La cascada de San Rafael, la más alta del Ecuador, se secó. La Dirección Provincial del Ministerio del Ambiente de la provincia amazónica de Sucumbíos anunció en su cuenta de Twitter el 2 de febrero que por las constantes lluvias en la zona, la cascada “sufrió una especie de implosión afectando su cauce natural”. 

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La cascada de San Rafael está en el límite entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos. Se forma en las confluencias del río Quijos —desde el cantón El Chaco (en Napo) se llama Río Coca— y el río Salado. Es uno de los atractivos turísticos más importantes de la Amazonía norte del Ecuador. Desde noviembre del 2000, forma parte de la Reserva de Biosfera Sumaco, un título que la UNESCO solo le da a las áreas protegidas de gran valor natural y cultural. Con 150 metros de altura y 14 de ancho era considerada la más grande del Ecuador. Sin embargo, desde la implosión, quedó seca. 

Una implosión es un colapso abrupto y violento. En el caso de la cascada, es cuando una de las paredes de la roca que la rodea se hunde y se rompe hacia adentro. En una explosión los restos salen hacia afuera, pero en una implosión todos los restos colapsan hacia adentro. Todas las implosiones necesitan presión externa para el colapso. 

El experto en seguridad medioambiental Andrés Suasti explica que en este caso la implosión “significa que la cascada se hundió hacia dentro por alguna de sus zonas huecas”. Las intensas y constantes lluvias en la provincia de Sucumbíos podrían ser la causa de este fenómeno ya que el agua podría haber ejercido presión extermina, debilitando las paredes de la cascada. 

A pesar de señalar las lluvias como causantes de la implosión de El Ministerio del Ambiente dice que todavía “no se han podido determinar las causas exactas” de la ruptura. 

El 3 de febrero de 2020, el Ministerio confirmó que sus técnicos inspeccionaron la cascada de San Rafael para determinar su estado y encontraron otro problema. El personal operativo y los guardaparques informaron sobre “un posible socavamiento en el recorrido de río”. 

La socavación es un hundimiento profundo del suelo, causado por la humedad o la  acumulación excesiva de agua que hace que el suelo se debilite y se hunda. Según la licenciada en Ciencias Ambientales y Ecodesarrollo Michelle Montenegro es un proceso natural. La socavación crea grietas que pueden provocar que las corrientes de agua se desvíen. 

En un socavamiento, como el de San Rafael, el agua que abastecía a la cascada podría haber tomado un nuevo curso y por eso su caudal se redujo tanto. Las imágenes recientes de la cascada de San Rafael, grabadas con drones, muestran que el socavón está a 300 metros de la caída de agua de la cascada y tiene 500 metros de profundidad. El hundimiento causó que se formen otras dos cascadas, una junto a la otra, a 300 metros de la original. 

Se presume que las fuertes lluvias serían, también, la causa del socavamiento. Aunque no ha sido confirmada, ya se están descartando otras opciones. Germán Armas, el director del Servicio de Gestión de Riesgos de Sucumbíos, descartó que el socavón haya sido provocado por un represamiento — una obstrucción de caudal — del río. 

En 2010, grupos ecologistas se opusieron a la construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en el río Coca, en Napo. La central se inauguró en 2016, y es la hidroeléctrica más grande del Ecuador. Genera el 35% de la electricidad del país. Está ubicada a diecinueve kilómetros de la cascada San Rafael —por eso se temía la hidroeléctrica redujera el caudal del río Coca y que la cascada se quedase sin agua.  El gobernador de Sucumbíos, Toni Rojas Castillo, insistió en que la hidroeléctrica no tiene nada que ver con con los problemas recientes del caudal de San Rafael. Según Rojas, fueron provocados por causas naturales. 

La Gobernación de Sucumbíos anunció el 4 de febrero de 2020 que por la falta de garantías de seguridad del terreno, el parque nacional Cayambe Coca —donde está la cascada de San Rafael — se cerraba para el público. El gobernador Toni Rojas dijo que con esta medida se busca garantizar la seguridad de turistas nacionales y extranjeros, y de los guardabosques. 

La Dirección Provincial del Ambiente de Sucumbíos dijo que continuará los monitoreos para identificar la evolución del caudal de la cascada. Además, hará un estudio para determinar el futuro de la zona y de los potenciales efectos del evento en las especies silvestres. En la zona viven varias especies de mariposas, aves y otros animales. 

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El siguiente monitoreo será el 7 de febrero de 2020. El Comité de Operaciones y Emergencias (COE) de Sucumbíos hará un inspección técnica y visual del socavón para ver cómo ha evolucionado.