que, quienes están alrededor del presidente y asesorándole y apoyándole, entiendan que en este momento las agendas personales tienen que quedar a un lado porque de por medio hay la agenda Ecuador y esa tiene que ser priorizada para el beneficio de todos.

Eso suena bonito, pero en la práctica, ¿no muestra también una cierta debilidad por parte del presidente? Porque se ha discutido mucho de estos grupos que están realmente gobernando más allá de que el presidente es la figura que gobierna. ¿Cómo ve usted eso?

Bueno yo creo que el presidente definitivamente tiene el rol de presidir, él tiene que asumir las responsabilidades que el país le ha dado y en ciertos temas la posición del gravitante para muchísimas decisiones.

¿Y su relación con el cómo está?

Bien, yo hablé cuando salí. Ahora no he hablado porque yo he estado de viaje prácticamente me tomé incluso unos días de vacaciones después de mi salida y todo lo demás. Fue una época súper dura. Me estoy reincorporando hoy prácticamente a toda la actividad de la Asamblea Nacional y, obviamente, yo tengo pendiente una reunión con él y, obviamente, para conversar y ver realmente qué es lo que está pasando ahora en el ámbito cercano.

Y me cuenta después

Ahí nos juntamos con todo gusto.

Me entrega unos documentos que le acercó pocos minutos antes una de las personas que la acompañaba.

Aprovecho antes de que te vaya, solamente para entregarte este acuerdo, ese es un documento que nosotros lo trabajamos en noviembre con la presencia de varias organizaciones. Es desde el punto de vista legislativo, básicamente, una hoja de ruta que la Asamblea se había planteado y que más allá de las prioridades que ahora tienen puede ayudar muchísimo para orientar el trabajo se lo entregué al Vicepresidente de la República y sobre todo… este el tema del 2018. Y le entregué al Vicepresidente y a las organizaciones que fueron partícipes. Y, de todas maneras, este documento es el que nosotros lo hemos entregado a César Litardo, ahora como nuevo presidente, un poco de los temas que están pendientes para el 2021. Así que si tienes…

Su relación con él, ¿cómo es?

Buena, muy buena. Sabes que yo apoyé que sea César, me parece que es un buen chico, tiene que, obviamente, agarrar fuerte experiencia porque este proceso de la presidencia sí es, es una maestría increíble.

Y me llama un poco la atención justo lo que usted dice, un buen chico, ¿un buen chico es suficiente para gobernar la Asamblea?

No, bueno digo un buen chico en términos de que es joven, es bastante menor a mí. Pero es una persona que tiene todo el afán, todo el interés de llevar adelante este duro reto y sobre todo tiene, yo diría, la colaboración y el apoyo de gente dentro de la Asamblea Nacional porque no es un trabajo en solitario. Yo creo que eso también es importante entender. Necesitas apoyo de las bancadas, necesitas apoyo operativo. El tema de la Asamblea no es solo lo que se ve hacia afuera, el tema de la Asamblea no solo es del escándalo, del momento, no solamente son las confrontaciones del pleno. El tema de la Asamblea es un gerenciamiento institucional de una institución que es grande, de una institución que requiere un buen manejo y requiere de un tema de planificación y de trabajo operativo que nadie los visibiliza. Entonces, necesitas yo diría una serie de virtudes y creo que es un gran reto para él, él tendrá que demostrar en el transcurso de ese tiempo su capacidad para llevar adelante todos esos temas.