Las cosas ya estaban mal antes de la tragedia, ¿qué tan difícil será su reconstrucción?


El terremoto del 16 de abril de 2016 golpeó a unas de las zonas más pobres del país: la costa ecuatoriana. Las provincias de Manabí, Esmeraldas, Santa Elena, Santo Domingo, Los Ríos reportan daños que, según el presidente Rafael Correa, costarán miles de millones de dólares. Pero, el daño no es solo estructural: causó el desplazamiento de setenta y tres mil personas de las que casi la mitad vivirán en albergues temporales hasta que puedan reconstruir sus vidas. Y, aunque el terremoto agravó la situación de estas personas, antes de que ocurriese esas condiciones de vida eran ya bastante malas. Según el censo de 2010, más del 60% de los habitantes de estas provincias viven en pobreza porque sus necesidades básicas están insatisfechas. Y ahora la tienen peor.