Abogado, polítologo y defensor de la democracia y los Derechos Humanos

El Registro de la Propiedad de Quito da miedo (y no está embrujado)

La administración municipal no ha cambiado un servicio de terror En mi época de estudiante el aprendizaje del Derecho debía hacerse tanto en las aulas como en las calles. Así que muy temprano empecé a trabajar y, como casi todos, empecé de tramitador. A las gestiones inmobiliarias les tenía especial aversión: compraventas, donaciones, hipotecas. Era una peregrinación larga y engorrosa que empezaba en la Notaría y terminaba, luego de varios trámites, en el atemorizante Registro de la Propiedad. El Registro de la Propiedad de Quito funcionaba en un edificio poco funcional, viejo y descuidado, con paredes sucias, oscuras oficinas y antiguos y mal tratados ascensores que LEER MÁS

|lunes 13 de enero de 2014 |