Con caravanas motorizadas, banderines, carteles y silbatos, las organizaciones de trabajadores conmemoraron el Día del Trabajador, que por segundo año consecutivo coincide con un estado de excepción que restringe la movilidad por el contagio acelerado del covid-19. Con medidas de bioseguridad, este 30 de abril hubo una movilización en Quito y otra en Guayaquil.

En Quito, alrededor de las 8  y media de la mañana, comenzaron a llegar  vehículos a la Tribuna de la Shyris, al norte de la capital ecuatoriana, con banderines y pancartas donde se leía “no flexibilización laboral”, “pruebas y vacunas contra la covid-19 urgentes” y “no a la alza de combustibles”, exigencias que se han actualizado debido a la pandemia.

Entre las organizaciones estuvieron el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la  Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación Ecuatoriana de Trabajadores Municipales y Provinciales (Fetmyp) y la Federación Nacional De Obreros de los Gobiernos Provinciales del Ecuador (Fenogopre), entre otras centrales sindicales.

Una hora después comenzó el  recorrido por  las avenidas Eloy Alfaro, 10 de Agosto, Guayaquil, atravesó la Villaflora, Maldonado para llegar a la Tribuna del Sur.

José Villavicencio, presidente del FUT, dijo que esta marcha busca mostrar que los trabajadores están viviendo en condiciones precarias y críticas, no solo por la pandemia sino como consecuencia  de las malas decisiones que ha tomado el Gobierno de Lenín Moreno. “(Moreno) solo nos deja el congelamiento salarial, el incremento de combustible acuerdos y leyes antiobreras, como la ley humanitaria que tiene a 150 mil trabajadores con reducción de la jornada y con salario de 200 dólares”, dijo Villavicencio. 

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Según el presidente del FUT, una de las principales demandas que tienen las organizaciones para el presidente electo Guillermo Lasso es que debe garantizar  los derechos laborales mínimos, como la vacunación gratuita para todos los trabajadores porque no es “posible que el gobierno de Moreno no haya podido vacunar al personal de salud, enfermeros o aquellas personas como los barrenderos que garantizan que la ciudadanía tengamos una vida digna”. 

Otro punto fundamental entre las exigencias para el gobierno de Lasso es que debe garantizar salarios justos para  los trabajadores del país, que fueron afectados por la Ley Humanitaria.

Además, el sindicalista advirtió al nuevo Gobierno que las organizaciones sindicales “no vamos a permitir que se privatice o se convierta al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en un sistema mixto, vamos  a defender nuestro patrimonio y vamos a exigir que el nuevo Gobierno pague el 40% que le corresponde por ley, monto que no se ha pagado desde 2019”.

Mesías Tatamuez, dirigente de la FUT, señaló que se opone a la privatización de las áreas estratégicas de cualquier empresa o bien público, y a la destrucción del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Acerca del IESS, Villavicencio mencionó que buscarán leyes que impulsen su autonomía. También dijo que la FUT y otras organizaciones sindicales propondrán  discutir, debatir y aprobar un nuevo Código Orgánico Laboral en el que se garantice la estabilidad, salarios justos, el derecho a la organización sindical, a la contratación colectiva, el derecho a la seguridad social y a la protección del trabajador, como ejes fundamentales que debe que debe respetar el gobierno. 

En Guayaquil la movilización comenzó a las 9 y media de la mañana en el parque Chile, en el centro-sur de la ciudad. Su consigna para esta jornada de conmemoración fue “trabajo, medicinas y vacunas”. La movilización fue convocada por  el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y acudieron integrantes del Frente Popular de la Unión Nacional de Educadores.

Virginia Pinela, presidenta de la Federación Democrática de Trabajadores del Guayas, dijo a diario Expreso que su organización está luchando por la estabilidad laboral, “por un horario nuevamente de ocho horas porque con la mal llamada Ley de Apoyo Humanitario redujo los horarios de los trabajadores y sus sueldos”. Pinela explicó que los trabajadores deben defender la Seguridad Social, porque a los afiliados les ha costado años de aportaciones. “El IESS es de los afiliados y no la caja chica del Gobierno y si pretenden privatizarlo nos veremos en las calles», afirmó.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) no realizó ninguna actividad hoy. Mañana, primero de mayo,  harán una asamblea virtual para conmemorar esta fecha, dijo Richard Gómez, presidente de esta organización.

A las  8 y media de la noche las organizaciones sociales y sindicales han programado un “tuitazo” para que se defienda el trabajo digno, se garantice la vacunación gratuita y defender al IESS. 

En el último año se han desafiliado 220.000 personas del Instituto de Seguridad social, lo que significa que hasta marzo de 2021 el IESS dejó de percibir 700 millones de dólares el el último año, según Freddy Monge, el subgerente general del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess).

En términos de empleo, según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), en diciembre de 2020, el 30,8% de los trabajadores (2,4 millones de personas) tenía un empleo adecuado, es decir, solo dos de cada diez personas. En diciembre de 2019 el porcentaje de empleo adecuado fue de 38,8% (3,1 millones de personas). 

Empleo adecuado se considera a aquel que se realiza durante 40 horas a la semana por, por lo menos, una remuneración básica unificada, es decir 400 dólares.