Tarde. Tardísimo. Era el fin de una esperada mañana de primavera, en el día número 32 de nuestro calendario.

Es el día en que me conociste, nos conocimos. El dia en que supiste de mi amor.

32 días, eternos e insufribles. 32 días que ahora terminan con gritos y llantos.

Cortos parecen ahora, esos 32 días en los que solo busqué encontrarte.

32 días atrás sabáa que debía protegerte, debía cuidar de ti.

32 dias después, te tengo frente a mí, entre llantos y alaridos. 32 dias después mis propósitos y convicciones se han evaporado.

Mi lucidez se opaca y tu belleza emerge, entre llantos y susurros.

No sé qué decirte mientras te tengo entre mis brazos. Al fin mía y no sé qué decirte.

¿Reconocerás mi voz, amada mía? ¿La reconocerás? ¿comprendes lo que revuelves dentro de mí?

32 días. Tarde, Tardísimo, ella me dijo lo que durante meses ignoré.

Pero solo hoy, entre llantos y alegrías, estoy seguro. Te he encontrado, hija mía.