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Sebastián Cordero: «Con cada país representado somos un poquito menos invisibles»

Sebastián Cordero fue invitado a ser miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la organización que entrega los Óscar. ¿Cómo se enteró de la noticia?
  • Cordero sobre su invitación a la Academia

    En Brooklyn, durante el rodaje de Europa Report. Fotografía de Catalina Kulkzar.

Quizá mucha gente no esté consciente de ello, pero Crónicas es un clásico del cine latinoamericano y Europa Report, según una de sus reseñas, es un thriller que le devuelve la ciencia a la ciencia ficción. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, encargada de entregar los Premios Óscar, escogió esas dos películas para acompañar el nombre de su director, Sebastián Cordero, incluido en la lista de su más reciente promoción de miembros. 

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Conocido también  por dirigir películas como Ratas, ratones, rateros, Rabia y Pescador, Cordero lleva más de 20 años haciendo cine en Ecuador y fuera del país. Todos los nominados a un premio Óscar el año anterior se convierten automáticamente en miembros; el resto debe esperar a una invitación de la Academia después de ser recomendados por dos miembros de su misma rama.  Los miembros votan para escoger a los nominados y ganadores de cada categoría y son representantes distinguidos del gremio. 

Óscars

En el rodaje de Sin Muertos No Hay Carnaval. Fotografía de Ricardo Bohórquez.

Una semana después de la noticia, en videollamada desde su casa en Tumbaco, en Quito, Cordero dice que la noticia es muy emocionante, pero sigue siendo un misterio. 

¿Cómo te enteraste de que te habían invitado a la Academia?

Vi la lista, porque no se comunicaron conmigo antes. La primera persona que me llamó fue un amigo de México, Eugenio Caballero, es director de arte y miembro de la Academia desde hace años, pero no le contesté porque estaba ocupado. Luego me llegó un mensaje de felicitaciones de él con un capture de la lista. Así me enteré de la noticia. 

Paralelamente me empezaron a llegar mensajes de un montón de gente con el link. Cuando lo vi, inmediatamente supe de qué se trataba porque estaba súper consciente estos últimos años de de la invitación a nuevos miembros y en los años anteriores he estado pendiente cuando salía la noticia. Pero esta vez no tenía idea, no sabía cuándo iba a ser.

¿Sabes quién te nominó?

No, no tengo ni idea. Sé que no fue Eugenio porque cuando hablé con él me dijo “¿quién te habrá nominado?” como en broma de “no, no fui yo”.  

Además, él no podría. Al ser director de arte, no podría nominar a la rama de dirección. 

Claro. Yo tengo entendido que tienen que ser dos personas de tu misma rama y luego la aprueba un consejo.

Claramente en mi caso, y estoy asumiendo, tal vez no sea así, pero creo que tiene que ver con la diversidad y de incluir a más países. La política de ampliar la diversidad de la Academia empieza con las mujeres, pero también tiene que ver con gente de distintos orígenes y de distintos países. Es súper interesante ver que ya en los últimos Óscar se vieron las consecuencias positivas de esto: una nominada extranjera ganó Mejor Película. 

Es súper bueno porque creo que la gente que invitan a participar no ha pertenecido tradicionalmente a lo que ha sido la Academia en las décadas anteriores. Están viendo la importancia de que existan voces más diversas. Toda la vida que he visto los Óscar, me emociona un montón todo el proceso, pero siempre hay un par de momentos de indignación profunda, especialmente en Mejor Película. Pienso que están tratando de replantearse todo eso. 

Sebastián Cordero

Con Andrés Crespo en el rodaje de Pescador. Fotografía de François Coco Laso.

Entonces, ¿sí has seguido las ceremonias de premios?

Sí, he tenido épocas y épocas. Hubo momentos en que he estado muy atento o pendiente, otras en las que me hago el que “no, igual eso a mí qué me importa”. Recuerdo que cuando estaba en la universidad y vivía en Los Ángeles, solo una vez de los cuatro años que estuve ahí, vi los Óscar. Incluso viví un año y medio frente a donde se hacía la ceremonia (en el centro de Los Ángeles), veía a la gente a lo lejos y yo me hacía el desentendido. 

Pero lo que me ha pasado últimamente es que conozco a varias de las personas que asisten porque están nominados. Este año era muy fan de Parásitos, así que me encantó ver todo el proceso aunque no alcancé a ver la ceremonia porque estaba con función de Rabia (la adaptación al teatro de su película de 2009). Pero el año pasado cuando estuvo nominada Roma, tenía muchas ganas de ver qué pasaba y fue muy emocionante. 


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Desde hace varios años la Academia ha intentado tener más variedad en sus miembros. Tienen un plan para incrementar la diversidad en los próximos cinco años e identificaron que las ramas más importantes para cumplir ese plan son los ejecutivos y directores. ¿Sientes una responsabilidad al ser un ecuatoriano invitado a ser miembro?

Por un lado, mi presencia como ecuatoriano es pequeñita porque estamos hablando de más de 9 mil miembros. Lo interesante es que haya presencia de las distintas áreas del mundo de manera ya más significativa. 

Siento que estar yo como ecuatoriano es importantísimo y tiene su peso, pero al momento de votar, no es que de repente somos muchísimos latinoamericanos y vamos a favorecer a una película latinoamericana por esa razón. Además, creo que muchos, incluyéndome, vamos a votar por la película que nos llegó más, con la que más conectamos, sin importar cuál es su origen. 

Evidentemente, cuando estaba Roma con las 10 nominaciones, para mí fue una decepción que no ganara mejor película. Sin duda a Green Book la gente ya la olvidó, pero Roma cambió el juego, replanteó las cosas y es importante a nivel mundial. 

Cuando ves históricamente —por ejemplo los años en los que estaba para mejor película extranjera una del sueco Inmar Bergman o del japonés Akira Kurosawa— había tantas películas importantes e interesantes alrededor del mundo y solo había chance para cinco nominaciones internacionales. Eso contribuyó al gran problema de Estados Unidos: solo nomina hacia adentro, olvidándose que el resto del mundo existe a nivel cultural, político y social.

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Algo como el cine, que tiene tanta relevancia, sí ayuda a solucionar ese problema de alguna forma. Siento que el impacto final terminará siendo mayor dentro de Estados Unidos. 

A la larga, cada país que está representado hace que seamos un poquito menos invisibles. De ahí el impacto que lleguemos a tener ya individualmente creo que es poco, pero igual va sumando. 

Siento que la invitación a ser parte de la Academia es más un reconocimiento a toda mi carrera. He tenido igual dos películas postuladas como película extranjera para los Óscar y que sí sonaron en su momento y dos que tuvieron un estreno pequeño, pero significativo en Estados Unidos. Entonces siento que es más por eso. Ha sido increíble ver la reacción de la gente. 

Cordero

El equipo de rodaje de Ratas, Ratones, Rateros. Fotografía de Paco Caizapanta.

En la lista que los nuevos miembros la Academia decidió mostrar dos de tus películas, Europa Report y Crónicas, al lado de tu nombre ¿Cuáles hubieras escogido tú? 

A mí me hace perfecto sentido. Para la Academia de Estados Unidos esas son las pelis mías más reconocidas a nivel internacional. En Ecuador, sé que Ratas, Ratones y Rateros eclipsa a todas y que Pescador tuvo muchísimo éxito. 

Pero Crónicas estuvo en el Festival de Cine de Cannes —hasta ahora creo que es la única película ecuatoriana que ha estado ahí—, estuvo en el shortlist de la Academia para los nominados a Mejor Película Extranjera y en el Festival de Sundance. En Estados Unidos es la más importante.

Hace un par de años, en el laboratorio de guiones de Sundance al que voy como asesor frecuentemente, conocí a Barry Jenkins (director de Moonlight y ganador del Óscar). 

Cuando me presenté como director de Ecuador mencioné Crónicas y  él me dijo que le encantaba la película. Para mí fue una gran sorpresa, pero en Estados Unidos en ese momento sí sonó mucho dentro del circuito de películas internacionales. 

Europa Report tuvo un recorrido más modesto en festivales, pero sí tuvo una presencia muy fuerte sobre todo a nivel de los fans de la ciencia ficción y de la distribución a través de streaming. No fue un mega hit en salas, le fue bien, tuvo un recorrido muy digno y en línea le fue súper bien. Son las dos películas mías que han tenido más impacto en Estados Unidos. 

Crónicas

El actor John Leguizamo en Crónicas en el 2004.

En tu carrera has colaborado con actores y productores extranjeros que también son miembros de la Academia, ¿podemos esperar más colaboraciones internacionales?

Definitivamente. Siempre ha sido ese mi plan como carrera: seguir empujando hacia fuera. Me interesa una carrera internacional, sin olvidarme del Ecuador. 

Cuando yo estudiaba cine en Los Ángeles a inicios de los años 90, nunca pensé que iba volver al Ecuador. Al hacer Ratas de repente se me dio la vuelta todo, hubo una respuesta tan increíble, tan cálida de la gente que me dije: “aquí  es donde yo tengo mi público principal, donde yo conecto con la gente y es un mundo que conozco”.

Desde ahí yo me quedé con la idea de que quiero contar historias de aquí y que también quiero hacer una carrera internacional. 

Europa Report

Daniel Wu y Anamaria Marinca en Europa Report.

¿Cómo ves el futuro del cine ecuatoriano?

La pandemia nos tiene a todos en un grado de incertidumbre muy grande porque no sabes qué va a pasar y cómo se van a resolver las cosas. 

Todavía estamos lejos de tener un rodaje normal. Lo que nos ha caracterizado en nuestro cine es que es de locaciones, filmado en sitios reales con gente real. Es más factible mantener los protocolos de seguridad si estás trabajando en un set. Dependerá igual de cada proyecto, supongo, pero eso sí asusta. Por otro lado, aquí somos muy buenos para reinventarnos, entonces pueden surgir cosas que sorprendan a todos. 

También está el tema del decreto 1039 que fusiona el Instituto de Fomento de las Artes, Innovación (IFAIC) y el Instituto de Cine y Creación Audiovisual (ICCA). Siento que así se diluye la presencia del cine que poco a poco se ha fortalecido a nivel institucional. Al tratar de juntar todo, los mismos directivos se encargarán de los fondos para todas las artes que, a pesar de que se está hablando de la cultura y de las artes, funcionan de manera muy diferente. Creo que es un grave error a corto y largo plazo 

Es importante seguir desarrollando el cine e igualarnos con los otros países de la región. Preferir grabar en Colombia o en México y no en Ecuador es una decisión estratégica. Estoy casi seguro que a mi siguiente proyecto que sucede en Ecuador —del que no quiero hablar mucho porque soy supersticioso—no lo voy a filmar aquí. 

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No es porque no quiera, pero Ecuador no es un país barato en la región. Entonces estoy en conversaciones con gente de Colombia, México y otros países donde hace mucho más sentido filmar. 

Yo no debería tener que estar en esas. Como cineasta ecuatoriano debería decir que la prioridad es filmar acá. Pero si hay otras alternativas que hacen más sentido, sientes que no te queda otra. Es complicado y ojalá eventualmente empiece a revertirse, pero actualmente no hay muchas esperanzas. 

Academia

Sebastián Cordero con Icíar Bollaín y Martina García en el rodaje de Rabia. Fotografía de Pipo Fernández.

Hablando de la cuarentena, muchos cineastas liberaron sus películas para que la gente las vea en estos meses, ¿Cuál ha sido la respuesta a las tuyas?

Increíble. La primera fue Ratas que la liberamos por el aniversario 20, antes de la pandemia. 

Fue muy loco ver la reacción tan grande a la película nuevamente. Lo mismo pasó con Sin muertos no hay Carnaval, a esa si la lanzamos durante la cuarentena y creo que ya superamos los espectadores que tuvimos en el cine solo en la plataforma. 

Esa película estuvo en salas poco tiempo y no llegó a tener todo el impacto que yo pensé que iba a tener. Sentí que mucha gente se quedó picada porque no pudieron verla, pero ahora aprovecharon.

Fue muy bacán ver la respuesta. La gente sí quiere ver nuestro cine, pero no necesariamente es fácil hacerlo. 

Academia

Carlos Valencia y Marco Bustos en el primer día de rodaje de Ratas, Ratones, Rateros. Fotografía de Isabel Dávalos.

Al ser un miembro de la Academia ya puedes votar para Mejor Director y Mejor Película, ¿ya tienes favoritas?

Es muy pronto. Normalmente los distribuidores en Estados Unidos se guardan las películas que sienten que tienen posibilidad en los Óscar para estrenarlas en los últimos meses del año. Entonces, la verdad, todavía no porque la mayoría de cosas que van a sonar mucho todavía no se han estrenado. Ahora con lo del covid-19 y con lo que se pospone la ceremonia unos meses para permitir incluir a varias películas que se van a demorar en estrenarse no sé qué va a pasar.

Originalmente, este texto decía que Sebastián Cordero fue el primer ecuatoriano invitado a ser miembro de la Academia. El primero fue el director de fotografía Enrique Chediak, en 2016. Se ha corregido esa imprecisión.