El ministro de Finanzas, Richard Martínez, dijo que Ecuador dio de baja el acuerdo que tenía con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero que está negociando otro que atienda la nueva realidad del país. 

En una entrevista en el programa Hora 25, el 7 de junio de 2020, Martínez dijo que se canceló el crédito aprobado por el Servicio Ampliado del FMI en de marzo de 2019. La decisión está motivada por el cambio en los indicadores económicos ecuatorianos, producto de la crisis que se profundizó por la emergencia sanitaria por el covid-19. 

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Martínez dijo que la nueva realidad amerita que se expandan otros gastos, como el de protección social, para entregar transferencias a los más pobres. También, según el Ministro, el país precisa que sus reservas se adapten a las circunstancias actuales. Martínez aseguró que ya están en conversaciones con el organismo multilateral para generar el nuevo acuerdo.

Un reporte sobre el país publicado por el Fondo incluye la carta enviada por Martínez y Verónica Artola, Gerente General del Banco Central, a Kristalina Georgieva, directora del FMI, el 30 de abril de 2020 en el que se pide dar de baja el acuerdo. En la carta, publicada el 28 de mayo por el organismo internacional, Martínez y Artola recalcan que las autoridades ecuatorianas “siguen totalmente comprometidas a participar en un nuevo acuerdo de financiamiento a largo plazo”. 

El reporte también incluye un comunicado del FMI sobre el crédito por 643 millones de dólares entregado a través del Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) del Fondo para necesidades urgentes. El dinero será usado para cubrir los gastos de la crisis sanitaria y para apoyar a los sectores más afectados, como el sistema de salud. Según el FMI, Ecuador también necesita cubrir las necesidades generadas por la caída del precio del petróleo y las condiciones adversas del mercado. En la entrevista, Martínez dijo que el Ecuador necesita una inmediata financiación, por eso recurrieron a este instrumento que el FMI tiene “para ayudar a los países”. 

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Durante una rueda de prensa el 4 de junio, el director del Departamento de Comunicaciones del FMI, Gerry Rice, dijo que Ecuador ha sido golpeado por uno “de los peores brotes del covid-19 en América Latina”. Por eso, además del préstamo de 643 millones, el FMI le está dando “apoyo prácticamente incondicional” para afrontar la emergencia. Rice dijo que si el efecto de la crisis persiste, Ecuador podría solicitar financiamiento de emergencia adicional en julio por alrededor de 250 millones de dólares. 

En paralelo al financiamiento de emergencia, dijo Rice, el FMI sigue trabajando con las autoridades ecuatorianas en un programa sucesor al de Servicio Ampliado aprobado en marzo de 2019. Según Rice, el nuevo plan estará dirigido a objetivos más amplios para “impulsar la economía, el desempeño económico de Ecuador y fortalecer el fundamento de la dolarización”. Además, Rice dijo que brindaría beneficios para todos los ecuatorianos, especialmente a los más vulnerables. 

Las autoridades ecuatorianas y el FMI todavía no han dado una fecha en la que el nuevo acuerdo podría estar listo. 

El exjefe del Banco Mundial para la región, Augusto de la Torre, uno de los miembros del consejo asesor en temas económicos anunciado por Lenín, dijo que renegociar con el FMI es una “mala idea” porque es la fuente más importante de liquidez. Según de la Torre, con el FMI lo que “quieres es seguir endeudándote, de lo contrario el Ecuador se asfixia”. El experto explica que el país necesita “desesperadamente dólares” y la única forma de conseguirlos es que vengan de fuera. “¿De dónde van a venir si no vienen del FMI, del Banco Mundial y del Banco de Desarrollo de América Latina?”, se pregunta de la Torre. 

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El FMI se está preparando para el riesgo de que el próximo gobierno, que se elegirá en 2021, rechace sus planes, aunque creen que no será el caso, según el medio financiero Bloomberg. Anna Ivanova, jefa de misión del FMI para Ecuador, habría mantenido conversaciones con Jaime Nebot, del PSC, y Guillermo Lasso, de CREO, y “otras partes interesadas”, según fuentes no reveladas por el portal. Nebot y Lasso son los candidatos presidenciales “vistos más favorablemente por el mercado”, según las fuentes de Bloomberg. 

Rice dijo que el “FMI se compromete con un amplio espectro de partes interesadas” y por eso hablan con líderes políticos, de la sociedad civil, sindicatos académicos y del sector privado. Es algo que se hace en todos los países, incluyendo a Ecuador, según Rice. El Director del Departamento de Comunicaciones del Fondo dijo que esas conversaciones son importantes porque “ayudan a enriquecer” su comprensión de la situación económica del país.