Hoy miércoles 5 de mayo el presidente del Ecuador, Lenín Moreno, participó en el foro denominado “Defensa de la democracia en las Américas” en Miami, Estados Unidos. Moreno contó en el foro que un día una personas le dijo que “ojalá tuviéramos un mejor presidente” y  él le contestó “ojalá tuviera yo un mejor pueblo también”. Moreno dejará el poder en 19 días, dejando al país con un lento plan de vacunación contra el coronavirus, una economía en crisis y una popularidad que ya hace un año era de apenas un dígito.

Aún así, Moreno fue el orador principal del Foro de los Presidentes del evento al que asistió en Miami. En su discurso, Moreno habló sobre el gobierno del expresidente Rafael Correa, del que fue parte. Según el Presidente, en 2006 se unió a la autodenominada Revolución Ciudadana liderada por Correa. En ese momento, dijo Moreno, su “amor por el socialismo”, que databa de su juventud, regresó con fuerza  bajo la figura de un líder que ofrecía cambiar el país y sacarlo de pobreza. Moreno fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013. Fue reemplazado por Jorge Glas, quien hoy cumple una condena de prisión por la trama de corrupción Odebrecht. 

Ya en el poder, dijo Moreno, conoció a un Rafael Correa distinto del que le propuso ser su vicepresidente.Según Moreno, a medida que iba transitando el camino del Socialismo del Siglo XXI se fue decepcionado porque veía atropellos contra la democracia y a la libertad de prensa. “Como vicepresidente le reclamaba a Rafael por lo que sucedía”, dijo Moreno, y aunque “me escuchaba con el tiempo comenzaron a ser insuficientes” sus argumentos, adujo el actual presidente de la República, que llegó al poder en 2017 apoyado por el movimiento Alianza País y presentado como el sucesor de Correa —quien lo acusó de traición y quien es ahora su principal enemigo político. 

Después de haber gobernado durante cuatro años junto a Correa, Moreno contó que decidió retirarse de la vida política. Un día, sin embargo, Correa le “visitó sorpresivamente” en Ginebra, Suiza, donde era enviado especial de las Naciones Unidas para las personas con discapacidad junto a Ricardo Patiño para pedirle, según Moreno, que “salvase la revolución”. “Acepté con la condición de que no existan interferencias en mi mandato en caso de ganar”, dijo Moreno en el foro. 

Pero a pesar de haber sido 6 después de ganar las elecciones, según Moreno, se dio cuenta de lo que había significado los 10 años de la llamada Revolución Ciudadana Moreno y vio que no había recibido “la mesa servida” —una expresión utilizada por Rafael Correa en 2017 para referirse al estado en que dejaba la economía del país a su sucesor. “Nos encontramos con que se habían robado todo y el Ecuador tenía una deuda de 70 mil millones de dólares”, dijo hoy Moreno. El resto es historia conocida: Moreno y Correa se pelearon a muerte, Moreno permitió el procesamiento judicial de Glas y otros partidiarios de su predecesor. Su movimiento político, Alianza País, alguna vez el más poderoso de la democracia ecuatoriana, se dividió y perdió toda fuerza y representatividad política. 

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En su intervención de hoy, Moreno habló de las elecciones presidenciales del 11 de abril pasado. Dijo que la victoria de Guilllemo Lasso fue una sorpresa porque  se esperaba que ganase  al candidato apoyado por Rafael Correa, Andrés Arauz. 

A Miami, Moreno viajó acompañado por una comitiva formada por su esposa, Rocío González, presidenta del Comité Interinstitucional del Plan Toda Una Vida, Jorge Wated, secretario general del Gabinete de la Presidencia, Johana Pesántez, secretaria general jurídica de Presidencia, Andrés Michelena, secretario general de Comunicación de la Presidencia encargado y ministro de Telecomunicaciones, y la exministra de Gobierno María Paula Romo.

La exministra de Gobierno, María Paula Romo, también hizo una breve intervención  en el panel  llamado “Agresión a la democracia en las Américas”, donde habló sobre los 12 días del paro nacional de 2019 en Ecuador, a los que Romo calificó de protestas violentas “sin precedentes”. En el paro, que fue convocado y encabezado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), murieron al menos 9 personas producto de la represión policial, cientos fueron heridas y el país perdió más de 2.5000 millones de dólares por las paralizaciones. El paro protestaba contra la eliminación del histórico subsidio de los combustibles, que según el gobierno ecuatoriano le cuesta al país 1.4000 millones de dólares anuales. 

 Romo dijo que en medio de esa crisis “más de 400 policías y militares fueron secuestrados por los manifestantes. El gobierno hizo todo para evitar la escalada de violencia”. Romo calificó a ese momento como un intento de golpe de Estado al que el gobierno de Lenín Moreno pudo resistir. “Estos son los nuevos golpes en nuestros países”, dijo Romo, quien es una de las denunciadas por el Defensor del Pueblo en una denuncia de presunto delito de lesa humanidad. Romo dijo que hay “líderes políticos que están fuera del poder están dispuestos a incendiar sus propios países”. En el foro también participará el expresidente, Oswaldo Hurtado, quien expondrá su más reciente libro, titulado Dictaduras del Siglo XXI

Lenín Moreno permanecerá en Estados Unidos hasta el viernes 7 de mayo. Este es el último viaje que realiza Moreno como presidente de la República.