Cuenca es una ciudad marcada por el signo de su Centro Histórico. Sin embargo, es fundamental relevar la influencia que durante la década del cincuenta y sesenta del siglo veinte recibió del modernismo. Como dice María Augusta Hermida: «La arquitectura moderna surgida en la ciudad de Cuenca, tiene aspectos que lo caracterizan y lo vuelven excepcional.

Con la irrupción del Movimiento moderno y un estilo internacional a mediados del siglo XX, las ciudades de Latinoamérica recibirían un nuevo aporte, con la que no solo se cambiaría el modelo arquitectónico, sino también el de asentamiento urbano que había permanecido inalterado siguiendo el modelo colonial Español y la influencia del Neoclásico Francés. Así estos modelos se vieron radicalmente cambiados en pro del “progreso” y una forma de vida al “estilo Americano o Europeo”.

La arquitectura moderna define una forma de entender la arquitectura resumida en su fórmula: “la forma debe seguir la función”, Este principio constituyo un punto de referencia de toda la arquitectura modernista, caracterizada por el uso racional e imaginativo de una gran variedad de materiales de construcción y acabados, que abarcaría el hormigón armado, las piedras naturales, el ladrillo, el mármol e incluso los bloques translúcidos de vidrio”

Este ensayo fotográfico recoge algunas manifestaciones de esa arquitectura en la ciudad de Cuenca.

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