Cinco días después de la firma del acuerdo para finalizar el paro nacional, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, aceptó esta entrevista por Zoom. Durante media hora, Leonidas Iza habló sobre el paro nacional, la violencia que se vivió durante los 18 días, los ataques a la prensa y el posible surgimiento de una guerrilla o grupos armados irregulares en Ecuador.

El paro nacional se hizo para exigir ciertos beneficios pero detener las actividades durante 18 días provocó pérdidas económicas para el país. El gobierno calcula mil millones en pérdidas. ¿No le parece contradictorio hacer un paro para que el país, después de estos días, sea más pobre que antes?

Bueno, primero yo creo que si es que tuviéramos gobiernos que entendieran desde el diálogo, entendieran desde las propuestas, no tendríamos que recurrir a los cálculos de pérdidas luego del paro. Entonces la responsabilidad no recae sobre los manifestantes.

En esa medida, yo creo que al menos que se haya reducido ese porcentaje en el precio de los combustibles, o que se haya garantizado condiciones mínimas para la salud, o que se haya garantizado estos 3000 dólares que van a condonar, en algo va a ayudar, sobre todo a los más pobres. 

Debemos entender que los sectores más empobrecidos somos los más afectados en cualquiera de los escenarios y si no hay respuesta por parte de los gobiernos y del Estado, lógicamente estamos obligados a salir a reclamar sobre estos hechos. En ese sentido, yo digo que no podemos trasladar a los manifestantes una cuestión que podía ser absolutamente resuelta antes de las movilizaciones, antes de las de las pérdidas económicas.

¿Pero no hay ninguna responsabilidad de los manifestantes? ¿No le parece que el hecho de que se paralicen las actividades, de que se destruyan cargamentos de flores en las florícolas, se los extorsione para poder pasar los camiones, etcétera, contribuye a ahondar esa brecha que, justamente, ustedes están buscando reducir?

Por eso le pregunto, si es que no se hace una paralización, si no hace una movilización, ¿cómo más le hacemos de escuchar al gobierno? si ya hemos presentado la propuesta de manera pacífica, ya vamos a la mesa del diálogo una primera vez, vamos a la mesa de diálogo una segunda vez. ¿Cómo más, dígame, si es que hay otras opciones? 

O sea, es quedar en lo mismo, muchas veces, hasta insultados, vejados. Si es que me dice usted qué otras opciones hay, efectivamente, nosotros reconoceremos. Pero nosotros pasamos un año dialogando, igual que con Lenín Moreno, dos años pasamos dialogando; resultados: cero. Ahora con el presidente Lasso, un año pasamos pidiendo que sean resueltos por la vía de diálogo y resulta que nos obligan a salir a las calles y ahora pretenden trasladar esa responsabilidad a los manifestantes. 

Por favor, si me dice usted cuáles son las otras opciones, para no hacer uso al derecho a la resistencia, perfectamente podríamos valorarla, pero no hemos tenido más opciones luego de un año de insistir. 

entrevista a Leonidas Iza

Manifestantes se concentran en el centro colonial. 29 de junio, 2022. Quito, Ecuador.

Se les ha cuestionado también la forma de la protesta que, esta vez, fue bastante violenta, incluso más que la de octubre de 2019. Con esto, no digo que necesariamente los actos violentos deban ser endilgados al movimiento indígena, que también los hubo de su parte. Muchos ciudadanos denunciaron que los manifestantes destruyeron el producto de su trabajo. Está el caso de la señora que tenía el quiosco en los alrededores de El Arbolito y este ya fue destruido en el paro del 2019.

Ella, una señora que vive del día, se endeuda para poder seguir vendiendo sus productos y nuevamente su quiosco es destruido.  Usted, como dirigente del movimiento indígena, ¿cree que estos mecanismos son necesarios para protestar? 

No son necesarios. Muchas veces ha habido excesos en el proceso de movilización, donde no controlamos. Nosotros, el Movimiento Indígena, si salimos, salimos con nuestra estructura organizativa y de esas estructuras organizativas lógicamente hemos tenido control. El problema es que la movilización no se ha dado, en este caso, solo por el movimiento indígena. Hay participación del resto de la ciudadanía que está en similares condiciones, pero que no tienen un proceso de organización. Ahí se vuelven incontrolables, no hay conducción. Pero en el caso de nosotros, que corresponde a las estructuras organizativas de pueblos y nacionalidades, sí lo hemos tenido. 

Ahora hay que poner también otro elemento más, ¿por qué se han tornado más violentas? Mire, nosotros hemos entregado tres casos en concreto. Una infiltración directa de la Policía Nacional en Saquisilí, detuvimos a tres sujetos, los tres sujetos, policías en servicio activo, se entregó a la Policía Nacional y en menos de 12 horas estaban libres. Dígame allí, ¿es responsabilidad de los manifestantes?  

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El caso de la Fiscalía de Quito fue luego de una marcha masiva pacífica con la que fuimos a los dos lugares, a la Universidad Central y a la Universidad Salesiana. En el momento que vimos que  estaban acabando la Fiscalía, nos preocupamos, y se fue hasta allá una comisión de nuestras organizaciones que detuvieron a dos sujetos allí, de la misma manera, policías en servicio pasivo. 

Los entregamos, en ese momento. Aquí sí hay una planificación que vino desde el mismo Estado, desde el mismo gobierno para incrementar más los niveles de violencia. Y no estoy quitando también una cuota que había en  el resto de los ciudadanos u otros actores, pero uno de los temas también identificados es que por dañar la lucha del movimiento indígena hubo una infiltración planificada. ¿Con qué afán? Para hacer creer a la población que somos los radicales, los violentos, los vandálicos. En nuestras marchas, todos los días, hemos llamado a que sean absolutamente pacíficas. 

Usted dice una cosa clave: “no controlamos”. Esta falta de control sobre la manifestación, ¿qué consecuencias ha tenido al interior del movimiento y de la propia protesta? Algunos sectores creen que esa violencia va deslegitimando las luchas del movimiento indígena que, tradicionalmente han sido pacíficas.

Nosotros que estuvimos en la cobertura en las calles podemos decir que incluso a los periodistas nos amenazaban y nos preguntaban de qué medios somos para decidir si nos permitían hacer la cobertura o no.

Es decir, sí había esta sensación, y se lo digo porque he cubierto marchas desde 2008, de desprotección, esta sensación de que cualquier momento algo grave podía pasar. No solo con la prensa, también con la gente que estaba a los alrededores, locales comerciales, vehículos que pretendían transitar y que  fueron destruidos los parabrisas, etcétera. ¿No deslegitiman estos hechos la protesta?

En absoluto, para nada. He sido absolutamente claro. Nosotros tuvimos control sobre nuestras estructuras organizativas. No se tuvo control del resto de la ciudadanía que en similares situaciones económicas salieron a luchar. No fue que de pronto el movimiento indígena vino a meter palo. 

Mire, miremos ¿cuántos barrios de Quito estaban participando en toda la jornada de movilización? No fueron indígenas entrando a Quito, la misma ciudadanía de Quito estaba indignada por este proceso. Entonces quiero dejar claro: tuvimos el control sobre nuestras estructuras organizativas en un 100%. Por ello, en el momento en que empezaron a decir que no hay comunicación, personalmente, provincia por provincia, fui garantizando los niveles de coordinación. 

Segundo, sobre el tema de los medios de comunicación, para que no sucedan [las agresiones] y no nos culpen en este caso, como lo que pasó en el 2019 [que nos acusaron de] secuestro, habíamos habilitado una única vía para que puedan acceder todos los medios de comunicación. ¿Cuál era? Los pronunciamientos diarios, el de la mañana, el del mediodía y el de la noche, en este caso por la página de la Conaie, por allí se refirieron todos los medios nacionales e internacionales.

¿Por qué la gente rechaza los medios de comunicación? Sobre todo a los medios masivos. Porque no dicen la verdad, mienten, y eso  genera indignación. Entonces hay una cuota absoluta de responsabilidad de los medios masivos de comunicación. 

En estos días también lo están sacando, ¿usted cree que están ayudando a pacificar, están ayudando a generar condiciones de debate? No, están ayudando a profundizar más el odio, entonces la gente en cualquier momento va a referirse a los medios de comunicación que mienten, que no dicen la verdad. Por eso hay una reacción de indignación, pero si los medios piensan lo que están diciendo y eso sirve para una parte de la sociedad, entonces identifíquese para cual sector de la sociedad están sirviendo.

entrevista a Leonidas Iza

Leonidas Iza toca una canción durante la asamblea. 26 de junio, 2022. Quito, Ecuador

¿No le parece que ese argumento que me está dando  justifica de alguna manera las agresiones a los medios? Finalmente los que están en las calles y muchos de los que han sido agredidos son camarógrafos, son fotógrafos, son personas que viven de su trabajo. Y sobre el concepto de verdad, podríamos entrar en una discusión filosófica: la verdad también es una u otra dependiendo de dónde uno se pare.

Ahora le pregunto sobre su responsabilidad, lastimosamente ni el gobierno, ni los manifestantes o sus representantes, se pronunciaron públicamente para exigir que se permita el trabajo de la prensa. Por eso le pregunto a usted, como líder indígena, ¿por qué no ha habido este pronunciamiento exigiendo que se permita, como se permite incluso en conflictos bélicos, que la prensa trabaje?

Usted dice que todos hemos tenido acceso los pronunciamientos de la Conaie pero también nos han exigido mucho que estemos en las calles, pero ¿cómo vamos a estar en las calles si muchos colegas tienen que sacar los cubos de sus micrófonos y quitarse los chalecos que identifican a sus medios, porque si no los golpean, los amenazan y los hostigan?

Mire, yo entiendo, y nos hemos solidarizado. En algunos de los pronunciamientos que hicimos como Conaie, habíamos pedido solidariamente que sean respetados los trabajadores de los medios de comunicación a nivel nacional. Por eso digo, por las notas que seguramente hacen los propietarios, o los que están conduciendo la comunicación, sobre todo de los medios masivos, había una reacción de indignación hacia ellos.

Nosotros hemos solicitado que se permita y garantice el trabajo de  medios de comunicación, sobre todo para que pueda haber una transmisión transparente. En esa medida, como digo ya en la indignación de la gente, ponernos nosotros también de uno a uno es bastante complicado, pero de manera general nosotros permanentemente hemos estado solicitando, entendiendo y solidarizándonos también con los trabajadores de la comunicación, que muchas veces son nuestros compañeros de barrios, son compañeros de las comunidades.  En esa medida cuando no se tiene una información objetiva, con respeto, imparcial, muchas veces genera indignación y genera una reacción negativa. 

Decir que la forma en que informan los medios genera la reacción negativa ¿no le parece que es justificar que haya estos eventos que puedan poner en riesgo la integridad de los periodistas? 

Sí, pero no, eso no está en mis manos de decir a todos los manifestantes que la prensa  debe tener acceso. 

Yo entiendo que usted no puede estar en la calle viendo de uno en uno a los manifestantes. Pero me refiero a su discurso, como líder indígena. Si usted mantiene un discurso en el que de alguna manera justifica que por la forma en que informan unos u otros medios, la gente se enoja, entonces pueden darles un piedrazo.

¿No le parece que puede ser un discurso peligroso y abona a lo que usted dijo hace un momento, a esta polarización, en la que parece  que los que estamos de acuerdo somos los buenos y los otros, son los malos, por lo tanto,  a los malos les podemos pegar, y les podemos retener y les podemos destruir los equipos?

No, no, para nada. No estoy alimentando  aquello. Yo estoy haciendo una referencia sobre la actitud que han tenido los medios de comunicación. Nosotros, como dirigentes, jamás estaríamos de acuerdo que generen los niveles de violencia. Usted ha visto todos los días que hemos llamado a que se garantice todas las condiciones básicas a los medios. Pero los medios no pueden instalar mentiras, no pueden instalar especulaciones, no pueden generar más discordia en la población, porque los medios de comunicación tienen una responsabilidad absolutamente importante en todo este proceso. 

Por ello estoy diciendo, si es que la vocería de los medios de comunicación amplifica lo que no es, entonces muchas veces [la ciudadanía] responden desde la indignación. Es difícil uno a uno controlar, pero desde nuestra parte hemos llamado respeto absoluto para el trabajo de la prensa. 

Otro tema que quisiera tocar es sobre la guardia indígena. Hay una publicación del medio Primicias que dice que, según información de inteligencia policial, la guardia indígena fue la primera línea de estas manifestaciones y los grupos de choque. Allí se habla que esta guardia recibe formación militar y en manejo de armas.

Por eso mismo hay una reacción de indignación, por escritos como el de Primicias, como los de Los Cuatro Pelagatos que se ponen en una postura absolutamente fascista, que muchas veces generan una indignación en el resto de la población. 

Que [los medios] demuestren realmente si es que son grupos armados, terroristas o grupos de subversivos. Las guardias comunitarias han existido en nuestras comunidades toda la vida. Son guardias que, en este caso, se implementan para garantizar condiciones mínimas en las comunidades. Ahora las guardias comunitarias ayudaron a proteger, sobre todo a los dirigentes, a sus comunidades. De hecho, porque han salido los escudos, las tapas de olla de pronto vienen con una antena de algún artefacto no cierto o una madera ¿por qué? Porque si no hubieran defendido de esa manera, seguramente habría más muertos, más heridos. 

La gente ahora mínimamente necesita protegerse con algo de las balas que vienen del otro lado. Entonces la guardia indígena o la guardia comunitaria han sido guardias de toda la vida, desde el tiempo del Huasipungo. No van a poder garantizar nada, porque son espacios que están garantizados orgánicamente en las comunidades, no como fuerza de choque sino como fuerza para defender a sus a sus compañeros, a sus comunidades, a sus dirigentes. 

Lo que hace Primicias es una nota informativa sobre un informe policial. El medio transmite lo que dice el informe que menciona que tienen “capacitaciones en lucha callejera que fue extendida por los grupos antagónicos, cuya formación principal es de las escuelas de fe y política”.

El informe habla de la conformación de estos grupos que se asemeja a una guerrilla urbana y ahí cita que uno de los eventos que presuntamente protagonizó la guardia índígena fue en Puyo. ¿Cómo se puede contemplar entonces el rol de la guardia indígena, si es que la policía alerta de que puede ser una posible guerrilla urbana?

Que demuestren lo que están aseverando. Lo de Puyo fue luego de una muerte. ¿Usted vio cómo murió el compañero Guatatoca? Venía en una moto, no estaba ni siquiera en la movilización, venía en una moto y recibió a 2 metros [el disparo]. En este caso, le rompieron el cráneo. El compañero recibió un balazo en el cráneo, ¿cómo esperaba que reaccionen los manifestantes? Por favor, dígame, ¿cómo quería que reaccionen? Reaccionaron con indignación en ese momento, no porque había una planificación militar o una planificación de guerrilla urbana.

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Manifestantes gritando consignas en la Gobernación del Azuay, en el centro de Cuenca. 22 de junio de 2022. Cuenca, Ecuador. Fotografía publicada en Camaleón Medio.

En estos momentos tan difíciles, quienes también están actuando [son parte de] la delincuencia común y corriente, entonces aquí se pretende posicionar un criterio luego de que hacen perder la vida. Y [la reacción] que genera, dicen que es por una preparación militar, y están absolutamente errados. Empiecen a analizar las condiciones. 

¿Entonces, inteligencia está mintiendo en ese sentido?

Es absolutamente mentira, que prueben lo que están diciendo. Es una mentira absoluta, que pretendan venir a decir sobre el movimiento indígena, de que ha habido una guerrilla urbana. Que demuestren lo que están diciendo, que identifiquen a los responsables, si realmente existe semejante cosa.

¿Usted cree que existe la posibilidad de que haya una guerrilla que surja desde comunidades indígenas? 

Siguen sugiriendo especulaciones, siguen metiendo miedos. ¿Saben para qué están haciendo aquello? Para justificar lo que pasó en estos días, las clases pudientes con sus vehículos de última gama, con revólveres, con armas saliendo a disparar a los manifestantes. Están posicionando esta idea para justificar violencias como la que se dio el día viernes a las 16:00, en las que agredieron a los manifestantes que, de manera pacífica, estábamos en la Casa de la Cultura.

¿Es decir que usted no ve eso como un riesgo que surja una guerrilla en las comunidades?

No miramos ninguna condición, al menos dentro del movimiento indígena. Si en otros espacios está, entonces que identifiquen bien. 

¿Entonces, no es verdad que haya un proceso de entrenamiento militar a la guardia indígena para convertirla en un grupo irregular armado?

No existe tal situación, eso viene de un invento de la Policía Nacional y de los grupos fascistas para implementar procesos de violencia en contra de las comunidades indígenas. Eso quedó claro, al menos en este paro. Dígame, ¿ha habido algún manifestante yendo a la Shyris a disparar a quemarropa? 

Pero nadie ha disparado en la Shyris.

De nuestra parte no ha habido personas saliendo en carros yendo directamente a disparar a quemarropa a los manifestantes; eso se llama paramilitarismo. De eso no hay ningún informe. ¿Por qué? Porque hay realmente una estrategia para atacar únicamente a los pobres y beneficiar a los ricos. ¿Eso por qué no pone Primicias? No ponen en los informes de inteligencia de la Policía. No ponen que después de acabar con nosotros, la Policía va a celebrar con los de las Shyris, con los quiteños de bien, donde están gritando “indios hijos de puta”, “fuera de Quito”. Ah, entonces ahí sí es permitido, ahí sí es democracia, ahí sí está garantizada la movilización.

Tras el paro nacional, ¿ustedes han tenido una reunión para evaluar estos episodios que menciona? En una entrevista en FM mundo, su abogado, el señor Sarzoza, dijo que habían podido identificar infiltrados y que en su momento lo darían a conocer.

Él decía eso en respuesta a esta pregunta sobre una eventual infiltración de pandillas o del correísmo. ¿Ustedes han podido identificar si existió este tipo de infiltraciones más allá de estos dos casos que mencionó de los policías que, usted dice, pudieron identificar? 

Está convocada una siguiente reunión del Consejo Político del Movimiento Indígena de la Conaie. Allí trataremos uno de estos puntos. Ya en la valoración que ayer hicimos en el Consejo de Gobierno dijimos que hay una infiltración del Estado para dañar nuestra movilización

Eso sí lo podemos decir, y lo vamos a decir con nombres y apellidos. Hemos visto policías en servicio activo que estaban infiltrados, poniendo incluso nuestros ponchos, provocando a nuestros jóvenes, lanzando piedras y después llevando detenidos a nuestros mismos compañeros. Eso sí vamos a decir con absoluta claridad.

¿Cuál es el propósito de estas infiltraciones, desde su punto de vista?

Deslegitimar nuestras luchas, hacerlas parecer que hay vandalismo, hacer parecer que hay terrorismo, hacer parecer que hay violencia desde nuestro lado. Uno, como manifestante, si tienes a un policía al frente, a un militar al frente, uno sabe el límite, uno sabe hasta dónde puede avanzar, uno sabe hasta donde puede pedir, como siempre hemos hecho, conversar, decirles: “por favor, necesitamos avanzar hasta tal punto y no vamos a hacer otras cuestiones”. Pero ahora no sucede aquello. Hay una infiltración planificada para deslegitimar nuestras marchas.

demandas de pueblos indígenas

Un grupo de líderes y dirigentes hablan sobre las demandas de pueblos indígenas durante el paro nacional. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

¿Han podido identificar qué tan fuerte es la influencia de otras organizaciones políticas dentro del movimiento indígena? Porque me imagino que habrá indígenas que se sienten identificados con distintas organizaciones políticas y se los acusa de haber querido jugar con el correísmo para tumbar a Guillermo Lasso.

Incluso se filtró un audio suyo diciendo que para que caiga Lasso tienen que hacer más fuertes las protestas. ¿Cuáles son los otros intereses que pudiera haber al interior del movimiento indígena? 

A ver, primero, la movilización jamás salió para botar al presidente Guillermo Lasso. Era una conversación que tuve en Cayambe. ¿Por qué no ponen todo el contenido de la grabación? 

En mis recorridos había una infiltración permanente del Gobierno Nacional a través de la Policía Nacional.

Las reacciones no son solo de los que se identifican como correístas, como pretenden decir, también es la población común y corriente. Están cansados de que luego de un proceso de diálogo no exista nada. Sí hubo también reacciones de compañeros que decían “tiene que irse Lasso”, y yo he dicho “compañeros, de mi boca no ha salido que tiene que salir Lasso, no hemos dicho fuera Lasso”. 

Ahora, me parece demasiado básico seguir pensando que aquí el problema es del correísmo o  anticorreísmo. De verdad han quedado en un análisis del recuerdo. La política no se hace desde el recuerdo, la política se hace en el momento, aquí y ahora, lo que provoque, lo que genere de aquí en el futuro, entonces tendremos las condiciones de analizarla para adelante pero el pasado es pasado, pues.

En el tiempo del correísmo, luchamos; en el tiempo de Moreno, luchamos. Ahora, con Guillermo Lasso estamos luchando. De verdad, yo les pido a los actores políticos que por lo menos lean los nuevos escenarios de la lucha en el Ecuador, en Latinoamérica y en el mundo, sino van a quedar en una lucha de hace 10 años analizando cosas de hace 10 años que no corresponden a los momentos políticos que está viviendo la humanidad. 

¿Ustedes han hecho una autocrítica sobre su rol en el paro nacional, estos episodios de violencia en ciertos lugares, la gente muy asustada con la toma de las ciudades, de pozos petroleros, etcétera? 

Efectivamente, claro que hemos hecho un proceso de crítica y autocrítica hacia adentro, pero si no hay respuesta, ¿qué más esperábamos? Dígame usted. Si es que usted me dice cuáles son las otras opciones. Luego de garantizar un año de diálogo y no tener resultados, entonces, ¿cuáles son las otras opciones? Por favor, dígame.

 

Pero entonces, ¿cuál es la autocrítica que hacen? 

Por eso estamos diciendo que hemos tenido autocrítica en nuestras organizaciones de base.

Yo me refiero a que si han podido identificar algo que pudieron haber hecho de mejor manera. 

No pues, ¿cómo podemos? si estamos en movilización. Lo que hemos podido es controlar todo lo que se vio de manera pública. No se puede, uno a uno. Pregúntese por qué se dio el caso de Shushufindi. Seguramente dirán “hagan una autocrítica”. Oiga, ¿sabe por qué se dio eso? En un proceso de diálogo, jamás ni nosotros ni por parte del Gobierno debería haber provocado. ¿Pero qué pasó? Mandaron tres horas de enfrentamiento. Ahora pretenden decir que los manifestantes tienen más armamento, más municiones que los militares o policías. Lo que se debía garantizar era concluir la mesa de diálogo, no provocar ni de un lado ni del otro lado, garantizar, firmar un acuerdo y trasladar los temas, como en este momento se está haciendo.

Nosotros no nos vamos a hacer cargo de ninguna situación que pretendan imputarse a nuestra parte. Los dirigentes hemos mantenido comunicación todos los días con las bases para pedirles que no se den todos los desmanes que se dieron, pero no ha habido una voluntad política del Gobierno Nacional para resolver.

Claro, pero ¿ustedes de qué se hacen cargo?

Le estoy diciendo todo lo que tenía que decir, mi estimada señora periodista. 

Pero no me dice, ¿ustedes, como movimiento indígena, de qué se hacen cargo? Si usted me dice que no había otra manera de protestar, significa entonces que, eventualmente, en otro paro ¿vamos a volver exactamente a ver lo mismo?

Si no hay resoluciones, sí. Efectivamente, los próximos paros, las próximas movilizaciones, por una condición de pobreza, por una condición de injusticia, seguramente seguiremos luchando.  

¿De la misma manera? 

Seguiremos diciendo que las marchas serán pacíficas, pero si es que el movimiento indígena actúa y el resto de la población que no tienen organización [también actúa], ahí nosotros no podemos hacer cargo, pues mi estimada señora periodista. 

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María Sol Borja
Periodista. Ha publicado en New York Times y Washington Post. Fue parte del equipo finalista en los premios Gabo 2019 por Frontera Cautiva y fue finalista en los premios Jorge Mantilla Ortega, en 2021, en categoría Opinión. Tiene experiencia en televisión y prensa escrita. Máster en Comunicación Política e Imagen (UPSA, España) y en Periodismo (UDLA, Ecuador). Ex editora asociada y editora política en GK.

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