“Hoy, el término narcopolítica en Ecuador ha sido evidenciado”, dijo Diana Salazar, fiscal general del Estado, el jueves 14 de diciembre de 2023, al anunciar el caso Metástasis.

Este operativo incluyó más de 75 allanamientos en siete de las 24 provincias ecuatorianas. Entre los arrestados están figuras clave del sistema judicial y penal, incluyendo a jueces, fiscales, policías, abogados y personas vinculadas al crimen organizado.

Los detenidos más destacados son Wilman Terán, entonces presidente del Consejo de la Judicatura, ente responsable de supervisar y disciplinar la función judicial, y Pablo Ramírez, ex director del sistema penitenciario nacional. 

También está Ronald Guerrero, ex juez involucrado en casos relacionados con Leandro Norero, presunto narcotraficante cuyo asesinato en prisión desencadenó esta investigación. Gran parte de la evidencia y los vínculos se desprendieron de chats del celular de Norero.

Este caso ha sacado a la luz una infiltración criminal profunda dentro de las estructuras estatales del Ecuador.

¿Qué es la narcopolítica?

El uso del término narco, aceptado por la RAE como una abreviatura de narcotraficante, refleja el creciente impacto de este tema en la sociedad. 

Este vocablo ha evolucionado para convertirse en un elemento clave que ha dado origen a nuevos términos que describen las complejas realidades en torno a esta actividad ilícita. Palabras como narcodólares, narcocultura y narcodemocracia son ejemplos de cómo el lenguaje se adapta y expande para abordar contextos anteriormente inéditos, relacionados con el narcotráfico. 

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La proliferación de estos términos, que en la región empezó a conocerse hace al menos tres décadas, subraya su alcance y las transformaciones sociales que conlleva esta actividad ilícita.

En el contexto contemporáneo, los términos narcoestado y narcopolítica, que frecuentemente se entrelazan, simplifican la descripción de una compleja situación sociopolítica y económica. 

Estos términos sugieren un escenario en el que el crimen organizado, en particular el asociado al tráfico ilícito de drogas, ha conseguido, con su considerable riqueza y poder, infiltrarse en las instituciones estatales.

Esta infiltración le permite ejercer una influencia significativa en las decisiones políticas de un país. Y el fenómeno repercute profundamente en la estructura y funcionamiento del Estado.

El término narcoestado ha cobrado gran relevancia en el discurso global. Es empleado con frecuencia para caracterizar países implicados en la producción y tráfico de drogas ilegales. Sin embargo, aunque lo usan instituciones, como la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC), y funcionarios antinarcóticos, políticos y académicos, no existe un consenso o concepto claro de qué es un narcoestado. 

¿Se ha convertido Ecuador en un narcoestado?

En El mito del narcoestado, el investigador francés del Centro Nacional Recherche Scientifique, Pierre-Arnaud Chouvy, desarrolla los tres criterios que considera más relevantes para definir este término:

Criterio 1: la superficie dedicada a cultivos de drogas ilegales

Se refiere a la proporción de terreno utilizado para cultivos ilícitos de drogas en relación con las tierras arables o cultivadas de un país. En el caso de Ecuador, este criterio no se cumple, ya que la mayoría de sus tierras están destinadas al cultivo de banano, camarones, caña de azúcar y arroz, en lugar del cultivo para la producción de drogas ilícitas.

Criterio 2: el tamaño de la economía de drogas ilegales en relación con la economía general

La economía de Ecuador no depende exclusivamente del narcotráfico. Según el Centro Estratégico de Geopolítica (Celag), se estima que en 2021 se lavaron 3.500 millones de dólares en el sistema financiero ecuatoriano.

Investigaciones periodísticas revelan que entre el 2% y el 5% del PIB anual del país está relacionado con el lavado de dinero. Sin embargo, estas cifras no demuestran una dependencia total de la economía ecuatoriana del narcotráfico, lo que descarta a Ecuador como narcoestado bajo este criterio.

Criterio 3: el patrocinio estatal de la producción o tráfico de drogas ilegales

Tampoco se aplica a Ecuador. A diferencia de países como Corea del Norte, donde el Estado impulsa activamente la industria de drogas, en el país, el cultivo y tráfico de sustancias ilícitas es ilegal y no cuenta con el respaldo gubernamental.

¿En qué fase del narcoestado está el país?

El ex diplomático y embajador estadounidense David C. Jordan, autor del libro Drug Politics: Dirty Money and Democracies, identificó cinco etapas clave para clasificar un narcoestado.

En su obra de 1999, Jordan delineó un marco detallado para entender cómo un país puede avanzar hacia la condición de narcoestado a través de estas fases:

Fase incipiente

Se define por sobornos dirigidos a funcionarios de bajo nivel, un aumento en el consumo generalizado de drogas y un crecimiento en el apoyo cultural hacia el consumo de estas sustancias.

Fase dos

También se la denomina fase de desarrollo. Se distingue por un aumento en el respaldo del gobierno hacia el consumo de drogas. En esta etapa, se observa una disminución en las iniciativas antidrogas en instituciones educativas y culturales, y una creciente infiltración o liderazgo de funcionarios proclives al narcotráfico en el gobierno, incluyendo a las instituciones de seguridad.

Fase tres

Es considerada la más grave. Se caracteriza por una corrupción generalizada entre funcionarios públicos, policiales y judiciales en los ámbitos local y regional, acompañada de un incremento en intimidaciones y asesinatos contra agentes estatales opositores.

Esta etapa se define por el soborno masivo y una corrupción arraigada en varios sectores gubernamentales.

Un claro ejemplo de esto en Ecuador es lo ocurrido en enero de 2023, cuando informes de inteligencia de la policía ecuatoriana develaron vínculos alarmantes entre miembros de la marina y organizaciones criminales.

Varios oficiales fueron señalados por colaborar y proveer información a grupos criminales colombianos. Adicionalmente, se iniciaron investigaciones contra 43 marinos por delitos vinculados a pandillas y narcotráfico, evidenciando así la infiltración del crimen organizado en las fuerzas armadas del país.

Fase cuatro

También se denomina crítica. Implica una corrupción rampante en los niveles superiores de la Policía Nacional y el sistema judicial. Policías de alto rango participan activamente en el narcotráfico protegiendo estas actividades e incluso autorizando asesinatos políticos. 

Además, en esta etapa existe una extorsión endémica y se dan casos, conocidos por la sociedad, en que los periodistas reciben financiamiento abierto por capos de la droga. 

En base a las declaraciones del embajador de Estados Unidos en Ecuador, Michael J. Fitzpatrick, se puede inferir que Ecuador se encuentra en la cuarta fase de narcoestado. 

En más de una ocasión, el embajador Fitzpatrick ha abordado temas como la corrupción en el sistema de justicia, el lavado de dinero, y las operaciones de testaferros. El 7 de diciembre de 2023 habló de la infiltración de mafias en equipos de fútbol y medios de comunicación. 

Asimismo, mencionó que Estados Unidos ha revocado visas a “narcogenerales” ecuatorianos evidenciando una profunda preocupación por la penetración del narcotráfico en las fuerzas de seguridad. 

Estos factores señalan una fase crítica en la que la influencia del narcotráfico se ha extendido ampliamente a través de altos niveles del gobierno y otras instituciones fundamentales en Ecuador.

Fase avanzada

Se caracteriza por la infiltración del crimen organizado en los ministerios de gobierno y el poder judicial.

En esta fase, el Presidente está rodeado de funcionarios implicados, sugiriendo una posible complicidad a nivel presidencial. Además, en la sociedad prevalece una falta de sorpresa ante estos hechos, señalando una normalización de la corrupción y la influencia del crimen organizado en las esferas más altas del gobierno.

La reciente investigación de la Fiscalía iniciada a raíz del asesinato del narcotraficante Leandro Norero, en 2022, da cuenta de esta fase, porque revela indicios de que el país podría estar entrando en una etapa avanzada de narcopolítica.

Esta investigación ha evidenciado la conexión de funcionarios y exfuncionarios con organizaciones criminales y ha destapado una extensa infiltración del narcotráfico en el sistema judicial.

Los criterios de narcoestado y la realidad del Ecuador

De acuerdo con la definición de narcoestado propuesta por Pierre-Arnaud Chouvy, Ecuador no encajaría en esta categoría. Chouvy argumenta que incluso en naciones cuyas economías se ven fuertemente impactadas por el tráfico de drogas, no necesariamente se cumple con los criterios.

Al considerar la clasificación de David C. Jordan y observar los recientes episodios de corrupción y la falta de control estatal sobre el narcotráfico, surge la posibilidad de que Ecuador se ubique en la quinta etapa de un narcoestado. 

A pesar de que no existen pruebas concretas que demuestren que el Estado ecuatoriano esté oficialmente involucrado o promueva estas prácticas relacionadas con el narcotráfico, es esencial reconocer las tendencias inquietantes que podrían llevar al país hacia esta situación.

Pamela Leon 150x150
Pamela León
Máster en Comunicación Política. Autora del newsletter de GK: Explicaciones políticas para gente apurada.
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