No hay víctimas ni daños materiales mayores, el susto ha sido grande en las poblaciones más afectadas por el terremoto de abril de 2016


La madrugada del 18 de mayo de 2016, un sismo de 6,6 grados se produjo cerca del pueblo de Mompiche, en la provincia de Esmeraldas. Aunque el Instituto Geofísico del Ecuador inicialmente reportó una intensidad de 7,1 en Twitter, luego redujo la cifra a 6,9 y finalmente a 6,6. El Servicio Geológico estadounidense USGS dijo 6,8 (como se observa en este mapa interactivo). Es la réplica más fuerte que se ha registrado en el Ecuador después del terremoto que devastó ciudades de la costa del país. Galo Muñoz, que estaba en Aguas Claras, a pocos kilómetros del epicentro, dijo que no había heridos donde él estaba: «Estábamos durmiendo, yo vivo en una construcción mixta que se movía de un lado a otro y todos gritaban. Los vecinos salieron a la carrera». En Pedernales, la ciudad más afectada por el terremoto de abril, la réplica de esta madrugada también se sintió. «Estamos asustados» —dijo Daxsy Puertas, una vecina de ese pueblo camaronero y turístico de la provincia de Manabí— «Estamos afuera de casa, porque se sigue moviendo». El sismo se sintió también en Guayaquil. Juan Carlos Mendoza, que reside en Atacames, ciudad a 75 kilómetros del epicentro, dijo que el sismo se había sentido por unos treinta segundos, que había sido menos fuerte que el terremoto de abril y que los vecinos ya estaban volviendo a sus casas. En Esmeraldas, la capital de la provincia, se cayeron algunas paredes de casas y se interrumpió el servicio eléctrico, aunque paulatinamente ha regresado. Mucha gente se ha despertado sobresaltada, preguntándose si lo que para ellos ha sido un susto podría haber sido una catástrofe en otras partes.

No hay evidencia de que sea así. El presidente Rafael Correa dijo en una rueda de prensa que no había víctimas, pero sí afectaciones menores en infraestructura. Se trata de una réplica del terremoto de abril y no «de un nuevo evento», dijo Correa. Las réplicas son movimientos de menor intensidad que ocurren en la misma área donde hubo un terremoto. Se producen como consecuencia de reajustes en la corteza terrestre alrededor de la falla donde se dio el sismo principal. Es probable que se den hasta por un año después, pero según el presidente Correa, el Instituto Geofísico del Ecuador ha dicho que será «un par de meses más». Las frecuencia de las réplicas disminuyen con el tiempo, según la ley de Omori. Fusakichi Omori fue un pionero japonés de la sismología, que describió la fórmula que muestra esa relación inversamente proporcional  entre frecuencia de réplicas y paso del tiempo. A pesar de la alarma que causó el movimiento de esta madrugada, es parte del proceso geológico posterior al terremoto del 16 de abril. Aunque las autoridades han pedido mantener la calma, muchos ciudadanos han decidido pasar la noche fuera de sus casas. «Estamos asustados, imposible ingresar a nuestras casas así» dijo Daxsy Puertas en Pedernales. La réplica tiene estragos psicológicos más fuertes en los lugares más afectados por la tragedia de hace un mes.