Katherine Vivanco, estrella del Defensor Junior

Remontada

Crónica de una final, ensayo sobre la naturaleza del fútbol, que es como la vida.

Bastoneras y tamborileros salen de la cancha del barrio Puertas del Sol, al norte de Quito.

Las bastoneras, antes de la final de la UDLI
La final del Unión de Ligas Deportivas Independientes del Cantón Quito se jugó el sábado 10 de mayo

Arrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrranca la final femenina del torneo «Campeón de Campeones» de la Unión de Ligas Deportivas Independientes del Cantón Quito (UDLI). 

El Defensor Junior, correctamente uniformado
El Defensor Junior, antes del partido

Es sábado 10 de mayo de 2025, víspera del Día de la Madre. Sobre la tierra imperfecta y batida de la cancha, entre las laderas y quebradas de Carapungo, se planta de un lado, de azul marino, el Club Eloísa, que juega de local; del otro, el Club Defensor Junior, cuyas jugadoras van de rojo impecable. Vienen del sur a disputar el trofeo que Eloísa ya ha levantado en dos ocasiones. El Rojo, ninguna.  

Eloísa, presente

Katherine Vivanco, la estrella del Defensor Junior, detiene la pelota. La pisa, la esconde. Arranca por la punta izquierda, alza la cabeza, choca con una defensora de Eloísa. Hay lateral para el equipo rojo que arrincona a su rival.

El Club Eloísa, antes del partido
En la cancha de Puertas del Sol, se jugó la final
Espectadores desde un cerro ven la final de la UDLI

Bajo el sol inclemente del verano que ya sopla en Quito, sobre una pequeña meseta, vuelan las Mikasa número 5 de un lado de la cancha a otra. La cancha está llena de baches y depresiones, que hacen que a veces la pelota se vuelva caprichosa y salte con rumbo desconocido. A veces pasa. Así es el fútbol. Así es la vida. Ya lo dijo Camus: “Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida”.

Zambrano, goleadora del torneo Campeón de Campeones, disputa el balón con una rival

La pelota se eleva hacia el área del Eloísa, y en el intentó de rechazo, ¡mano penal! Vivanco, las cejas delineadas, la sombra azul en los párpados, el pelo recogido con firmeza en una cola de caballo que corona con un cintillo, toma la responsabilidad. Enfila, remata, y goooooooooooolllllllll. Celebra Vivanco pidiéndole silencio a la tribuna, desafiante. 

El fútbol, escribió Javier Marías, es la recuperación semanal de la infancia. Lo recordó Juan Villoro, que profundizó en esa idea: recuperar la infancia a voluntad por medio del juego o el arte permite que el adulto tome vacaciones de sí mismo. Y aquí hay mujeres que después del partido se abrazarán con sus hijos, algunos adolescentes y otros recién nacidos. Pero dentro del rectángulo de juego, son como niñas que se toman con seriedad absoluta la final barrial. 

Más de cien personas en las gradas de la cancha de Puertas del Sol

Tiro libre para Defensor Junior diagonal al área del local. Va Vivanco al cobro. La pelota supera la barrera y, ¡dos a cerooooo! Celebran las visitantes. No han pasado 20 minutos del primer tiempo y las rojas se imponen con claridad. 

En la grada de la cancha hay unas doscientas personas. Comparten cervezas, se arriman a la malla que separa espectadores de protagonistas, gritan, dan órdenes que nadie acatará. “¡Entrale sin miedo, reina!”. Camus estaría de acuerdo. “Después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”, dijo también Camus. 

Gol de penal de Vivanco

El árbitro pita el medio tiempo. El equipo local parece confundido, desconcertado. En el camerino del Defensor Junior, las jugadores sonríen. Pero no se olviden: el dos a cero es el resultado más engañoso del fútbol. 

El fútbol es —escribió Jorge Valdano, exfutbolista y filósofo cotidiano— lo más importante de lo menos importante. No es la vida, pero es un gran simulador de lo que es la vida, dijo Valdano. Y en esta cancha, un equipo que pierde frente a su hinchada tiene dos opciones: creer en la remontada o darse por vencidas. Nadie lo sabe en este instante, pero Eloísa elige creer. Hay fe y el talento endemoniado de sus dos delanteras estrellas: Sandra Zambrano (menuda, 17 años, sonrisa amplia) y María José Ochoa (el pelo lacio interminable, la mirada tan pícara como sus regates, tiene apenas 18 años). 

Jarrín, tomándose en serio el juego

Arrrrrrrrrrrraaaaaaaaanca el segundo tiempo. El árbitro dijo, jueguen muchachaaas. Es otro partido el que vemos. Eloísa ha salido con determinación y la pelota pasa mucho tiempo en el campo de Defensor Junior. Zambrano, la lleva, Zambrano arremete, se lleva a una, a otra, y falta que ella misma cobra. Se perfila, apunta… ¡gooooooooooooool del descuento! Crack, goleadora absoluta del torneo, le devuelve la esperanza a su equipo. 

Una mamá ve por la reja el partido entre el Club Eloísa y Defensor Junior

El sol se ha escondido pero en una esquina, entre nubes algodonosas, un arcoíris aparece leve, pero cierto. Esta tarde de finalísima es el destino tras cinco meses, 28 equipos, que han disputado el torneo que reúne a todas las ligas barriales de Quito. Al pie de la cancha, cronistas gráficos y periodistas del Chasqui Deportivo transmiten en vivo el partido desde sus celulares. Dos hombres narran y comentan el encuentro. Hay chifles y chocolatinas, aguas y cerveza. Hay fiesta. 

Una jugada de la final de la UDLI
Una jugada de la final de la UDLI
Ochoa no llega al remate

Zambrano Zambrano Zambrano de nuevoooo y el empateeeeeeeeeeeeee. Eloísa, de la mano de su delantera estrella y de la imparable Ochoa ponen la igualdad y si todo sigue así: habrá penalessssssssssssss. 

El partido se vuelve Marvin Hagler versus Tommy Hearns: un ida y vuelta de dos equipos decididos a que esto se acabe en los 90 minutos. Sin la angustia de los penales. Y así sucede.

Zambrano recibe un centro, entra por el centro del área, choca con un defensa, pero se queda con la pelota y enfrenta a la guardameta yyyyyy…..  

Morir a plazos es la especialidad de los porteros, escribió Juan Villoro. Zambrano ha recibido la orden de fusilar a la portera de Defensor Junior. 

¡Gooooooooooooooooooooooooooool! Tres a dos, dos a tres, increíble, impensable hace apenas 35 minutos, pero Eloísa le da la vuelta, Zambrano de rodillas sobre la tierra, extenuada, se levanta y se encuentra con Ochoa, y pocas veces vio esta cancha tanto talento en un solo abrazo. 

Cuando uno lee a Villoro entiende que en el fútbol, lo improbable es posible. Y lo estamos viendo. Eloísa se defiende con todo, Defensor Junior arremete con todo, pero el arco de la portera Fátima está cerrado. 

El áaaaabitrooooo pitaaaaa el final, Eloísa campeonas de campeones 2025, ¡Zambrano goleadora absoluta! ¡Ochoa regateadora máxima, barrilete cósmico, de qué barrio viniste! 

El Club Eloísa celebra su tercer campeonato
El Club Eloísa celebra su tercer campeonato
Jarrín, mediocampista recia del Defensor Junior
Sandra Zambrano, goleadora del torneo

La tarde se ha enfriado. Pero el sol se asoma a ratos, como un vecino curioso que corre la cortina de la ventana de casa para ver a qué juegan las niñas en la calle: las ve recibir medallas y trofeos, abrazos y palmadas en la espalda. El arcoíris sigue ahí, la brisa tiene un filo metálico, casi nostálgico. La cancha se vacía. Y las campeonas dejan el trofeo en casa. Empezó mal, pero la suerte se tuerce también para bien. Como en la vida, es cuestión de fe. Sus rivales no se van con las manos vacías: bancarse ser segundo también es ser campeón, dijo don Lucero. 

Nicole Moscoso Vergara Jose Maria Leon Cabrera
Nicole Moscoso Vergara y José María León Cabrera
Nicole es la directora audiovisual de GK, y José María, el CEO y director creativo de GK. Juntos desarrollan el proyecto de ensayos fotográficos de GK.