La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenaron las 79 muertes violentas ocurridas ayer, martes 23 de febrero, en cuatro cárceles del Ecuador. 

La CIDH, máximo organismo regional de derechos humanos, lamentó los hechos ocurridos en los centros de rehabilitación social de Cuenca, Guayaquil y Cotopaxi. En su cuenta de Twitter, la CIDH enfatizó “el deber jurídico ineludible que tienen los Estados de adoptar acciones concretas para garantizar los derechos a la vida, integridad personal y seguridad de las personas privadas de libertad”.

Además, la CIDH pidió al Estado de Ecuador que investigue los hechos y que adopte medidas “como aumentar la seguridad en los Centros de Rehabilitación Social, y prevenir el accionar de organizaciones criminales intramuros” para evitar que se repitan situaciones iguales.

La sede en Ecuador de la Organización de las Naciones Unidas también se pronunció sobre la violencia de lo que es el peor incidente de violencia en el sistema carcelario ecuatoriano. En un comunicado en su cuenta de Twitter, ONU Ecuador expresó la solidaridad del Sistema de Naciones Unidas en el país con los familiares de las personas fallecidas y heridas. 

Al igual que la CIDH, ONU Ecuador pidió al estado ecuatoriano una “investigación pronta e imparcial” y  la sanción correspondiente a los responsables. Además, exigió “una gestión de la crisis conforme a los estándares de la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos”. 

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Según un comunicado hasta hoy, miércoles 24 de febrero, el Servicio Nacional de Atención Integral para las Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) registró 79 muertes en cuatro centros penitenciarios del país. La mayor cantidad de fallecidos se dio en la cárcel de Turi en Cuenca, donde hubo 34 muertos, seguido del Centro de Privación de Libertad N 4 en Guayas, donde el motín acabó con la vida de 31 reclusos. 

Tras los amotinamientos en las cuatro cárceles del país, guardias penitenciarios en servicio pasivo ofrecieron su apoyo en los diferentes centros penitenciarios. Los cerca de 650 guardias penitenciarios retirados aseguraron que podrían ayudar a mitigar la actual crisis. La noche de hoy, al cierre de esta nota, se confirmaba que en una de las cárceles de Guayaquil se estaban dando nuevos enfrentamientos. Según la experta Daniela Oña, el problema en las cárceles del Ecuador es “multidimensional” y precisa de acciones estructurales para resolverlo.