Hace dos semanas regresamos a la redacción de GK y dejar a un lado el trabajo para almorzar ha sido una de mis alegrías: ni la lista gigante de pendientes o la pereza del lunes por la mañana aplacan mis ganas de almorzar. Ese momento es un respiro, una hora especial donde podemos excusarnos cortésmente de nuestras responsabilidades para abrir los tuppers con las delicias preparadas en casa.

Lo sé, llevar comida al trabajo es un compromiso con uno mismo: la pereza de cocinar entre semana a veces supera las ganas de comer rico y con frecuencia desperdiciamos ese maravilloso momento con comida aburrida o gastamos un buen porcentaje de nuestros sueldos en la primera tentación de Uber Eats.

(Consejo número uno: de lunes a jueves comida hecha por uno mismo y el viernes; día de pedir comida.)

Los almuerzos entre semana deberían ser siempre divertidos y aunque es un desafío que sean siempre ricos y variados, es cuestión de tener un menú organizado por días y darte el tiempo de dejar tu puesto, armar tu plato y sentarte a disfrutarlo.

(Consejo número dos: no comer de los tuppers o envases plásticos. Es un hecho que la comida sabe mejor cuando está servida en platos.)

Sé que tengo suerte: almorzar en mi oficina es especial. Entre risa y risa, de repente la redacción se convierte en un comedor y más allá de ser la hora de la comida, es un lindo momento para conversar y compartir con los demás.

(Consejo número tres: nunca menospreciar la comida del otro, por favor.)

Esta semana les dejo tres recetas súper sencillas para que las disfruten en sus lugares de trabajo. Su preparación es muy rápida, y las pueden almacenar en la refrigeradora de su casa para combinarlas con otros alimentos a lo largo de la semana.

¡Buen provecho!

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Soufflé de espinacas y queso

Recetas fáciles para llevar al trabajo

Ingredientes:
1 taza de espinaca
2 huevos
2 cucharadas de harina
1 taza de queso mozzarella rallado
1 ½ taza de leche fría
¼ taza de mantequilla
Sal
Pimienta
Nuez moscada

4 PORCIONES / 25 MINUTOS

En una olla, calienta la mantequilla y cuando esté derretida mézclala con la harina y la leche. Remueve suavemente para que se vayan los grumos.

Agrega las yemas de huevo, el queso rallado, las espinacas y las especies. Mezcla bien todo.

Bate las claras a punto de nieve e incorpóralas a la mezcla despacio. Transfiere la mezcla a un molde y hornéalo a 200°por 20 minutos.

Pasta carbonara

Ingredientes:
350 gr de spaghetti
3 huevos
1 taza de queso parmesano
100 gramos de tocino
2 dientes de ajo

4 PORCIONES / 20 MINUTOS

En una olla grande pon a hervir agua. Agrega una cucharadita de sal y echa el spaghetti. Deja que se cocine a fuego lento por 10 minutos o hasta que esté al dente.

Pica finamente el tocino y corta en trozos los dientes de ajo. En un sartén sin aceite, calienta el tocino junto al ajo hasta que el tocino esté crujiente. Puedes sacar los trozos de ajo que ya han soltado todo su sabor.

En un bowl, bate los huevos con el queso parmesano rallado. Cuando la pasta esté cocida, escúrrela del agua y rápidamente echa la mezcla de huevo y queso cubriendo todo el spaghetti. Agrega el tocino y sazona con un poco de sal si es necesario.

Sirve de inmediato con más queso parmesano rallado y pimienta negra recién molida. Para re calentarlo y que no pierda la textura cremosa, echa un poquito de agua en la pasta antes de calentar: esto le dará de vuelta el brillo y cremosidad.

Yogurt griego con frutos rojos y chocolate negro

Ingredientes:
½ taza de yogurt griego
½ cucharadita de miel
½ taza de moras
½ taza de fresas
⅓ taza de chocolate negro o ½ barrita

1 PORCIÓN / 5 MINUTOS

Corta las moras y las fresas, mézclalas y échales la miel.
En un bowl, sirve el yogurt y echa encima las fresas. Trocea el chocolate y échalo sobre la mezcla.