Verdadero pero

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el asambleísta de Alianza País, Esteban Albornoz, compartió en su cuenta de twitter una imagen que decía: “Las mujeres conforman el 42% de la Población Económicamente Activa”. La cifra es correcta, pero las condiciones de empleo de las mujeres siguen siendo deficientes.

La Población Económicamente Activa (PEA) está conformada por todas las personas de 15 años en adelante que están en capacidad para trabajar. Son parte de la PEA los ciudadanos que por lo menos han trabajado una hora a la semana, los que están desempleados pero tienen la disposición de laborar, los que tienen trabajo a medio tiempo y a tiempo completo.

Según el Repositorio Abierto de Conocimientos del Banco Mundial —que divulga, recopila y conserva datos de investigaciones— en 2017 las mujeres representaron el 41% de la PEA, mientras que los hombres el 59%.

En la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) se explica que, hasta diciembre de 2017, el 96,4% de hombres y el 94% de mujeres tenían empleo. Es decir, que el 6% de las mujeres que podrían trabajar, están desempleadas. Según la Encuesta, que la tasa de empleo global para las mujeres sea 2,4 puntos porcentuales menor que la de los hombres, es una diferencia estadísticamente significativa. Es decir que hay un problema real en las condiciones de trabajo femenino, basado en estadísticas.

Otro indicador que demuestra la brecha laboral entre hombres y mujeres son los trabajos adecuados, aquellos por los que el trabajador recibe un pago justo, labora jornadas de ocho horas diarias y tiene acceso a la seguridad social. El 49,5% de los hombres que integraron la PEA tuvieron un trabajo adecuado, mientras que sólo el 32,4% de las mujeres gozaron de este derecho. El reporte explica que sí existe “una diferencia estadísticamente significativa” de 17,1 puntos entre las condiciones laborales de hombres y mujeres.

El trabajo inadecuado se da cuando las personas trabajan y no reciben un pago justo por sus servicios, no tienen seguro social, trabajan más horas de las que establece la ley, o no reciben un pago por sus servicios, debido a las relaciones familiares de por medio (como los hijos que trabajan para sus padres, o las personas que trabajan con sus parejas y no reciben pago). En esta categoría, no hay mucha diferencia entre hombres y mujeres. Hay un 20% de hombres y un 19,6% de mujeres que trabajan de esta forma.

El desempleo afecta más a las mujeres: la tasa es 6% para ellas, y de 3,6% para los hombres. Para esa misma fecha, diciembre 2017, el ingreso mensual de los hombres con trabajo fue de 369,30 dólares, mientras que para las mujeres fue de 295,40 dólares.

Tanto el Banco Mundial como el INEC muestran que, en Ecuador, las condiciones laborales para las mujeres siguen siendo deficientes. Por lo tanto, el comentario del asambleísta sobre la Población Económicamente Activa no revela realmente la situación laboral de las mujeres en el país.