Esta carta es publicada en su totalidad, tal como fue enviada por el equipo de Omar Cevallos
Estimada Erika:
Me encantaría conocerte personalmente porque considero que jóvenes como tú son el presente y el futuro de una comunicación política. Leí atentamente tu carta publicada en GK y quiero hacer algunos comentarios.
Me preguntas: ¿Cuál es su propuesta concreta para mejorar la seguridad en Quito?
Mi propuesta en seguridad para la capital se divide en tres ejes concretos:
- Que se definan claramente las responsabilidades (no las competencias) de los municipios, en el marco del Plan Maestro de Seguridad del país y del necesario trabajo complemetario. Una vez establecido el nivel de cooperación con el Ejecutivo, podemos exigirle que cumpla con Quito en el marco de la Constitución y las leyes.
- Hay acciones que el Municipio puede hacerlas directamente: a) Iluminar los espacios públicos; b) Dotar de seguridad a estos espacios con agentes de control; c) Dotar a las UPC de las tecnologías adecuadas;
- Apropiación del espacio público con las y los ciudadanos, dirigentes barriales y, a través de la mayor red social que tiene Ecuador y Latinoamérica que es la organización deportiva barrial y parroquial, activaría la cultura, el arte, la recreación y el deporte.
Son acciones que mitigarán este flagelo que es la inseguridad.
Me consultas: ¿Cuántas de las casi 30 estrategias que propuso en su plan de trabajo para llegar a la Concejalía se cumplieron?
Como es de tu conocimiento y de todas y todos quienes habitamos Quito, el período en el que fui concejal (Septiembre 2019 – Septiembre 2022) es una de las etapas más complejas que ha tenido la ciudad, primero por haber afrontado una pandemia la cual afectó a todo el mundo (sin exagerar) e impuso otra agenda en el Concejo Municipal; además enfrentamos un proceso lamentable de remoción de un alcalde inédito en la historia del cabildo metropolitano. Coincido en tu frustración. Hice propuestas ambiciosas por mi espíritu visionario e innovador.
Lastimosamente, la coyuntura de una pandemia y política no fueron favorables para desarrollar una gestión en la concejalía. A estas circunstancias se debe añadir un concejo político atomizado en el cual reunir 21 voluntades fue imposible. También debes conocer que los concejales no tenemos ninguna facultad administrativa.
Haces referencia a mi propuesta sobre el Centro Histórico y me ratifico: la gestión administrativa de la Presidencia de la República debe salir del Patrimonio Cultural de la Humanidad. En el imaginario colectivo Carondelet es el centro de poder y hacia allá se dirigen los conflictos políticos. Las constantes manifestaciones justifican el cierre de la zona por varios días y hasta semanas afectando todas las economías, desde el betunero, restaurantes, hasta los programas turísticos. Su constante deterioro perjudica al Patrimonio que nos permitiría levantar a la ciudad como destino turístico.
Te invito a leer toda mi propuesta de trabajo y verás que lo fundamental es una planificación estratégica de toda la ciudad y la reinstitucionalidad del Municipio.
Por otro lado, el único cargo público que he tenido fue la de Secretario del Deporte con rango de ministro por designación directa del Presidente de la República, Alfredo Palacio (2005-2007), cargo por el cual recibí la medalla al mérito otorgada por el Gobierno Nacional. Tras mi trayectoria como Presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha (ente privado) fui galardonado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha y por el Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador como el mejor dirigente amateur del año 2003. Añado que el papel de concejal es un cargo de representación popular, al cual accedí con el voto de las y los quiteños. Con todo este recuento, lo que te quiero demostrar que es la mayor parte de mi vida me he desempeñado en el sector privado y en el deporte, en el que destaqué como andinista. No vivo de la política.
Renuncié a ser concejal de Quito en septiembre – 2022, lo hice ahora que busco contar con el apoyo ciudadano para la alcaldía de Quito. Mi propuesta es que se reforme el Código Orgánico de Organización Territorial y Autonomía y Descentralización (Cootad) y que todos los candidatos, –los que buscan la reelección y no– deberían renunciar de manera inmediata antes de inscribir sus candidaturas, lo cual permitiría que algunos aspirantes políticos no corran con ventaja frente a otros.
Finalmente, mi decisión de participar en este proceso electoral obedece a una decisión libre, voluntaria, sobre la base del pedido de varias organizaciones y asociaciones y, ante todo, porque es un derecho amparado en la Constitución a elegir y ser elegido (Art. 61). Si bien falta muy poquito tiempo para las elecciones el 5 de febrero, las posibilidades están abiertas, a día de hoy, más del 60% de las quiteñas y quiteños aún no han decidido por quién votar. Soy una alternativa para esta ciudad por mi experiencia, capacidad, conocimiento y honradez.
Te invito a celebrar esta participación democrática con todas sus implicaciones.
La democracia necesita más democracia y la participación política es la garantía de aquello.
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