Tú y yo nos conocemos; quizás nos hemos cruzado en algún medio de comunicación en el que nos entrevistan. Pero no más. Por eso, probablemente no sepas que siempre he sido de aquellos que promueven la carrera política, no solo como una buena forma de acumular experiencia – tan necesaria cuando se quiere administrar una ciudad – sino también por la importancia de desarrollar capital político. 

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Diez años y dos períodos como concejal, uno en el oficialismo y otro en la oposición, indudablemente te deben haber servido para conocer al monstruo desde dentro y así animarte a dar el paso al frente y pelear por la alcaldía. La primera vez que lo hiciste, en 2019 y de la mano de Fuerza Compromiso Social rebautizado hoy como Revolución Ciudadana, hasta pensé que ganarías. ¿O ganaste?

En una entrevista radial fuiste tajante: “Yo gané las elecciones del 2019, probablemente hubo fraude”. Cuando el entrevistador te preguntó por qué no lo habías dicho en ese momento, dijiste: “esa es la pregunta clave”. Y por supuesto que lo es. Sin embargo, tú has evitado dar respuestas. 

Y esas respuestas son claves considerando que en la misma entrevista dices que Rafael Correa te dijo que habías ganado pero que no te iban a reconocer el resultado. Lo es, considerando que fuiste a hablar con la directiva provincial de tu movimiento – de la que entonces formaba parte tu hoy contendor, Pabel Muñoz – y según tú, te mandaron a callar y a decir que no muevas un dedo”. Lo es, porque a pesar de que tu propia dirigencia te dio la espalda, te mantuviste junto a ellos hasta hace pocos meses, mayo de 2022, cuando anunciaste que te separabas de la Revolución Ciudadana y que trabajarías por tu lado. ¿Acaso desarrollaste el síndrome de Estocolmo respecto de tus secuestradores? ¿O quizá aguantaste para ver si nuevamente recibías la bendición de la candidatura y al ver que no había opción decidiste abrirte?

Dices que te fuiste de la Revolución Ciudadana porque dejó de estar en sintonía con las necesidades de la gente. Y claro, porque si hubiera sido por no haberte apoyado en tu reclamo del fraude, habrías dejado el movimiento en 2019, al día siguiente de lo que denunciaste en la entrevista, ¿no?

Afirmas que guardaste silencio porque eres gente decente”. ¿A qué silencio te refieres? ¿También eres de las que piensa que la lealtad a un partido político se mide por el silencio ante lo injusto, lo antiético o lo corrupto? ¿Eres de las que cree que la ropa sucia se lava en casa? Y lo pregunto porque además de que hay un patrón de conducta en muchos partidos —el de la Revolución Ciudadana no es la excepción— de creer que cualquier crítica u observación en voz alta es un acto de traición y que, por lo tanto, quien la hace, debe ser desterrado de las filas del partido. ¿Temías hablar para que no te destierren? ¿Primó tu esperanza personal de pensar que podrías, de algún modo, ganar voluntades para mantener tu perfil político para otras elecciones? 

Aquí me preocupa además que el silencio al que te refieres no sea sobre  el supuesto fraude que —¡ahora sí!— dices que cometieron en tu contra. Te recuerdo, Luisa, que la alteración de resultados de un proceso electoral es un delito tipificado en el Código Orgánico Integral Penal, y si conocías o sospechabas que algo así ocurrió en las elecciones pasadas debías denunciarlo. 

Lo que sí me queda claro es que guardar silencio frente a hechos tan graves como los que mencionas, no es propio de gente decente, te lo aseguro. Y ese silencio es inquietante porque buscas nuevamente la alcaldía de mi ciudad. ¿Qué más podrías callar si llegas a ser alcaldesa?

Me preocupa tener como candidata a alguien que quizá no tiene a la integridad como un elemento indispensable para el ejercicio de la política, pues quien no es íntegro como candidato difícilmente lo será cuando se encuentre en el poder. 

Y me preocupa también que esa integridad tan necesaria se refleja en todas las áreas de la vida pública, profesional y privada.

Tras tu desafiliación de la Revolución Ciudadana apareciste como candidata de Avanza, el partido que fundó Ramiro González, el prófugo del que poco se ha sabido en los últimos meses. Claro, tú me dirás que ahora el partido está en otras manos y que González fue expulsado hace cuatro años. Y sí. Estoy seguro de que dentro de Avanza hay muchos afiliados y militantes honestos que están ahí por convicción. Pero te pregunto, ¿te afiliaste al partido o solo lo estás utilizando para la candidatura? Si es lo primero, en buena hora. Si es lo segundo, nuevamente estamos frente a un problema de integridad.

Nadie dijo que eso sea ilegal, pero no es honesto. Por supuesto que no. Es más, varios de tus contrincantes están en la misma situación. La coherencia es una cualidad que pocos practican y que tiene mucho que ver con la integridad. ¿Sabías, por ejemplo, que Avanza en varios cantones corre en alianza con CREO, el movimiento de gobierno? Sí, el mismo contra el que tantas veces has manifestado animadversión en tus redes sociales. También tiene alianzas con Construye —ex Ruptura, fundado y liderado por María Paula Romo y otros personajes que inicialmente apoyaron a tu antiguo coideario, Rafael Correa y contra los que tanto has denostado públicamente.

Coherencia e integridad van de la mano. No obstante quiero dejar de lado mi desconfianza y, una vez más, darte el beneficio de la duda.

Pero no quiero cerrar esta carta mencionando solo aquello que considero negativo y cuestionable.

A pesar de que no conozco quiénes integran tu equipo o quienes forman parte de tus listas de concejales, y que no he podido encontrar tu plan de gobierno para este segundo intento por alcanzar la Alcaldía de Quito, te he escuchado en varias entrevistas y paneles hablar de dimensiones muy similares a las que formaron parte del plan que presentaste en 2019. Su contenido era bueno. La incorporación de dimensiones ambientales y culturales, el enfoque de desarrollo productivo y generación de trabajo, aún pueden ser aplicados en una ciudad que ha visto muy poco en este último período de gestión.

Debo decirte también que lo que más me ha gustado es el énfasis que pones a la participación ciudadana, al trabajo colaborativo y cooperativo, a involucrar al ciudadano en los procesos de gestión pública municipal. Como promotor del gobierno abierto te invito, en caso de ganar la elección, a dar al ciudadano el lugar que le corresponde participando activamente de los procesos de toma de decisiones, a permitir sus acciones de control social y a aceptar, respetuosamente, las críticas que te puedan hacer. Tu conoces muy bien de gestión para el desarrollo, y sabes que la mejor forma de alcanzar resultados es de la mano de la ciudadanía.

Te deseo la mejor de las suertes en este nuevo intento y espero que el próximo 5 de febrero de 2023 te respeten todos y cada uno de los votos que por derecho te correspondan. Y si no lo hacen, que levantes la voz como sí lo hace la gente decente.

Mauricio Alarcon 150x150
Mauricio Alarcón-Salvador
Abogado. Director Ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, contacto de Transparencia Internacional en Ecuador. Fellow del Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford. Consultor para organizaciones nacionales e internacionales en temas de derechos humanos, libertad de expresión, acceso a la información, participación ciudadana, transparencia y lucha contra la corrupción.
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