Hay un sentimiento común entre los jóvenes lojanos. Contrario a la apatía política que se pueda pensar que existe en esta población, las mujeres y hombres jóvenes están activos y exigen el crecimiento de su ciudad. 

alianza GK Faro

Quienes viven en el cantón Loja, la capital de la provincia más alejada del sur del Ecuador, creen que esta ciudad debería conectarse más con el resto del país, y no solo en el tema de vialidad sino en desarrollo económico, ambiental e incluso cultural. 

Loja tiene 214.855 habitantes y, según la proyección por edades en cantones 2010 – 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de esos, 66.744 tienen entre 16 a 29 años de edad. 

Para los próximos años, este sector poblacional espera que las nuevas autoridades atiendan tres principales asuntos que, los jóvenes señalan como los más urgentes. Te contamos cuáles son.

Ciudad sostenible, de la aspiración a la acción 

La historia de Loja está marcada por hitos sobre sostenibilidad: en 1897, se convirtió en la primera urbe del Ecuador, y tercera en América Latina —después de Lima y Buenos Aires— en tener luz eléctrica “limpia”, por su primera planta central hidroeléctrica armada sobre el río Malacatos.

Entre 2001 y 2002 fue reconocida, con “medalla de bronce”, como la Ciudad Ecológica del Mundo y recibió el primer lugar en Participación Ciudadana, así como un premio de Ciudad Saludable, otorgado por la Organización Mundial de la Salud. 

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En 2007 fue reconocida como la primera GEO Ciudad del Ecuador por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y logró sistematizar los datos e indicadores ambientales para proyectarse como una ciudad sostenible. 

Sin embargo, en la actualidad, al hablar de sostenibilidad en las ciudades, se concibe necesaria una planificación territorial urbana basada en la mitigación y adaptación al cambio climático. En Loja esto aún no es un tema abordado a profundidad ni por las autoridades en funciones ni por los candidatos que ya han comenzado a promocionar sus propuestas. Así lo conciben algunos jóvenes que han estudiado fuera de la ciudad y apostaron a regresar para trabajar en su ciudad. 

Uno de ellos, Juan Pablo Mogrovejo, ingeniero ambiental y parte del equipo de la consultora Ambientalink, dice que Loja ha crecido de manera desordenada. “Se ha dado prioridad al auto a diferencia de las zonas verdes y arbolado. Las nuevas autoridades deben tomar en cuenta la adaptación al cambio climático como eje en la planificación de la ciudad”.

En los últimos años, los jóvenes han tomado el activismo ambiental como una lucha a mediano y largo plazo: se han formado distintos colectivos dedicados a la promoción de la conciencia ambiental, convirtiéndose en un contrapeso, desde las redes sociales y los medios de comunicación.

Por ejemplo, la Fundación Ecolíderes “La Cascarilla”, que empezó como un colectivo juvenil dedicado a la difusión y conservación del medioambiente, ha logrado protagonismo. Manuel Medina, uno de sus representantes, dice que los principales pedidos hacia la próxima autoridad municipal están enfocados en la generación de un plan de acción con actividades que involucren la participación ciudadana. 

Loja

Los jóvenes de Loja sienten que la ciudad debería hacer más para demostrar que merece todos los premios internacionales que ha recibido. Fotografía de depositphotos.

“Se debe priorizar acciones como la recuperación de los ríos Malacatos y Zamora, así como la implementación de colectores marginales en el oriente y occidente de la ciudad”.

Los colectores marginales son útiles para conducir aguas residuales, que eliminamos desde  los lavaplatos, sanitarios, etc., hasta una planta de tratamiento. Al tener el tratamiento correcto las aguas residuales, pueden ser depositadas a los ríos. Esto se daría si existiesen suficientes colectores marginales en la ciudad; se solucionarían importantes problemas de salubridad y medio ambiente.   

Este es un tema que preocupa no solo a los jóvenes activistas por el medio ambiente, sino a la población en general. Loja atraviesa un problema grave: los ríos Zamora y Malacatos se están contaminando por falta de colectores marginales. Parte de las aguas residuales pasan del alcantarillado casi directamente a los ríos. 

Según Benjamín Ludeña, director de Gestión Ambiental del Municipio de Loja, se necesitaría aproximadamente 30 millones de dólares para construir los colectores marginales necesarios y que la planta de tratamientos residuales existente funcione al 100%. “En la actualidad funciona en un 40 %, recibiendo 200 litros por segundo; sin embargo, tiene una capacidad de más de mil litros por segundo”. Esto provoca en que en los barrios que conviven cerca a las riberas de los ríos se perciba constantemente mal olor; además de la contaminación del entorno. 

El colectivo “Somos el río”, tampoco es ajeno al cuidado de los ríos y ha divulgado, en medios de comunicación y redes sociales, la necesidad de recuperación de las riberas de los ríos de Loja. 

César Costa, uno de sus representantes, dice que “las condiciones actuales, tanto del estrechamiento de la sección hídrica de los ríos —especialmente el Malacatos— como el embaulamiento existente, provoca que el agua escurra más rápido”. En temporadas de invierno, continúa, las precipitaciones serán más fuertes y frecuentes “por lo que tenemos que prepararnos y tener zonas de inundación que absorban parte del agua que se escurre y ayuden a contener la fuerza del agua”. 

Con este panorama, Juan Pablo Mogrovejo menciona que las próximas autoridades deben entender lo que es la sostenibilidad para el manejo de una ciudad. 

“Es cierto que años atrás recibimos reconocimientos nacionales e internacionales, logramos tener un sistema de gestión de residuos sólidos innovador en la región para aquel tiempo [1998], pero hoy estamos hablando de prevención de riesgos naturales, movilidad inteligente, monitorización, tecnología y digitalización, eficiencia energética, construcciones sostenibles, impulso de la economía circular, gestión integral del agua, turismo sostenible y mejoramiento de las condiciones de las poblaciones rurales”, dice.

Mogrovejo dice que es necesario repensar a Loja como una ciudad accesible para todos desde el ordenamiento territorial, es decir, desde acciones reguladas para la localización de la población y el desarrollo de actividades económicas y sociales dentro del territorio. “Así lograremos un desarrollo sostenible”, opina.

El anhelo de ser una verdadera capital cultural 

Loja también es conocido como la Cuna de Artistas del Ecuador. “El que no toca la guitarra, puede cantar una canción. El que no canta una canción, puede escribir un verso. Y el que no escribe un verso, lo lee en un libro”, se escucha de manera frecuente en las reuniones familiares o sociales en Loja. 

Durante décadas fue considerada como la capital cultural del Ecuador por el número de artistas destacados en relación a su cantidad de habitantes. Benjamín Carrión, Eduardo Kingman, Pablo Palacio, Matilde Hidalgo, Edgar Palacios, por nombrar solo algunos, nacieron en Loja y se convirtieron en íconos de la cultura y el pensamiento a nivel nacional e internacional.

José Antonio Mora, un joven artista lojano, dice que las nuevas autoridades locales no solo deben estar abiertas hacia el sector cultural de Loja, “también deben considerar repotenciar los espacios y departamentos culturales para lograr eficiencia”. 

Es decir, no basta con tener el teatro más grande del Ecuador (Teatro Benjamín Carrión, inaugurado en 2016 y construido con una inversión de 25 millones de dólares), o un Departamento de Cultura Municipal, sino que estos deben ofrecer una cartelera durante todo el año y que involucre a jóvenes no solo como parte del público, sino como como talentos.  

Festival de las Artes en Loja

El Festival de las Artes en Loja es uno de los eventos más esperados por la ciudad. Fotografía del Ministerio de Cultura y Patrimonio bajo licencia Public Domain Mark 1.0

Según su experiencia como gestor cultural, a su ciudad le faltan espacios de crecimiento artístico —como fondos económicos concursables, ferias culturales, programación teatral y artística anual— ya que los jóvenes son el eje estratégico de este sector; “están a la vanguardia a diferencia de otras generaciones”. 

La cultura es tan importante para el desarrollo de las ciudades que la Unesco recomienda que se la tenga en cuenta para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “incluidos aquellos que se centran en el crecimiento económico, las pautas de consumo y producción sostenibles, las sociedades inclusivas y pacíficas, igualdad entre géneros y seguridad alimentaria”. 

En la última década, Loja ha realizado algunos intentos para retomar su nombre de Capital Cultural del Ecuador: el más importante es el Festival Internacional de Artes Vivas de Loja (FIAVL), que tiene el apoyo del gobierno. 

Para el FIAVL 2022 el gobierno central invirtió 700 mil dólares, y el Municipio de Loja, otros 300 mil dólares. 

A pesar de que se organiza desde hace siete años, y de que se ha institucionalizado por la Asamblea Nacional como un espacio de encuentro y fomento de todas las expresiones culturales e identidad del Ecuador, su presupuesto ha sido reducido notablemente. 

La primera edición, en 2014, se desarrolló con 1 millón 933 mil dólares. Las ediciones posteriores ascendieron a los 5,7 millones de dólares. En 2022, el festival tuvo fuertes críticas desde la ciudadanía que se quejó por la falta de difusión de las obras y el desorden de las calles debido a la presencia de vendedores ambulantes no acreditados por el Municipio de Loja. 

“Loja es un escenario para crear y producir, pero no para ejecutar. Los jóvenes de esta ciudad tienen miedo al olvido, a la indiferencia, a la subestimación de su talento; esto está provocando la migración de nuestros talentos a otras provincias del Ecuador e incluso al extranjero”, finaliza Mora.

Impulso al emprendimiento 

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), las principales actividades económicas que se desarrollan en Loja giran en torno a la producción de prendas de vestir, fabricación de productos metálicos para uso estructural, como armazones o accesorios para construcción, así como venta al por menor de alimentos, bebidas y tabaco en puestos de venta y mercados. 

Los servicios como restaurantes y entrega de comida a domicilio también son importantes en la ciudad. 

Los jóvenes de Loja se han dedicado a emprender en distintas actividades debido a la falta de empleo formal: en 2021, Loja fue considerada por el INEC como la ciudad más cara del Ecuador de acuerdo al costo de la canasta básica (740,90 dólares), por lo que buscan cada vez más, potenciar sus emprendimientos. 

Diego Lara, presidente de la Cámara de Industrias de Loja, dijo, en una entrevista para un medio local, que “muchos emprendimientos que buscan un espacio en el mercado comercial no superan los tres años de gestión y es porque desde el inicio no fueron planificados adecuadamente”. Es decir, no cuentan con un plan de negocios ni proyecciones que les permita enfocar su crecimiento.  

Andrea Ojeda, dueña de un emprendimiento de comida rápida, dice que los jóvenes “pensamos que es fácil, pero tenemos muchas trabas para iniciar [nuestros negocios]. No todos sabemos cómo diseñar una marca, cómo darle valor agregado a nuestros productos o servicios. Los arriendos son altos en la ciudad. Para empezar, tenemos que endeudarnos considerablemente corriendo el riesgo de fracasar en todos los intentos”.

emprendimientos en Loja

Los jóvenes también piden apoyo para los emprendimientos en Loja. Fotografía de Rosanetur bajo licencia CC BY 2.0.

Instituciones como el Municipio de Loja, Prefectura, Cámara de Comercio y de Industria, así como la academia, específicamente la Universidad Nacional de Loja y la UTPL, dan apoyo a los emprendedores a través de fondos semilla, capacitaciones y relacionamiento con el mercado nacional. Sin embargo, coinciden los jóvenes consultados, Loja aún tiene deficiencias. 

Ojeda menciona que “las autoridades que sean elegidas en el 2023, deben estar conscientes de que esta ciudad sigue creciendo no solo en territorio sino en desempleo. No podemos esperar acontecimientos específicos como la Romería de la Virgen del Cisne o el Festival Internacional de Artes Vivas de Loja para decir que tenemos éxito como emprendedores. Necesitamos facilidades e incentivos que nos permitan crecer en conjunto con otros ámbitos de la ciudad”. 

Es así que la juventud lojana, la cual representa al 31.06 % de la población, proyecta su voto de acuerdo a estas necesidades: cuidado del medio ambiente y proyección sostenible, potenciación cultural, y fomento al emprendimiento. 

Quienes estén al frente de la toma de decisiones locales, se enfrentarán al gran reto de dejar de ser el último rincón del Ecuador para convertirse en una verdadera potencia que fomente el desarrollo desde el sur del país. 

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Daniela Gallardo Ledesma
Comunicadora lojana con experiencia en radio y prensa. Ha sido colaboradora en la Radio de la Universidad de Guadalajara (México), periodista en Diario Expreso de Guayaquil y editorialista en Diario Crónica (Loja). Primera representante de Ecuador en la Red LATAM de Jóvenes Periodistas. Es docente universitaria y panelista invitada en Radio Poder (Loja). Escribe sobre temas coyunturales de su ciudad y comunicación con perspectiva de género.
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