El invierno y la falta de preparación siguen causando estragos en el Ecuador. La primera llamada de alerta sobre el desastre al ECU 911 fue a las 9:13 de la noche, según Carlos López, subsecretario técnico de Operaciones del ECU 911, el servicio de auxilio del Ecuador. El servicio comunicó al público sobre el deslizamiento en Alausí unos 35 minutos después.

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El deslizamiento de tierra ocurrió en el sector Casual, en el pequeño y bucólico cantón andino de Alausí.   Afectó a cinco barrios

  • La Esperanza, 
  • Control Norte, 
  • Nuevo Alausí, 
  • Pircapamba y,
  • Bua.

Hasta el momento, según el último reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, el deslizamiento en Alausí ha dejado 14 fallecidos y 33 heridos. Además, hay 395 damnificados, 500 personas afectadas, 32 personas rescatadas y 67 personas desaparecidas. Hay dos bienes públicos, dos bienes privados y 57 casas destruidas. 

También se reportaron afectaciones en: 

  • 2,32 kilómetros de vías,
  • 163 viviendas,
  • 25% de la red de alumbrado público, 
  • 60% del servicio público de agua potable,
  • 20% del servicio de alcantarillado y,
  • 1 unidad educativa

Según el ECU 911 de Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo, a la que pertenece Alausí, la vía Riobamba-Cuenca está cerrada a causa del deslizamiento. La vía alterna es: Riobamba – Colta – Pallatanga – Cumandá – El Triunfo – Zhud – Cuenca. 

Despliegue de entidades estatales

Luego del deslizamiento de tierra, que sepultó varias casas, el gobierno nacional movilizó diversas entidades para dar atención a las personas afectadas. 

Por disposición del presidente Guillermo Lasso, la Secretaría Nacional de Riesgos coordinó junto a la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Ministerio de Salud, Cuerpos de Bomberos, Cruz Roja, gobiernos locales y otras entidades para labores de búsqueda y rescate, atención médica y resguardo de seguridad. 

También se activaron albergues temporales y kits para dormir para las personas que perdieron su vivienda. 

Según la Secretaría de Riesgos, los Cuerpos de Bomberos de Alausí, Chunchi, Guano, Cañar, Riobamba, Guamote y Píllaro junto a los equipos de búsqueda y rescate de los bomberos de Quito y Cuenca llevan adelante la búsqueda y rescate de las personas afectadas. La Policía Nacional de Alausí y Riobamba se encargan del resguardo a la población. 

En los hospitales de Alausí, Chunchi y Guamote se atiende a las víctimas. Mientras que la Casona Municipal de la parroquia Matriz, el Coliseo de Guasuntos y el Coliseo de Sibambe funcionan como albergues temporales

Por otro lado, hay 411 estudiantes viven en zona de riesgo, según la Secretaría de Riegos. Por ello, el Ministerio de Educación decidió suspender las actividades presenciales en tres unidades educativas del sector: Ciudad de Alausí, San Francisco de Sales y González Suárez.

Una tragedia que se pudo evitar 

El 19 de febrero de este año la Secretaría de Riesgos declaró en alerta amarilla a dos comunidades: Aypug y Causal y a cinco barrios: La Esperanza, Control Norte, Nueva Alausí, Pircapamba y Bua de Alausí, que conforman un polígono de emergencia de aproximadamente 247 hectáreas. 

Debido a que, según un estudio realizado en conjunto entre la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Instituto de Investigación Geológico Energético (IIGE) de febrero de 2023, esta área fue identificada como “susceptible a movimientos en masa, tales como deslizamientos y hundimientos, en las comunidades”.

Ángel Valdiviezo, docente investigador de ESPOL, dice que en diciembre de 2022 la comunidad de Causal cerró la vía E-35 para solicitar a la alcaldía una solución ante el aparecimiento de agrietamientos en sus viviendas y signos que indicaban que la ladera se estaba moviendo. 

Es por ello que la Secretaría de Riesgos solicitó a ESPOL que acompañe en una inspección técnica del 15 al 17 de febrero de 2023 para “determinar cuál era la causa dentro de la montaña que estaba moviendo tanto la vía como a las a las zonas de de las viviendas”, dice Valdiviezo. 

Valdiviezo menciona que algo que llamó bastante su atención fue que había “acumulación bastante fuerte de agua”. Mientras caminaban por la pendiente, se podía escuchar el agua subterránea al caminar. 

También descubrieron que la vía se estaba hundiendo diariamente entre uno a dos centímetros. Además, las grietas ya eran mayores a diez centímetros. Lo que indicó que “era un movimiento que estaba activo y en cualquier momento podía suceder lo que sucedió anoche”, explica. 

Es por ello que la Secretaría declaró la zona de casi 250 hectáreas en alerta amarilla para que la alcaldía pueda tomar las medidas de mitigación. “Las cuales, lamentablemente, no fueron hechas”, dice Valdiviezo. No se desalojó agua, ni solventaron los problemas presentados en la ladera.

De igual forma, observaron que había una tubería rota en la vía y que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas no hizo nada para solventarlo, ya que la vía “estaba también enviando agua hacia la ladera y provocando también que se deslice”. 

A esto hay que sumar que en algunos sectores de Alausí no tienen alcantarillado y es por ello que algunas de las quebradas también estaban tapadas. En el informe técnico hecho de ESPOL se sugirió que se necesitaban “acciones inmediatas, entre ellas evacuar el agua de la ladera porque se estaba moviendo”.

Valdiviezo dice que después  del informe y declaratoria de emergencia sí se notificó a la gente que evacue. Sin embargo, las personas que estaban sobre la colina sí evacuaron, mientras que las que estaban abajo no lo hicieron. 

Para Valdiviezo, la tragedia se dio por cuatro factores

  • La corresponsabilidad ciudadana al haberse asentado en una zona de riesgo y no cuidar el agua que lanzan a las quebradas y laderas.
  • La vía que contribuía al movimiento de masas por las alcantarillas no bien encauzadas a las quebradas.
  • La falta de acción por parte de las personas una vez que las autoridades les informaron sobre la zona de riesgo. 
  • La lentitud de las autoridades a tomar las medidas necesarias para evitar un deslizamiento de gran magnitud. 

Los deslizamientos no ocurren súbitamente

Los deslizamientos de tierra pueden pasar por dos motivos: inducidos por el hombre o inducidos por la naturaleza. En el caso de los inducidos por el hombre se dan cuando no se han tomado las medidas técnicas o no se han realizado los estudios técnicos para evitar que ocurran. 

En el caso de los inducidos por la naturaleza, son procesos que permiten la renovación de suelo en las montañas, ríos y quebradas. Esto quiere decir que la naturaleza se autorregula para dar nutrientes y brindar sedimentos a los ríos y a los cauces. 

También, antes de que ocurran, hay algunas alertas que se presentan en el suelo. Estas son algunas de ellas según dos expertos: 

  • Surgimiento de grietas en el suelo, jardín o en paredes. Hay que estar pendientes si estas empiezan a crecer rápidamente luego de unas horas, días o se quedan así. Esto quiere decir que el terreno se está moviendo.
  • En las laderas se puede notar cuando los postes de luz o los árboles comienzan a inclinarse. Esto ya indica un proceso de algunos años y que ya no soporta más presión. 
  • Aparición de ojos de aguahueco por donde sale agua subterránea,— esto es muy importante ya que “la peligrosidad que puede tener ese deslizamiento va a depender de la velocidad en que van creciendo”.  
  • Inclinación de una cerca o portón.
  • Notar que las puertas o ventanas ya no se cierran. Esto indica que hubo un movimiento en el suelo que provoca que ya no entre en el marco. 
Emilia Pazymino 150x150
Emilia Paz y Miño
Periodista y fotógrafa. Cubre temas de medio ambiente. También le interesan temas de género y derechos humanos.
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