El Fiscal General del Estado, Carlos Baca Mancheno, hizo público un audio —sin el menor respeto a la legalidad y técnica de su cargo— en el que se escucha a José Serrano, hoy Presidente de la Asamblea Nacional (antes Ministro del Interior y Secretario de Transparencia en el gobierno de Rafael Correa) hablando con una familiaridad inimaginada, con Carlos Pólit, Contralor General durante una década, hoy, prófugo de la justicia.

En la grabación —que nadie sabe cómo llegó a manos del Fiscal— se escucha a un alterado José Serrano decir: “Baca es un miserable, tú sabes que siempre fue un miserable, y obviamente él no está dispuesto a cumplir con ningún acuerdo”. ¿A qué acuerdo se refería el Presidente de la Asamblea? ¿Tenían un acuerdo inicial que Baca no honró? Eso no lo aclaró ni Serrano —en la rueda de prensa que dio la tarde en que se divulgó el audio— ni el Fiscal. Parece que los detalles no les interesan y pretenden que a nosotros tampoco.

No es difícil imaginar que en algún momento, Baca, uno de los más entusiastas correistas de la década anterior, tuvo que pactar con ciertos sectores del partido oficialista Alianza País —incluido, quizás, Serrano. Tal vez para ganar el concurso duramente cuestionado que lo llevó a la Fiscalía. Un concurso a cargo del próximamente cesado —y también cuestionado— Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que se suponía la panacea creada por la Constitución del 2008 para evitar, precisamente, todo lo que está pasando.

En su conversación con el prófugo de más alto rango del Ecuador, Serrano dice que  Baca “también quiere ser presidente”. ¿También? ¿Quién más tiene aspiraciones presidenciales? ¿Serrano?

Luego el presidente de la Asamblea recuerda que el hermano de Baca es el Presidente del Tribunal Contencioso Electoral, como si contara con cuántas fichas cuenta su oponente. Su conclusión, terminante, es dar una especie de orden: “definitivamente tenemos que bajarle”, le dice a Pólit, “no nos queda más, él no puede ser Fiscal hasta finales de este año”. Entre las funciones del Presidente de la Asamblea no está decidir quién encabeza la Fiscalía. Tampoco está negociar con procesados por la Ley, ni acordar con ellos a quién se fiscaliza (o no) en el país. Todo lo que dice en el audio quien encabeza la función legislativa es antidemocrático y autoritario. ¿Quiénes están detrás de Carlos Pólit y José Serrano como para que hablen con tanto desparpajo sobre la cabeza de una función que nada tiene que ver con la Asamblea?

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Antes, ser correísta era sencillo: todos se aglutinaban alrededor del líder. Pero el caudillo ya no está. Parece que con él se fueron también el interés común. Nueve meses más tarde, cada quien tira para su lado, sin bandos fijos, tan endebles que Serrano le dice a Pólit que no se sabe con quién está Baca. El Ecuador tampoco sabe, con claridad, cuáles son los bandos en un enfrentamiento que parece más de pandillas asegurando sus territorios que de las primeras autoridades del país.

Pólit le dice a “Pepito” que la Fiscalía se abstuvo de acusar a de peculado a Álex Bravo, Capaya (Carlos Pareja Yannuzzelli) y otros acusados dentro del caso Petroecuador. ¿A qué audiencia se refiere? Capaya tiene 15 procesos abiertos, pero quizás este podría ser la audiencia preparatoria a juicio por peculado del 17 de noviembre de 2017 cuando el juez Geovanny Freire sobreseyó a Capaya y a Diego Tapia, exgerentes de Petroecuador. Esa audiencia fue luego anulada por la Corte Provincial de Pichincha y se volvió a realizar el 14 de febrero de 2018, allí, la Fiscal Elba Garzón se abstuvo de acusar los dos exgerentes de Petroecuador. Si fuera la primera, habría concordancia con lo que Pólit dijo en CNN que la conversación telefónica fue el 22 de noviembre de 2017 pero el abogado de Baca, Felipe Rodríguez dijo que no tiene más de dos semanas.

Las muestras de familiaridad entre Pólit y Serrano delatan la cercanía entres dos hombres que en público han aparentado estar peleados. Fue el propio Serrano quien llevó a juicio político a Pólit y votó a favor de su censura. ¿Cómo entonces, después de eso, Pólit lo llama hermano o compadre lindo? Judas tuvo un poco más de vergüenza cuando entregó a Jesús.

¿Qué otras relaciones de ese tipo maneja Pólit? Si queremos creer en la poca institucionalidad que le queda al Ecuador,  es inadmisible que un prófugo de la justicia tenga línea directa con el Presidente de la Asamblea. ¿A cuántos de nosotros nos contesta tan pronto?

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En una rueda de prensa siete horas después de que la Fiscalía hiciera pública la grabación, Serrano apareció tenso. No negó que fuese él quien hablaba. Parecía más preocupado por determinar quién grabó el audio —luego supimos, por su propia palabra, que fue Pólit— que por dar explicaciones al país.

Serrano dijo, sin rubor alguno, que como asambleísta se reúne con ciudadanos, funcionarios y exfuncionarios. ¿De verdad pretende que creamos que se trataba de un diálogo con fines de denuncia y no una conversación entre negociantes? Y como si no fuese lo suficientemente disparatado, como si le faltase algo de ignominia y absurdo, dijo que crearía una comisión para investigar la rebelión policial del 30 de septiembre del 2010. Eso, haciendo alusión al informe fantasma que supuestamente había sido emitido y firmado desde la Contraloría General del Estado, en el que se encontraban indicios de responsabilidad penal contra Rommy Vallejo, Secretario de Inteligencia hasta hace unos días. La Contraloría negó la existencia de ese informe, pero tanto Pólit como Serrano aseguran que sí existe (incluso Serrano enseñó unos documentos en la rueda de prensa, diciendo que se trata del informe original). Las respuestas de Serrano parecían unos últimos manotones de ahogado. No quiso dar explicaciones. Cuando el periodista Luis Vivanco le preguntó por qué dice que el fiscal no debería terminar el año, él respondió “esas conversaciones son dadas el año pasado”, pero evitó responder. “Converso con ciudadanos, funcionarios, exfuncionarios que se alteran”. El periodista le insistió:

—¿Prófugos de la justicia?

— Usted se ha reunido con el señor Pólit, le responde haciendo alusión a una entrevista del periodista y el excontralor.

— Pero yo no soy presidente de la Asamblea ni me digo “compadrito lindo”…

—No estoy discutiendo con usted. Usted es periodista y hace su investigación periodística. Yo soy asambleísta y hago mi investigación para la fiscalización. Hay que obtener la información de cualquier fuente mientras esta sea veraz, concluyó y se retiró de la sala sin responder.

Luego, en una movida mediática, Serrano fue a la Fiscalía de Pichincha. Iba a entregar la documentación que exhibió en la rueda de prensa y que, según él, corresponde al informe original de la Contraloría (de la época de Pólit), en el que hay indicios de responsabilidad penal por el uso de fondos especiales de la Secretaría de Inteligencia (Senain). Una acuciosa periodista notó que el Presidente de la Asamblea llegó a entregar los documentos a las 6 de la tarde cuando la atención es únicamente hasta las 5.

Ese hombre es el Presidente de la Asamblea. El mismo al que el Fiscal Baca Mancheno responsabilizó (junto a Pólit) de cualquier cosa que le pudiera llegar a pasar. “Si le pasa algo a mi esposa, a mis hijos, a mis hermanos, a mi familia, yo hago responsables a estos descalificados de cualquier atentado, accidente o kilo de droga que aparezca en cualquier lugar”, dijo cuando presentó el audio entre Pólit y Serrano. La declaración es quizás una de las más preocupantes de su intervención: que el Fiscal General de la Nación plantee específicamente los tres riesgos que considera, podría sufrir.

Un atentado, un accidente o un kilo de droga. Según Bca estos dos hombres, funcionarios del más alto nivel, podrían ser capaces de las peores prácticas de los mafiosos. ¿A qué nos enfrentamos entonces los ciudadanos sin poder político?

En la noche que se reveló la grabación, en CNN, Pólit dijo que Baca negoció con Odebrecht —aunque no explicó a qué se refería. Aseguró no saber de qué acuerdo habla Serrano en el audio, dijo que él quería “sacarle algo a Serrano”, que no sabe quién es la ‘amiga’ que el asambleísta  menciona. Dijo que su objetivo era saber dónde estaba el informe original (el mismo que nadie sabe de dónde sacó Serrano —si es que ese es el original— para entregar a la Fiscalía el mismo día que se hizo público el audio). Pólit dijo que él no era parte de los compadres, que él hizo la grabación pero que la sacaron ilegalmente de su celular, y mantiene su actitud de acusador impoluto —como si él no tuviera responsabilidad en la debacle institucional que nos dejan diez años de concentración de poder. Es como si él no hubiese participado en la trama Odebrecht, como si en su calidad de Contralor, no hubiese sido negligente en el control de los dineros públicos.

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Buena parte de las decisiones más importantes para el país y ellos, los encargados de velar por la transparencia y los intereses de los ciudadanos, son precisamente los que demuestran que en nombre de mantener un espacio de poder —quién sabe si de paso ocultar también unas culpas mayores con implicaciones legales— son capaces de comerse vivos.

A los compadritos lindos se les ha olvidado que trabajaron juntos, militaron juntos—y al parecer— se cubrieron las espaldas juntos, beneficiados por un sistema político construido para la impunidad. Quizás la figura de Rafael Correa los mantenía así, cohesionados, sin fisuras, pero parece que —como dice el refrán popular— muerto el ahijado, terminado el compadrazgo.