Diego Sosa, un sacerdote de Olón, parroquia rural en la provincia costera de Santa Elena, es investigado por la Fiscalía por presunto abuso sexual a adolescentes. La Fiscalía abrió la investigación después de que se difundiera un video en redes sociales el 15 de agosto de 2025. En el video se ve a al menos cuatro personas afuera de la casa del sacerdote quien está de pie en el marco de la puerta. A su lado está un adolecente y detrás de él, otro joven. 

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“¿Qué dice que no es verdad?”, dice una mujer. “¿Qué lo vas a negar también?”, dice un hombre. “¿Me cerró la puerta o no me cerró?, ¿me encerró o no me encerró hasta que no borré la foto?”, cuestiona otra mujer. Se oye a una cuarta voz insultando al sacerdote. 

Desde el umbral de la puerta, vestido con una camiseta blanca, shorts negros con estampado y medias negras, Diego Sosa responde “¿Quieren seguir lanzando la piedra? Lancen la piedra. Yo no tengo ningún problema”. Luego se vuelve a escuchar una voz de mujer que pregunta: “Qué hacen en bóxer en su cuarto”.

El sacerdote dice que en su conciencia él no ha hecho nada y que  los adolescentes van a su casa “son amigos, son acólitos, vienen paz, aquí todos son libres. Yo no les tengo aquí retenidos a nadie”, les explica, según se ve en el video. Sosa no responde la pregunta de por qué hay un menor de edad, según la gente, en ropa interior. 

El video con este intercambio de acusaciones y justificaciones dura 1 minuto y 12 segundos.

El 17 de agosto, dos días después de que se difundiera el video, la Fiscalía dijo que abrió una investigación de oficio y que solicitará a la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) que presente un informe preliminar y el levantamiento de información relacionada a lo que pasó.

El 18 de agosto el sacerdote guayaquileño César Piechestein, conocido por sus posturas conservadoras y su presencia activa en redes sociales, publicó un comunicado de la Diócesis de Santa Elena. El documento dice que la iglesia del Ecuador “ratifica su posición de cero tolerancia e impunidad ante cualquier acto inmoral que pueda producirse”.

El texto dice que el obispo de Santa Elena separó al sacerdote de Olón de su oficio pastoral “mientras duren las investigaciones civiles y canónicas activando todos los protocolos que la Iglesia ha establecido para garantizar el cuidado y protección de las posibles víctimas”.

Esto es lo que sabemos del caso.

El inicio de la investigación

En una rueda de prensa transmitida el 17 de agosto por el medio Actualidad Informativa y republicada por otros medios, Diego Sosa aparece sentado frente al altar de la Iglesia Católica Parroquia Jesús de la Divina Misericordia de Olón junto a dos mujeres. En la rueda de prensa, Sosa dijo que la Policía llegó a su casa tras una llamada al 911 y que no encontraron nada. “Hizo una interrogatoria a los menores, llamó a los padres de familia, me interrogó a mí y la Policía levantó un parte, pero no hay ninguna acusación seria para la Fiscalía”, dijo Sosa. 

Luego, el sacerdote dijo estar abierto a cualquier acción que tome la justicia y la Iglesia y que lo que hacen es un ataque plenamente contra la Iglesia y que en el momento que le atacaban a él “hubo una camioneta que profanó la iglesia rompiendo las puerta y entrando a la iglesia”.

Sobre los menores que estaban con él dijo que dos son hermanos y otro joven “que comúnmente” lo solían acompañar. “Todo es falso”, dijo y agregó que una señora de la comunidad entró a su casa y que luego de llamar a la puerta, lo empujó y les gritó a los menores y fue al baño donde encontró al chico en ropa interior.

El 17 de agosto, dos días después de que circulara el video de los adolescentes en la casa del sacerdote, hubo plantones afuera de la casa parroquial donde decenas de vecinos se juntaron para exigir explicaciones, según una nota del diario El Universo. Llevaron carteles y pidieron a las autoridades eclesiásticas y judiciales que se aclare la denuncia.

La Gobernación de Santa Elena dijo que solicitaron a las instituciones competentes que indaguen el caso a fin de que se aplique la ley.

En un comunicado del 16 de agosto, Viviana Veloz, presidenta de la Comisión de la Niñez y Adolescencia de la Asamblea Nacional dijo que lo que pasó la noche del 15 de agosto “no puede pasar desapercibido ni quedar impune”. 

También escribió que “la Fe no puede ser excusa ni escudo para el abuso” y exigió a la Fiscalía actuar de inmediato.

Emilia Pazymino
Emilia Paz y Miño
Periodista y fotógrafa. Cubre temas de medio ambiente. También le interesan temas de género y derechos humanos.
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