Las otras víctimas de la pandemia
Entre el 16 de marzo y 25 de mayo en Ecuador se mantuvieron restricciones estrictas de movilidad para frenar los contagios del covid-19. Estas medidas olvidaron que millones de mujeres se quedaron encerradas con sus agresores. Este especial muestra cifras e historias de cómo fue denunciar la violencia de género durante la cuarentena.
En esos 70 días hubo
En el país, hay dos contabilidades de femicidios: la que lleva la Fiscalía General del Estado y la que hace la Alianza para el Monitoreo y Mapeo de Femicidios del Ecuador. Las cuentas no coinciden porque la Fiscalía solo clasifica a un asesinato como femicidio luego de una investigación en la que determina si los motivos fueron de género. La Alianza trabaja con organizaciones en las 24 provincias ecuatorianas que envían alertas cuando una mujer es asesinada violentamente y luego de un ágil análisis lo catalogan y registran como tal.
Las cifras de llamadas de auxilio al 911 y las denuncias en la Fiscalía de los mismos delitos tampoco coinciden porque no todas las llamadas se convierten en una denuncia.
El 20 de abril, la Fiscalía activó un formulario en línea para denunciar la violencia de género. Hasta el 23 de mayo receptó 1742 formularios
Estas tres historias muestran cómo fue denunciar la violencia de género en Ecuador y América Latina durante la cuarentena más severa. La primera relata el recorrido lleno de obstáculos que atravesó una mujer agredida a inicios del confinamiento obligatorio y se enfrentó a las trabas e indiferencia de un Estado. La segunda recoge la historia de inspiradoras mujeres que dedican su vida a atender a sobrevivientes de violencia, y cómo durante la pandemia hicieron lo imposible para seguir salvando a otras mujeres. La tercera revela cuán difícil fue denunciar la violencia en contra de las mujeres en Ecuador, Brasil, Colombia, Guatemala, México y Nicaragua.
Una mortal carrera de obstáculos
La cuarentena por el covid-19 fue la principal traba para que las mujeres denuncien la violencia. La época más difícil fue, precisamente, cuando las restricciones de circulación eran más severas.
Un esfuerzo por no dejarlas solas en la pandemia
Durante la pandemia del coronavirus, las casas de acogida y centros de atención de todo el país han duplicado esfuerzos para atender a mujeres víctimas de violencia o que están en situaciones de riesgo.
Una enredadera burocrática deja a las mujeres latinoamericanas en manos de los agresores que denunciaron
El confinamiento obligado por la pandemia dejó aún más vulnerables a las mujeres de América Latina frente a compañeros, proxenetas y funcionarios violentos.
Si eres víctima de violencia de género o conoces a alguien que la esté sufriendo, en este directorio encontrarás números de asistencia y apoyo en todo el país
Este especial se realizó con el apoyo de
