Recolectar casi seiscientas mil firmas en ciento ochenta días no ha sido el único reto de Yasunidos, el colectivo que busca que se realice una consulta popular para que los ecuatorianos decidamos si se explota o no el petróleo en los bloques ITT, en la amazonía. El sábado 12 de abril, el colectivo entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE),  757 623 firmas, es decir, veintitrés por ciento más de lo que el CNE había solicitado para respaldar la consulta. Esa mañana fue alegre y esperanzadora. Cientos de personas caminaron hasta las oficinas del organismo electoral ecuatoriano para apoyar la entrega oficial de los documentos. Luego de dar las cincuenta y cinco cajas con los 107 088 formularios firmados, los representantes de Yasunidos recibieron como respaldo las hojas escaneadas de las copias de las cédulas de los 1 275 recolectores. El CNE se quedó con las originales. Cada cédula de recolector tenía un código conformado por la letra del apellido y un número. Estos documentos estaban ordenados por orden alfabético.

El domingo, el CNE les anunció a los integrantes de Yasunidos que el miércoles 16 debían capacitarse para ser veedores de la verificación de firmas. Según Pedro Bermeo, miembro de Yasunidos, el CNE les pidió que doscientos ciudadanos sean parte de este proceso que duraría quince días. No les detallaron cronograma ni les explicaron cuál debía ser la disponibilidad de los veedores.

Recién el martes, durante una reunión del colectivo, revisaron las hojas escaneadas –entregadas por el CNE– donde debían estar las copias de cédulas de los recolectores. Notaron que había alrededor de cien papeles negros, mal escaneados, en donde debía estar –en cada uno– la copia de la cédula pero en su lugar había una mancha. Las copias faltantes correspondían a miembros de la agrupación, como Esperanza Martínez y Benito Bonilla. Pidieron una audiencia con el vicepresidente del CNE, Paúl Salazar, para el miércoles.

En la reunión, representantes de Yasunidos –entre ellos Martínez y Bermeo– solicitaron que les muestren las copias de las cédulas de los recolectores para verificar que no estaban negras como aparecían en las hojas escaneadas que ellos tenían.

Bermeo dice que desde ese momento comenzaron las irregularidades.

¿Qué pasó cuando solicitaron las copias de las cédulas al CNE?

Nos dijeron que nos esperemos, que ya nos mostraban los documentos con las copias. Pero se demoraron bastante y entonces yo y otro representante bajamos y alcanzamos a ver que en un cuarto donde estaban las cajas solo estaban funcionarios del CNE. Preguntamos qué fue la caja con las copias de cédula y notamos que la habían abierto sin nosotros. Hice un video porque habían violado la cadena de custodia –que dice que debían estar selladas y resguardadas por militares– ya que según la ley, no se podían abrir estas cajas sin la presencia de la fuerza pública y la de los veedores.

¿Cómo respondió el CNE a las acusaciones?

Nos dijeron que esa caja no necesitaba cadena de custodia porque no tenía firmas, pero es absurdo porque es la caja más importante, sin ella las firmas no se pueden validar. Luego de vuelta en la sala de reuniones nos mostraron la copia de la cédula de Benito Bonilla, una de las que nosotros no teníamos respaldo porque aparecía en negro, para que veamos que no había problema. Pero sí hubo porque el código que tenía el documento del CNE no correspondía al que teníamos nosotros escaneado como debía ser, o sea lo habían alterado. Reclamamos por eso y en ese momento ni Paúl Salazar supo qué decir.

¿Qué significa ese cambio de código?

Que no podemos estar seguros si van a respetar el resto del proceso porque el sábado que entregamos las copias y escanearon los números coincidían, ya violaron la cadena de custodia y cambiaron un código, podrían cambiar otros y así invalidar las copias de cédula de los recolectores. Sin esas copias, todas las firmas que esa persona haya captado, se anulan. Por ejemplo, si no encuentran mi cédula, son diez mil firmas menos, que es lo que yo recolecté.

¿Cómo resolvió ese reclamo el CNE?

Llamaron a una notaria que llegó dos horas después. Pero ella no estuvo las primeras dos horas cuando abrieron la caja sin la presencia de alguien más. O sea, no creo que sirvió de mucho.

Varios medios de comunicación publicaron noticias en las que decían que ustedes estaban bloqueando el paso de los camiones que transportaban las firmas, como si impidieran la verificación…

Nosotros no bloqueábamos el paso para que no se las traslade sino que seguíamos reclamando porque se había roto esa cadena de custodia de la otra caja de las copias de cédula. Pedíamos que se respete eso.

En una de estas noticias en medios, leí que el Frente de Defensa de la Amazonía sí tenía veedores. ¿Por qué ustedes no?

No son el Frente que luchan, entre otras causas, por el Caso Chevron, en el que participa Pablo Fajardo, sino son otro frente con un nombre parecido “Frente de Defensa Total de la Amazonía” que presentó otra pregunta al CNE: “¿Está de acuerdo con declarar al Ecuador libre de toda actividad extractiva y, en general, libre de proyectos que afecten a la Pacha Mama y al patrimonio ambiental, tales como proyectos hidrocarburíferos, mineros, entre otros?”. Es un colectivo que quiere confundir a la gente y eso nos perjudica.

Un grupo de alcaldes amazónicos también presentó una pregunta para consulta popular…

Sí, la pregunta de ellos es a favor de la explotación. Pero creemos que el objetivo también es distraer porque hasta imprimieron formularios muy parecidos al nuestro solo con la pregunta distinta. Todo para confundir.

El CNE dice que ustedes no asistieron a las capacitaciones para ser veedores. ¿Por qué?

No fuimos porque si íbamos estábamos legitimando el proceso que creemos que fue violado, por la ruptura de la cadena de custodia.

¿Fue una acción de rechazo?

Exactamente, no podemos empezar el proceso hasta que no haya garantías. Si se encerraron en un cuarto y abrieron una caja sin la presencia de veedores, no podemos confiar. Queremos que todo sea grabado, transparente.

Pero si ya abrieron la caja sin su presencia y llevan cinco días de verificación de firmas sin ustedes, ¿cómo se puede solucionar esa supuesta irregularidad?

No hay cómo remendar lo que pasó pero queremos una respuesta para comenzar el proceso limpiamente. Vamos a pedir el listado de las cédulas que están ahí y verificar con los escaneos que tenemos para saber que no han cambiado los códigos ni las cédulas.

Este fin de semana, un grupo de Yasunidos protestó con carteles que tenían mensajes como “la mano sucia del CNE en la verificación de sus formularios”. ¿No crees que ese tipo de peleas desvían la atención de la lucha principal?

La verdad no, porque el CNE nos atacó desde el comienzo cuando Domingo Paredes dijo públicamente que la afectación del Yasuní, con la explotación, sería mínima y que nuestra consulta no servía para nada. El presidente de esa institución debería ser neutro pero tomó postura desde el principio. Luego hubo un ataque de Paúl Salazar que nos calificó como “indeseables”. La gente ya está cansada de este juego y encima hay desinformación como que nosotros no permitimos que se trasladen las firmas.

¿Cuál es el siguiente paso?

Mañana (lunes 21) tendremos una reunión con Paúl Salazar y le pediremos tres cosas: que nos actualicen y nos expliquen qué ha pasado en estos cuatro días de verificación de firmas para saber si ha habido alguna anulación o algún problema; que nos den la capacitación para los veedores, y que nos expliquen cuál es el cronograma para poder conocer cómo será el proceso y cómo serán los horarios de los veedores.