A las doce de este 24 de mayo de 2022, el presidente Guillermo Lasso —recibido con aplausos, con la banda tricolor presidencial ceñida— rindió su primer informe a la nación, frente a más de 500 personas en la Asamblea Nacional. Su agenda discursiva fue variada: planteó a la vacunación, que ha superado ya más del 80% de inmunización en la población ecuatoriana, como su obra más destacable, pero también habló del deporte, derechos humanos y agricultura. Mientras Lasso ofrecía su discurso, en Esmeraldas, por ejemplo, reclaman la falta de presencia estatal y el abandono de la provincia a las redes de delincuencia organizada.
El puente a un nuevo Ecuador de oportunidades
Queridos compatriotas, señores asambleístas:
Cada año, nuestra tradición republicana exige que el titular de la función ejecutiva acuda a este honorable recinto a rendir cuentas de su trabajo en beneficio del pueblo ecuatoriano. Este día, aquella tradición cobra un sentido particularmente especial.
Porque precisamente hoy, hace 200 años, nuestros patriotas dieron sus vidas para que ésta sea – para siempre – tierra de independencia, libertad y democracia.
Es por ello que hoy no celebramos uno más en una rutina anual de informes.
Hoy los invito a pensar en este día como una cita entre pasado y presente.
Una reflexión ante la promesa del ayer, los retos de hoy, y las exigencias del futuro.
Hace 12 meses, cuando asumí este cargo, dije que se renovaba la idea de que en libertad y democracia se puede construir un país más próspero, pero también más equitativo, solidario y justo con todos. Esa fue la idea que se cristalizó hace 200 años en el Pichincha.
Nuestra batalla fundacional fue inspirada, protagonizada, y ganada por héroes sencillos en su origen, pero grandes en su destino.
En el Pichincha hubo mestizos, cholos, indígenas, afros, criollos, que fueron sumándose al ejército patriota mientras hacía ese decisivo ascenso que los conduciría mucho más allá del campo de batalla, hacia su destino final como ciudadanos libres.
Todos y cada uno de los aquí presentes hemos heredado esa libertad conquistada a tan alto precio.
Pero la libertad es un don divino que nos exige más que presentarle ofrendas.
Hacer uso de ella nos obliga a ampliarla hasta que sea gozada por cada niña y niño de esta tierra, y defenderla para que nunca la pierdan.
Y desde que este Gobierno arrancó funciones, he puesto todo mi empeño en que así sea.
Sin embargo, sé que hay quienes sienten que este año se tomaron decisiones que tal vez no se explicaron con suficiencia.
Ese es un sentimiento que yo entiendo y comparto. Reconozco que ese ha sido uno de mis mayores aprendizajes en este primer año, y un desafío para el que viene. Y por eso mismo he decidido asumir esa tarea pendiente de manera personal aquí, ante todos ustedes, con este mensaje a la nación.
Hoy quiero contarles que, precisamente gracias a las decisiones que hemos tomado, lo peor de la tormenta ya ha pasado.
¡Este año hemos construido el puente hacia un nuevo Ecuador de libertad, oportunidades, y progreso!
OTRAS NOTICIAS
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En el pasado, a menudo me escucharon decir que la economía nacional necesita de dos turbinas para volar.
La primera turbina corresponde al sector emprendedor, que todos los trabajadores ecuatorianos, pequeños o grandes, impulsan con su esfuerzo diario.
La segunda se refiere al sector público, que depende de la prudente gestión de las autoridades.
Pues bien: este primer año la misión de nuestro Gobierno ha sido simultáneamente reparar ambas turbinas. Todos recordarán que ni bien empezábamos funciones, nos enfrentamos a un mortal enemigo que no daba ni un segundo de tregua.
Aquí mismo anuncié que dábamos inicio a “la mayor movilización logística sanitaria que el Ecuador ha visto en toda su historia.” Lo que aconteció fue una verdadera hazaña que los libros recordarán precisamente por el heroico esfuerzo ciudadano – patriótico – que hoy nos congrega.
La historia registrará el trabajo de más de 80 mil profesionales de la salud pública, miles de uniformados de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, equipos de socorro, que recorrieron el país alcanzando un récord de hasta 420 mil dosis de vacunas aplicadas en un día, ubicándonos en julio de 2021 como el primer país a nivel mundial, proporcionalmente a nuestra población.
Pero, sobre todo, la historia recordará que en mayo del 2021 menos del 5% de la población había recibido una sola dosis. Y que hoy el 83% de ecuatorianos mayores de tres años está vacunado con dos dosis; el 36% ya recibió la de refuerzo, y hace meses empezamos a colocar la cuarta.
Con la misma celeridad con la que se inmunizaba la población, los hospitales se vaciaron cama a cama, habitación por habitación. Pusimos el nombre del Ecuador en lo más alto del prestigio mundial. Millones de ecuatorianos hoy laboran con una tranquilidad que hace apenas un año era inimaginable.
Los excelentes indicadores de salud nos han permitido estar entre los primeros países de la región en retirar el uso obligatorio de la mascarilla. De hecho, tomémonos unos segundos para recordar cómo lucía este mismo auditorio hace 12 meses.
Hoy tenemos aquí una saludable y vibrante concurrencia. ¡Así es como se ve y vive una democracia! Y la hemos recuperado todos juntos.
Si es que acaso para algunos el 24 de mayo de 1822 queda ya demasiado lejano en la memoria, que entonces sea el gran trabajo de la campaña de vacunación 9/100 lo que nos recuerde que los ecuatorianos somos capaces de las más elevadas hazañas.
Sin embargo, la historia del pasado año incluye también algo de lo que no se ha hablado lo suficiente, pero cuya importancia es casi equivalente: el eficaz saneamiento de nuestras cuentas fiscales.
La segunda turbina. Y es que, en paralelo, mientras resolvíamos la urgente crisis sanitaria, nuestro frente económico llevaba a cabo una operación igualmente delicada para salvarnos del inminente colapso al que nos conducían las cifras económicas heredadas de regímenes anteriores.
Era ésta una amenaza tan real y potencialmente peligrosa como el mismo covid.
A pesar de ello hemos sabido anticiparnos, como buenos cirujanos, para extirpar con antelación un tumor que amenazaba nuestra salud económica.
Aun con todo el dinero invertido en la exitosa vacunación, hemos puesto orden de manera que, en muchísimo menos tiempo del previsto, la economía ecuatoriana ya inspira confianza en el mundo y en actores económicos generadores de inversión y empleo.
Quienes duden de esto sólo tienen que revisar los 5000 millones de dólares en inversiones comprometidas durante este primer año de Gobierno, cifra que no se veía en mucho tiempo.
Y en cuanto a nuestras finanzas públicas, nuestra decisiva gestión está reduciendo agresivamente el déficit del gobierno central en algo más de 5000 millones de dólares entre 2020 y 2022. Al asumir nuestro mandato, las proyecciones de crecimiento no pasaban del 2,8%.
Pero pronto cambiamos la tendencia y el resultado final fue de 4,2%. Aumentamos el salario básico en 25 dólares, el alza más importante en muchos años. La tasa de desempleo juvenil se ha reducido de 13,6% en mayo de 2021 a 8,8% al primer trimestre del 2022, es decir cerca de 110 mil jóvenes encontraron un empleo. Somos el segundo país con la inflación más baja en América Latina.
La dolarización, lejos de estar en riesgo, hoy está más sólida que nunca. Es decir: después de un año que ha servido para estabilizarnos sanitaria y económicamente, lo peor de la tormenta ya ha pasado. El panorama se aclara. Las dos turbinas han sido exitosamente reparadas, encendidas, y ya empiezan a rugir con esperanza. ¡La economía ecuatoriana está lista para despegar hacia un nuevo destino de oportunidades y progreso!
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Por todo lo anterior, estoy doblemente orgulloso de este año. Orgulloso de que hemos salvado tantas vidas, pero también de que hemos salvado al Ecuador del precipicio económico. Sin embargo, as
í como yo seré el primero en defender la gestión de este año, también lo seré en decir que todo esto sólo es el inicio. Poner en orden la economía del Estado es sólo el punto de partida para llegar al verdadero destino.
Ese destino es mejorar radicalmente la economía y bienestar de los ciudadanos y sus familias donde ellos más la sienten: en sus bolsillos, así como en los servicios públicos que reciben.
Y es que hoy, cuando conmemoramos quizás la fecha más destacada de nuestra épica nacional, es hora de recordar que también hay una épica de lo individual. Un heroísmo ciudadano tan poderoso como el que conquistó nuestra libertad hace 200 años.
La diferencia es que hoy ese heroísmo no se encuentra necesariamente en campos de batalla. Yo lo he encontrado en cada uno de mis recorridos por el territorio nacional. Lo he visto en nuestros profesionales de salud.
Lo he visto en oficiales de policía como Freddy Laaz, que en condiciones de inferioridad sacrifican sus vidas para enfrentarse a un enemigo al que se le cedió demasiado terreno durante mucho tiempo.
Ese heroísmo está en los vecinos de La Gasca, que un día abrieron la puerta de sus casas y vieron cómo aquel aluvión derrumbaba no sólo la quebrada, sino sus sueños también.
Todos ellos son héroes que –ante cada adversidad– se levantan en solidaridad para seguir luchando juntos. Es sobre todo por ellos, por todo su coraje, que estoy aquí luchando también. Señores asambleístas: hoy mi mensaje es muy sencillo.
De poco sirve rendir tributo a los héroes del ayer, si no nos unimos para ayudar a los héroes de hoy. Las disputas entre políticos no merecen ninguna importancia.
¡Juntos debemos encontrar la vía para que cada ecuatoriano pueda triunfar ante sus propias batallas individuales: terminar sus estudios, consolidar su trabajo, tener un techo seguro, educar a sus niños en un ambiente sano y de esperanza!
¡Nada más debe importarnos!
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Educación – Desnutrición – Inclusión Social – Vivienda
Hace unos meses, en el cantón Colta, de Chimborazo, conocí a Antonny Morocho, de 10 años de edad.
Tuve el honor de presentar el modelo educativo Unidocente, Bidocente y Pluridocente en la Unidad Educativa Santiago de Quito, donde ahora Antonny atiende clases con este nuevo modelo que mejora la calidad de la educación y fortalece el vínculo entre escuela y comunidad.
Le pregunté qué quería ser de grande. Y me respondió con inocencia y determinación: “Presidente del Ecuador”. Sé que lo lograrás, Antonny. Porque ése es el poder que tiene la educación. Despertar sueños y darnos herramientas para cumplirlos.
Nosotros estamos trabajando para que, cuando seas presidente, recibas un país mucho más justo y próspero.
Por eso hemos logrado regresar a clases presenciales con el 100% de aforo en todo el país, luego de dos años de pandemia. 4 millones y medio de niños y adolescentes están en sus aulas en este preciso instante, estudiando y forjando su futuro. Hemos reabierto más de 100 escuelas rurales. Y al finalizar mi gestión alcanzaremos un total de mil.
Incrementamos el presupuesto para educación, enfocándolo en garantizar óptimas condiciones de infraestructura luego del abandono que muchas escuelas sufrieron durante la pandemia.
Solo en este primer año hemos intervenido más de 5.200 instituciones educativas, es decir, más del 42% de todas las escuelas y colegios fiscales del país. Y así mismo lo haremos en las que faltan.
Para que quede clara la magnitud de nuestro compromiso: solamente en este año habremos destinado más de 200 millones de dólares en infraestructura educativa. Pero el corazón de nuestro sistema educativo está más allá de de invertir en hierro y cemento.
Está en nuestros queridos docentes. Y para ellos destinamos este año más de 2.100 millones de dólares en remuneraciones.
Pagamos los 200 dólares que estaban pendientes como bono de pandemia para alrededor de 10.000 profesores.
Después de casi 5 años, estamos llevando a cabo el primer proceso de ascenso de categoría para docentes, al cual ya han aplicado exitosamente más de 6.000 maestros. Este año concursaremos otras 9.000 partidas docentes para nombramientos definitivos, lo cual dará estabilidad laboral a miles de familias.
Ratifico mi compromiso de dignificar la labor de los docentes, establecer fuentes de financiamiento legales y sostenibles; y así mismo garantizar una carrera profesional basada en resultados de aprendizaje y desempeño profesional.
Porque la carrera profesional debe estar vinculada al éxito y desarrollo de nuestros niños. Continuaremos nuestras reuniones con los 15 gremios de docentes para concluir el proceso de construcción participativa del Reglamento a la Ley Orgánica de Educación Intercultural Reformada.
Para este Gobierno no existe programa social más importante que proteger el futuro de la sociedad misma: nuestros niños. Éste ha sido el primer Gobierno en la historia del Ecuador que se ha tomado en serio la gravísima amenaza de la desnutrición infantil.
Hemos sido los primeros con la sensibilidad social para establecer una Secretaría dedicada a erradicar para siempre esta dolencia que impacta a 3 de cada 10 niños menores de dos años como Gael, de la provincia del Guayas.
Su madre, Rosa Alba, se acercó a una de las ferias organizadas por la Secretaría Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil en el recinto Los Amarillos. Desde ese día ella vigila el sano crecimiento de su pequeño a través de los servicios del Ministerio de Salud. Como ella, más de 200 mil madres ecuatorianas están mejorando gratuitamente la calidad de vida de más de 300 mil niños con atención médica, vacunas, y las vitaminas que necesitan para prevenir la desnutrición.
Y vamos a ir más allá: muy pronto entregaremos a 25 mil mujeres gestantes el bono de los mil primeros días, que cubrirá la vida del niño desde el embarazo hasta los dos años de edad.
Porque es en los primeros 1000 días de cuidado y alimentación cuando se define en gran medida el futuro de la criatura. ¡Con todo este trabajo, ya estamos en camino para reducir la desnutrición crónica infantil en 6 puntos porcentuales hasta el año 2025!
Éste es un Gobierno que trabaja en silencio, pero con profundo cariño por los ecuatorianos en situación vulnerable. Por eso hemos expandido aún más el alcance de la entrega de bonos. Hoy tenemos 78 mil nuevos beneficiarios del bono de desarrollo humano. En total, casi un millón y medio de núcleos familiares en el Ecuador reciben su bono a través de un sistema de pago seguro. Hemos reducido la tasa de pobreza extrema por ingresos, de 15,4% al 10,5% a diciembre del año pasado. Al menos 2 millones de familias ecuatorianas se benefician de algún tipo de ayuda social.
Y, como no podía ser de otra manera, este año hemos brindado alivio a familias que han sufrido calamidades. Nada podrá reparar las pérdidas humanas, o borrar el impacto psicológico de las tragedias. Pero ya sea en el socavón de Zaruma, el aluvión de La Gasca, el sismo de Esmeraldas, o varias inundaciones en el país, este Gobierno estuvo presente –y yo personalmente estuve ahí al lado de mis compatriotas– para poner el hombro mediante bonos de contingencia y otro tipo de ayudas. Aquellas tragedias nos obligan, como sociedad, a reconocer duras verdades sobre las precarias condiciones de vida de nuestros compatriotas.
Por eso, nos hemos puesto la ambiciosa meta de finalizar este periodo habiendo intervenido directamente en la construcción o mejoramiento de más de 450 mil viviendas, que por fin contarán con servicios básicos, espacios de recreación, y títulos de propiedad.
Al mismo tiempo, estamos apoyando de manera directa –desde el Estado– la compra de casas a quienes sueñan con tener una.
Con una inversión pública de 70 millones de dólares, casi 3 mil familias ecuatorianas se han beneficiado de la tasa hipotecaria fija de 4.99% para comprar una vivienda.
7,000 familias han recibido un crédito del BIESS para tener su casa propia, con procesos cada vez más ágiles de desembolso. ¡El resultado: sólo en este año hemos logrado reducir el déficit habitacional de vivienda del 58% a poco más del 54%, y estamos en camino a cumplir con una reducción de diez puntos en la totalidad de nuestro periodo!
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Ambiente – Turismo – Deporte
Igualmente, estamos cuidando de nuestra casa grande. Nuestro medio ambiente. Puede que seamos un país pequeño en superficie, pero cuando se trata de temas ambientales nuestra voluntad es tan grande como nuestra diversidad. Y el mundo así lo ha visto.
Ha sido bajo este Gobierno que nos hemos convertido en el primer país de América Latina, en elevar a categoría ministerial la Transición Ecológica.
La creación de la nueva reserva marina “Hermandad” en Galápagos nos ha valido el reconocimiento de la comunidad internacional por todo lo que ésta significa en mitigación del cambio climático, protección de la biodiversidad, y la purificación del oxígeno mundial. Hoy el mundo tiene una nueva moneda. Y no me refiero a criptomonedas. Me refiero a la biodiversidad. Y este Gobierno la va a aprovechar para satisfacer urgentes necesidades sociales.
Nuestro Ministerio de Ambiente ha conseguido más de 190 millones de dólares en cooperación internacional para programas de preservación de biodiversidad ecuatoriana, reducción de emisiones, protección del agua, y para mejorar nuestra calidad de vida.
Pero vamos a ir aún más lejos. Para el 2025, el 22% de todo nuestro territorio corresponderá a áreas de conservación.
Vamos a lograr que el 20% de todos los residuos y desechos sean recuperables. Vamos a crear el Biocorredor más grande de toda América Latina aquí mismo en nuestra Amazonía, que significará una operación financiera por entre 500 y 1000 millones de dólares.
Este es el primer Gobierno en comprender que nuestra megabiodiversidad no sólo es un recurso que debe ser preservado por razones éticas – porque nuestra salud y vida dependen de ella – sino porque es un factor que generará enormes oportunidades de riqueza y empleo para miles de ecuatorianos.
Así es: los recursos ambientales son ahora un componente estratégico del desarrollo nacional. Porque, además, una potencia ambiental es también una potencia turística.
Al poco tiempo de arrancar nuestra administración lanzamos una campaña de promoción internacional para decirle al mundo que Ecuador estaba listo para recibir turistas. Hoy Ecuador ha recuperado al 100% los arribos de nuestro principal mercado emisor de viajeros: Estados Unidos. Tomamos la decisión de apoyar al sector turístico a través de contundentes medidas de respiro financiero.
El resultado: el turismo ya se está recuperando con enorme fuerza. En un año hemos rebasado nuestros objetivos de creación de empleo para el sector.
Los tres primeros feriados del 2022 nos dejaron más de 170 millones de dólares de gasto turístico, superando ampliamente los últimos años, beneficiándose del descuento en el IVA aprobado en esta administración. Y ahora, en este segundo año de Gobierno, nos proponemos objetivos más ambiciosos e innovadores aún.
Me refiero a proyectos como la Visa Nómada, que permitirá a profesionales del mundo trabajar remotamente desde nuestro país para un empleador internacional. Cada nómada que venga a residir en Ecuador significará consumo en comida, viajes, hospedaje, diversión, ropa y otros artículos ecuatorianos.
¡Potencialmente, estamos hablando de millones de dólares adicionales que pueden ingresar cada mes a nuestra economía! Creemos en el potencial de los ecuatorianos para alcanzar grandes sueños en cualquier área que se planteen. Creemos en la fuerza de voluntad de quienes quieren surgir desde abajo y demostrar al mundo el valor que llevamos dentro.
Por eso nuestro gobierno ha decidido invertir, en beneficio de más de 500 deportistas de alto rendimiento, la cifra récord de 70 millones de dólares para este ciclo olímpico y paralímpico que culminará en los juegos de París 2024.
Entregamos estímulos económicos a los deportistas. Garantizamos su participación en eventos deportivos internacionales.
Financiamos la contratación de sus entrenadores, sicólogos, nutricionistas y médicos. Creamos el programa “Hincha de mi Barrio”, que ya es una potente herramienta de desarrollo social para –al menos– 9000 familias ecuatorianas. Declaramos al deporte como política de Estado, porque no sólo es factor de relumbre nacional.
Es también una herramienta para mejorar la salud pública, combatir la violencia, el consumo de drogas, y para inculcar valores como el compañerismo y la competitividad. ¡Pero sobre todo, en este Gobierno, como nunca antes, el deporte será una vía hacia el éxito y el progreso social!
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Derechos Humanos– Violencia género
También hemos desarrollado la política de Derechos Humanos más avanzada que jamás ha tenido este país. Hemos dado pasos enormes para garantizar el pleno ejercicio de derechos de la población LGBTI mediante la creación de la Subsecretaría de Diversidades.
Hemos apuntado a una política pública con enfoque en violencia de género, a la que por primera vez un Gobierno dedica recursos que verdaderamente pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Al llegar, nos encontramos con un presupuesto menor a dos millones de dólares anuales para combatir este mal. ¿Qué hicimos? Lo aumentamos a 24 millones para los 4 años de Gobierno.
Particularmente orgulloso me siento de haber llevado a cabo este año un proyecto pionero en el Ecuador: los Centros Violeta.
En el 2022 contaremos con 6 de estos espacios que ofrecen atención integral en los ámbitos jurídico, de defensa, de salud y sicológico.
Y al finalizar nuestra gestión serán 24. Uno para cada provincia del país. Gracias a todo este trabajo, en este año de Gobierno ya hemos disminuido la tasa de femicidios por cada 100 mil mujeres, de 0,87 a 0,75.
Y continuaremos trabajando sin descanso para erradicar esta mancha moral que, mientras exista, seguirá avergonzando a nuestra sociedad.
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Salud postpandemia
Ecuatorianos: Todos los grandes logros que acabo de describir han sido alcanzados a pesar de que hace un año seguíamos en plena pandemia.
En este momento me quiero referir a algunos temas que, al igual que todo lo positivo de este Gobierno, no han sido suficientemente explicados a la ciudadanía.
A veces, los seres humanos olvidamos rápidamente.
Nos cuesta recordar que, hace apenas un año, la presencialidad laboral en el sector público correspondía a menos de la mitad. A causa de la pandemia, las atenciones médicas se enfocaron mayoritariamente en el COVID, por prácticamente dos años.
Esto causó que queden represadas muchísimas intervenciones quirúrgicas. Y como es lógico, puesto que no había atención en esas áreas, tampoco se contaba con el respectivo abastecimiento de medicinas.
Nuestro propio éxito en la vacunación produjo una vuelta a la normalidad tan acelerada, que resultaba imposible de prever la nueva presión que se ejercería en hospitales.
Recuerden que nuestro éxito fue único en el mundo. Recuerden las gráficas que mostraban el tremendo crecimiento del Ecuador con respecto a otros países.
Precisamente por ese mismo éxito, nuestra vuelta a la normalidad fue mucho más súbita que la de otros países.
Dicho de otra forma: era imposible que un Estado que había funcionado a medias durante casi dos años, vuelva a operar al 100% en apenas 3 meses. Y peor aún si tomamos en cuenta que se trataba de un Estado casi quebrado. Esto no es excusa. Es la realidad.
Entiendo que haya molestias. Pero cuando uno sigue el camino del orden y la disciplina, muy pronto los resultados se empiezan a dar uno tras otro. Y es por eso que este año de buen manejo económico nos ha permitido hacer todas las grandes cosas que ya les he contado, pero también muchas otras que no han sido suficientemente comprendidas.
Hemos entregado nombramientos a más de 15.000 profesionales de la salud.
Después del terrible par de años que venimos de atravesar, nadie lo merece más.
Este año pagaremos mil becas de especialización entre médicos, personal de enfermería y técnicos.
Porque el sistema sanitario del Ecuador debe estar dirigido por profesionales médicos de calidad mundial.
En cuanto al abastecimiento de medicinas, en muy pocos días estará plenamente vigente la entrega de remedios para pacientes del Sistema Público de Salud, iniciando con el Ministerio de Salud Pública a través de farmacias privadas. Sin complicaciones, sin demoras ni angustias, los ecuatorianos retirarán gratuitamente en sus barrios, lo más cerca posible de sus casas, las medicinas que necesitan.
Con ello se acaba la corrupción, las fallas en la distribución, y sobre todo las angustias de los pacientes.
A partir de este año ponemos en marcha el Plan Decenal de Salud, que hará mucho más rápida la prevención y detección temprana de enfermedades.
La implementación de la historia clínica electrónica de cada ecuatoriano, permitirá que su información sea accesible en las unidades de salud de cada parroquia ecuatoriana. Ese tiempo precioso que se ahorra en la detección de una enfermedad podrá marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
El Plan Decenal permitirá, además, que exista un inventario digital de las medicinas e insumos para prevenir que haya desabastecimiento y garantizar la transparencia y calidad en la atención médica.
Nuestro presupuesto de salud para este año es 3.200 millones, 400 millones más de lo que se destinó cada año –en promedio– entre el 2017 y el 2020.
Tan solo en infraestructura y equipamiento este año invertiremos 113 millones de dólares para inaugurar 4 hospitales, y mejorar, adecentar o repotenciar 37 hospitales más y 23 centros de salud.
¡Todo esto es el resultado de un año de poner bases sólidas, un trabajo cuyos resultados –les garantizo– muy pronto se apreciarán en toda su justa dimensión!
10 Producción – Alianzas Público Privadas– Recursos Naturales
Señoras y señores asambleístas: Toda política social exitosa depende de una política productiva exitosa.
Y para eso también era indispensable este año de orden y estabilidad. Porque fue así como pudimos concretar una vastísima reducción de aranceles que asfixiaban la creación de empleo. ¡Más de 600 partidas!
Las empresas ecuatorianas ya están ahorrando centenas de millones de dólares en materias primas y bienes de capital. Así pueden aumentar su productividad y contratar más trabajadores ecuatorianos. Hemos simplificado trámites.
Hemos eliminado obstáculos al comercio. Nos anticipamos a la crisis logística mundial eliminando el valor del flete de la base de cálculo de aranceles e impuestos, lo cual luego siguió toda la Comunidad Andina.
Nuestras empresas cada día son más competitivas. Nuestro país es cada día más atractivo para la inversión.
Como ya les dije, en este año de gobierno se han concretado 5000 millones en contratos de inversión privada. Lo mismo, o más, es posible en alianzas público privadas. Y aquí tengo grandes noticias para el Ecuador.
Hoy nuestro portafolio de inversiones se ha ampliado hasta 39 mil millones de dólares, lo cual no hace más que reafirmar que el Ecuador es un país de oportunidades.
Sólo en el rubro de infraestructura hemos identificado inversiones por más de 5.200 millones de dólares.
Dentro de este monto se encuentran importantes obras como las carreteras Tababela – Cusubamba; y Chongón – Santa Elena, que muy pronto serán una realidad. Durante este año –y a inicios del próximo– serán convocados nuevos procesos para los corredores viales Loja – Catamayo; Montecristi – La Cadena; y Manta – Quevedo. Está cerca de suscribirse la concesión del corredor Buena Fe – Babahoyo – Jujan. Estamos trabajando en grandes proyectos como las vías Cuenca – Molleturo – Naranjal; Ambato – Baños – Puyo; Descanso – Gualaceo – Paute; Lago Agrio – Coca; Ambato – Guaranda – Babahoyo.
Se vienen ambiciosos proyectos como las autopistas Quito – Guayaquil, y Cuenca – Guayaquil.
Con el apoyo del BID, ya están en estructuración proyectos como el Quinto Puente Durán – Guayaquil, así como la Operación del Tren Multipropósito. ¡Así es! ¡Muy pronto todos estos proyectos potenciarán la conectividad de nuestro hermoso país, con todas sus positivas ramificaciones económicas!
Todo esto demuestra una sola cosa: que económicamente hemos hecho lo correcto.
¡Que pronto habrá mejor infraestructura y oportunidades para todos! Además, estamos impulsando a nuestros emprendedores a llegar aún más lejos, a inundar nuevos y más grandes mercados con la calidad de los productos ecuatorianos.
Nuestro objetivo es concretar, hasta el 2025, al menos diez acuerdos comerciales con diferentes países y grupos comerciales de Asia, Europa y América. Entre ellos están los de México y la Alianza del Pacífico, cada día más cerca de cerrarse.
El objetivo es enorme. Pero por nuestros jóvenes, por todos aquellos en busca de un empleo, no podemos aceptar nada menos.
¡Cada tonelada de camarón, banano, flores que alcanza nuevos destinos en el mundo, es más empleo que se consolida para los ecuatorianos! Igualmente, la política productiva del Gobierno del Encuentro nos exige sacar máximo rendimiento de nuestros recursos naturales.
Ahora que la tendencia mundial es el abandono de los combustibles fósiles, llegó el momento de extraer hasta la última gota de provecho de nuestro petróleo, para que llegue al servicio de los más pobres, respetando el medio ambiente.
A pocos días de iniciada mi gestión presenté el plan petrolero para incrementar la producción con mejor tecnología, de manera técnica, limpia y eficiente. Tenemos una nueva ley de hidrocarburos que es la más avanzada de la región.
Los resultados no se hicieron esperar. Vamos a terminar este mismo año con un promedio diario a diciembre de 583 mil barriles equivalentes de petróleo, frente a los 477 mil barriles equivalentes de 2021.
Pero hay que ser más exigentes aún. Con el horizonte de 2025 en la mira, el gran objetivo es duplicar la producción hasta alcanzar un millón de barriles por día.
Cumpliendo esta meta no sólo eliminaremos el déficit fiscal, sino que además contaremos con suficientes recursos para salud, educación, seguridad, e incluso obras de los GADS.
Y sin embargo, nuestra política de máximo rendimiento no sólo se refiere a la producción. Se refiere a la venta también.
No sólo hay que vender más, sino venderlo mejor. Por eso, luego de 14 años estamos vendiendo petróleo directamente a las refinerías internacionales, quitando de en medio a los intermediarios que se quedaban con buena parte de los ingresos.
Eliminando estos intermediarios, el Estado ecuatoriano recibirá una enorme inyección de dinero que, al precio actual, puede significar cientos de millones de dólares adicionales por año. ¡El festín de los intermediarios terminó! ¡El petróleo del pueblo es para el pueblo! ¡Y nadie más!
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Agricultura
Simultáneamente, estamos trabajando en el gran renacimiento del agro.
Durante demasiado tiempo el potencial de nuestra agricultura se ha visto limitado por falta de visión y liderazgo.
Por primera vez en el Ecuador se llevará a cabo el más completo Registro Nacional Agropecuario, para diagnosticar hectáreas productivas, fuentes de agua, sistemas de riego, necesidades de semillas e insumos.
Ya somos líderes en banano, cacao, camarón, flores, brócoli. Pero con este trabajo estamos sentando las bases para serlo en otros cultivos como aguacate, pitahaya, cáñamo, y otros más.
Vamos a diversificar nuestra agricultura hacia productos que muy pronto se multiplicarán por cada región del Ecuador, siempre apuntando a mercados externos. Con cariño hacia el campo lanzamos los nuevos Créditos de las Oportunidades, al 1% de interés y hasta 30 años plazo, orientados especialmente a las mujeres.
En tan solo cuatro meses de este año hemos entregado los primeros 54 millones de dólares a través de 18.400 créditos para los campesinos más humildes y sus familias, que ahora han puesto sus sueños y proyectos en marcha. En los cuatro años de gobierno vamos a colocar mil millones de dólares.
De manera personal, en marzo de este año entregué 26 millones de dólares en financiamiento para el embalse Chiquicahua, obra esperada durante años, que beneficiará a decenas de miles de habitantes de la región central andina. Chiquicahua significará agua para que nuestros campesinos rieguen hasta 6000 hectáreas, aumenten sus cosechas, y mejoren su calidad de vida.
Y no sólo estamos impulsando la agricultura, sino protegiéndola también.
Estamos investigando, junto a universidades ecuatorianas y algunos científicos destacados del mundo, una nueva variedad de banano resistente al hongo Fusarium T4 y a la Sigatoka Negra.
¡Porque de ninguna manera, bajo ningún concepto, vamos a permitir que se ponga en riesgo la producción de nuestro banano, el mejor del mundo y sustento de miles de familias ecuatorianas!
12 Conectividad – Telecomunicaciones
Ha llegado el momento en que el Ecuador piense en la tecnología como un factor inclusivo y potenciador de la democracia.
Porque en línea todos somos iguales.
Debemos llegar a un Ecuador en el que nuestros jóvenes y niños tengan el mismo acceso a la tecnología que todos los ciudadanos del mundo.
Por eso este Gobierno está cerrando de manera acelerada la brecha tecnológica a través de una agresiva expansión de la conectividad.
Sólo para que tengan una idea de cómo estamos cambiando el Ecuador: antes se cubría a 5 parroquias por año.
Pero nuestro gobierno conectó a 48 parroquias con cobertura 4G en apenas diez meses, lo que benefició a más de 340 mil familias, todo gracias a las reformas legales y reglamentarias realizadas para impulsar la conectividad rural.
Hemos abierto alrededor de 900 Puntos del Encuentro en todo el país, que cuentan con servicios digitales gratuitos para las comunidades marginales y rurales de más de 660 parroquias.
El resultado es que en un sólo año hemos aumentado del 60% al 76% la cobertura con tecnología 4G. El tiempo de pensar en pequeño ha terminado.
En el Ecuador todo hogar, todo negocio pequeño tendrá una buena conexión al país y al mundo, no sólo para ofrecer sus productos y servicios, sino para adquirir más conocimientos o simplemente expresarse con libertad.
¡Porque “Más Ecuador en el mundo” significa también más tecnología en el Ecuador!
13 Seguridad
Finalmente, puesto que no quiero que ningún tema se quede fuera, y porque no quiero que quede ninguna duda. Vamos a hablar de seguridad. Yo sé cuánto está afectando a los ecuatorianos lo que hoy ocurre en las calles.
Entiendo la situación emocional que vive nuestra sociedad, el temor que siente cada familia, cada barrio, cada negocio popular.
He sido emprendedor y sé muy bien cuánto esto puede impactar en el ánimo económico general. Pero sobre todo soy esposo, padre, y abuelo. Me indigna lo que sucede.
En el 2021 se desarticularon más de 1.350 bandas.
Se incautaron más de 7.500 armas y 231 toneladas de droga en un año de Gobierno, un récord histórico para el Ecuador.
En lo que va del 2022 ya son 85 toneladas, el triple de lo incautado el año anterior en el mismo período. Esto quiere decir una sola cosa: que lo que hoy vivimos es una reacción ante una nueva actitud en la aplicación de la ley.
Una actitud que este Gobierno nunca va a cambiar.
Y es que seguramente haya quienes, viviendo del otro lado de la ley, estén esperando algún tipo de negociación o “amarre» con el Estado. Jamás. Eso jamás pasará.
La paz ciudadana jamás será rehén de nadie.
La tranquilidad ciudadana no se negocia. Se impone. Es cierto que estamos viviendo una reacción cruenta.
Pero les digo algo: así son las reacciones de quienes entran en desesperación. Así son las reacciones de quienes creyeron que pondrían a prueba nuestra determinación, pero ya se van dando cuenta de que ésta es inquebrantable.
Las sólidas bases que hemos puesto este año serán nuestro mejor defensa en el futuro.
A través del nuevo Ministerio del Interior, y con apoyo y cooperación internacional, invertiremos 1.200 millones hasta el año 2025 para fortalecer a la Policía Nacional.
Durante ese lapso llegarán a las calles 30 mil nuevos policías, con lo cual finalmente cubriremos el déficit de efectivos que este Gobierno heredó del anterior.
Iniciando en las próximas semanas, y en colaboración con la Defensoría Pública, vamos a proveer abogados para todos los policías que enfrenten procesos judiciales como consecuencia de la defensa de la ciudadanía.
Este Gobierno le dará al Ecuador una fuerza policial plenamente equipada, profesionalmente entrenada, y sobre todo respaldada por un Estado que ya cuenta con los recursos y voluntad para liderar esta lucha contra el mal.
De igual manera, la violencia en los centros de detención del país es otra negativa herencia que hemos debido asumir.
Y aquí quiero que la ciudadanía comprenda algo. No se trata de que este Gobierno haya heredado un sistema carcelario en malas condiciones.
Eso al menos hubiera significado algo con qué trabajar. La realidad es que hemos tenido que crear –por primera vez en la historia del país– una verdadera política pública de rehabilitación social, con enfoque en derechos humanos, para restaurar la soberanía del Estado en las cárceles.
Estamos impulsando un nuevo modelo de gestión que integre seguridad y rehabilitación social, además de la modernización de instalaciones para hacer un óptimo seguimiento de los procesos penitenciarios.
Este mismo año tenemos previsto cubrir el déficit de personal con la vinculación de 1.400 agentes de seguridad que se sumarán a los 1.600 actuales.
Unidad democrática
Finalmente, señores asambleístas: No sería apropiado de mi parte culminar este informe sin referirme a un tema sobre el que mucho se rumoró este año.
Durante los últimos meses planeó sobre la opinión pública la idea de aplicar el artículo de nuestra Constitución que faculta al Presidente de la República a disolver esta Asamblea Nacional.
Efectivamente, soy el primero en reconocer que este año la relación entre Ejecutivo y Legislativo no fue la mejor.
Y aunque aquella facultad siempre seguirá sobre la mesa, quiero que ustedes escuchen de mi voz mis reflexiones sobre el tema.
No porque les deba una explicación, sino porque toda crisis es una oportunidad para entendernos mejor. Y la verdad a la que he llegado es que, en este punto de la historia, el Ecuador no necesita más elecciones.
Lo que el Ecuador necesita es ser gobernado. ”Ser gobernado” no se refiere exclusivamente a las tareas del Gobierno Nacional, sino al trabajo más profundo que todas las organizaciones políticas debemos hacer para incrementar el bienestar del pueblo.
Probablemente algunas organizaciones quieran tener todo el poder para gobernar solas.
Probablemente quisieran llegar y deshacer todo el trabajo de gobiernos anteriores, y así refundar una vez más el país. Entiendo que, inclusive desde mi propio lado del espectro político, habrá respetables voces que quieren hacer lo mismo.
Cambiar de Constitución, forma del Estado, etc… Pero un pueblo no construye su futuro haciendo y deshaciendo lo que cada grupo aplica cuando llega al poder. Un pueblo sólo construye su futuro a través de grandes consensos mayoritarios que hacen estable nuestra convivencia, y que amplían oportunidades.
Eso es realmente gobernar. Y esa tarea exige el compromiso de todos. Todos los aquí presentes sostenemos en nuestras manos un pequeño pedazo del destino del Ecuador.
Todos tenemos que hacer hasta lo imposible por juntarlos, por sumarlos, y así construir el país de oportunidades que nuestros ciudadanos esperan. Eso es lo que verdaderamente requiere nuestro pueblo. Y no se consigue disolviendo asambleas ni convocando elecciones.
Porque tarde o temprano volveremos a estar aquí, viéndonos a los ojos, con la misma tarea pendiente: construir esos consensos mayoritarios.
Al iniciar este segundo año de funciones, y a 200 años de aquella batalla que significó nuestra libertad, quiero que tomen estas palabras como una oportunidad para renovarnos. Quiero que todos aquí sepan que estoy dispuesto a cumplir esa tarea pendiente con todos quienes quieran sumarse.
Si estamos aquí, es precisamente para actuar en función de todo aquello que está por encima de nuestras diferencias. Y por encima de nuestras diferencias está la educación de Antonny. Por encima de cualquier discrepancia está el sano crecimiento de Gael.
Están nuestros médicos, deportistas, maestros, policías, y trabajadores. Por encima de todo, está el glorioso futuro que les debemos a ellos. Y para llegar a él, este año hemos construido el puente hacia un nuevo Ecuador de oportunidades. Ahora llegó el momento de cruzar ese puente.
Pero sólo podemos hacerlo unidos, en plena democracia. Del otro lado del puente está ese país inclusivo.
Donde donde nadie teme expresar su identidad. Es un país cuya naturaleza produce asombro y riqueza.
Un país que se conecta al mundo sin complejos, y donde los niños de cada comunidad cultivan sus mentes en un entorno sano y seguro.
Es un país que a través de la tecnología genera igualdad de condiciones; donde todos tienen un camino para salir adelante. Es un país cuyos jóvenes aprovechan cada oportunidad que una economía moderna produce en abundancia.
¡Ese país nos espera si decidimos cruzar ese puente! Y cuando lo hagamos, nos daremos cuenta de que un sistema de salud de primera línea no tiene por qué ser un sueño imposible. Que un sistema de seguridad de clase mundial no es una quimera irrealizable.
¡Que una infancia bien alimentada no es demasiado pedir! Cada una de esas metas es perfectamente alcanzable. Sólo tenemos que visualizar el futuro que queremos y tomarlo en nuestras propias manos. Confíen en la democracia. Confíen en el pueblo ecuatoriano.
Hoy, a 200 años de aquella gloriosa batalla, sigue vivo el sueño con el que este Gobierno nació: demostrar que en democracia y libertad se puede crecer más, pero sobre todo es posible construir una sociedad más justa y solidaria. Reitero aquí lo que dije hace un año: yo no he venido a saciar el odio de pocos, sino el hambre de muchos. Ahora tómenme la palabra. Vamos con fe hacia ese País de Oportunidades. Juntos lo hacemos posible. Y que Dios bendiga al Ecuador. Muchas gracias.