Míster Latino 2000
¿Puede ser Mr. Simpatía el nuevo símbolo de la unidad latinoamericana? Yo llegué a Hamburgo a finales de del siglo pasado. Era un estudiante pobre venido de Sudamérica con alguna platita que mis padres habían ahorrado para que yo pueda sobrevivir los primeros meses hasta encontrar un trabajito. Bueno, en el fondo sabía que tan pobre no era porque si de verdad se me acababa la plata, mi viejo, gerente de una trasnacional, podría enviarme más. Pero les juro que vivía como si de verdad fuera pobre, saliendo poco, viviendo con estrechez, financiándome los tragos en los clubes y discotecas LEER MÁS